Castronuño: Santa María del Castillo, la reina del Duero

Exenta de edificios a su alrededor, la iglesia de Santa María del Castillo, tan sólo comparte terreno en este alto del Duero con las numerosas bodegas subterráneas del parque de La Muela de la localidad vallisoletana de Castronuño.

Este templo cristiano constituye una interesante construcción donde se funden los influjos góticos, como lo demuestran arcos y cubiertas, con pervivencias románicas de origen zamorano como la cabecera o la decoración de las portadas.

La iglesia de Santa María del Castillo -antigua ermita del Santo Cristo- debe su nombre a la primigenia que se hallaba en el solar de las actuales escuelas. Este santuario perteneció a la Orden de San Juan o Cruz de Malta, quien la construyó entre finales del siglo XII y principios del XIII.

Arquitectónicamente hablando, hallamos una majestuosa fachada en la que destaca un rosetón que corona el pórtico de arco apuntado. Santa María del Castillo está levantada en sillarejo y su recia contextura de poderosos muros y prismáticos contrafuertes le aportan ese aspecto de severidad y fortaleza.

En una sola nave y con su cabecera de ábside se eleva la bóveda de cuarto de esfera. La citada nave se divide a su vez en dos tramos por un arco fajón sobre semicolumnas. Originalmente, esta iglesia tenía tres puertas (muros sur, norte y oeste) y aún en la actualidad, podemos observar la entrada más septentrional tapiada.

Esta base arquitectónica descrita es propia de una verdadera fortaleza. De ahí, que sobre la capilla se eleve una torre cuadrada y defensiva, como de castillo que le añade el calificativo «del Castillo» a su nombre.

El 5 de junio de 1962 fue declarada monumento Histórico Artístico, muy probablemente le ayudase a obtener esta distinción la posesión en su interior de un cristo renano del siglo XIV que se sitúa en el altar mayor. Esta importante imagen galdarra llegó a estas tierras bañadas por el Duero de la mano del prior Fernán Hernández de Valbuena, quien mando construir la iglesia. Esta talla es la gran desconocida y no goza del mismo reconocimiento que sus homólogas de Carrión de los Condes (Palencia) y Puente la Reina (Navarra), cristos renanos únicos a nivel nacional. De ahí emana la importancia de su necesaria puesta en esta localidad enclavada en la reserva natural Riberas de Castronuño-Vega del Duero.

Santa María del Castillo también atesora en su interior la restaurada imagen de San Miguel, patrón del municipio a quien se venera cada 29 de septiembre celebrando sus fiestas patronales con la famosa bajada del palillo y la peregrina hasta la plaza de toros.