Los nacimientos caen al mínimo histórico y se acentúa la brecha con las defunciones en Valladolid
La provincia registra la mayor pérdida de población por causas naturales desde la posguerra
Nunca antes los paritorios de la provincia habían estado tan poco concurridos. Valladolid registró durante al año pasado la cifra de nacimientos más baja ... desde que existen registros oficiales, desde que el Instituto Nacional de Estadística (INE) recopila datos; los más antiguos, de 1941, en plena posguerra.
En 2018, llegaron al mundo 3.458 vallisoletanos. Es una cifra mínima, por debajo incluso del suelo que se alcanzó entre 1995 y 1998, cuando Valladolid vivió su primera gran crisis demográfica al estrenar saldo natural negativo (morían más personas de las que nacían). La situación remontó entre 2005 y 2012 (con el empuje de la inmigración) y desde entonces la natalidad está en caída libre. El año pasado, mínimo histórico. Nacieron 3.458 personas (1.785 niños, 1.673 niñas), murieron 5.068 (2.507 hombres, 2.561 mujeres).
Solo por causas estrictamente naturales, el padrón provincial adelgazó el año pasado en 1.610 personas. Valladolid no es capaz de garantizar por sí sola el relevo generacional.
Pedro Caballero, doctor en Geografía y profesor de la Universidad de Valladolid, explica que esta es una tónica dominante en Castilla y León desde el año 1986 «que tarde o temprano se tenía que trasladar también a las grandes ciudades» y que se acentuó con la crisis. El problema, asegura, es que son «procesos demográficos muy difíciles de revertir, prácticamente imposible» si no se atiende a soluciones vinculadas con la inmigración.«Desde hace bastante años, laUE recuerda que serán necesarias las migraciones de reemplazo para sustituir al déficit de cotizantes que se vive en muchos países de Europa», añade.
Natalidad en mínimos
Hay varios factores que influyen en este descenso en el número de nacimientos. La media de edad a la que las mujeres tienen el primer hijo se ha retrasado hasta los 31,66 años (en 1978 era a los 25). Esto supone que, aproximadamente, ahora son madres aquellas que nacieron en la década de los años 80, en la etapa posterior al 'baby boom' y cuando ya se redujo de forma sustancial la tasa de natalidad. En 1980 nacieron 7.307 personas en Valladolid.En 1990 fueron 4.113. La horquilla de quienes pueden o quieren tener hijos hoy, por lo tanto, ya es más baja.
Pero, además de que hay menos mujeres en ese tramo de edad fértil, también ha bajado el número medio de hijos que tienen. En 1978 eran 2,53. Ahora se sitúa en 1,18 (por debajo de la media nacional, 1,25). La Encuesta de Fecundidad que hizo el INE el año pasado revela que las mujeres tienen menos hijos de los que quisieran por razones económicas, laborales (la decisión se aplaza por la formación y el trabajo) y de conciliación. Casi tres de cada cuatro mujeres de entre 18 y 55 años desearían tener al menos dos hijos.La realidad es otra.
El año pasado, de los 3.458 nacimientos que hubo en la provincia, en el 52% de los casos se trataba del primer hijo (en el 37%fue el segundo, en el 8%el tercero y supuso el cuarto hijo, o más, en el 3%). «Un aspecto que no se ha enfatizado lo suficiente, y es una de las claves fundamentales, es la pérdida de la sensación de seguridad. Más allá de los dificultades económicas, de los problemas para encontrar un trabajo o acceder a una vivienda. Ya no es solo conseguir un empleo, sino que además sea estable, que no sea precario, porque la expresión de trabajadores pobres es real. Esa ausencia de seguridad pesa como una losa a la hora de planificar el futuro y de pensar en tener hijos», concluye Caballero, integrante además del Consejo de Políticas Demográficas de Castilla y León.
Nacen menos de los que mueren
El principal drama demográfico no está solo en ese descenso en el número de nacimientos. Lo más preocupante es que la cifra se aleja cada vez más del número de defunciones que se registran en la provincia. Hubo 3.458 nacimientos. Fueron 5.068 muertes. La diferencia (1.610) es también la más alta desde que existen registros.
La buena noticia es que la edad media a la que fallecen los vallisoletanos es muy elevada. La esperanza de vida al nacer es de 84,33 años, la quinta más alta del país (por detrás de Madrid, Salamanca, Soria y Álava). La parte negativa es que Valladolid es cada vez una provincia más envejecida (la número 15 a nivel nacional de una lista encabezada por Orense).
El 22,50% de los vecinos de Valladolid tienen más de 65 años. El 7,18% ha cumplido ya los 80. La media de edad de los vallisoletanos es de 45,63 años. Y no deja de crecer. En 1978 era de 32,32 años. Una población cada vez mayor que encamina a Valladolid hacia un círculo vicioso:menos población joven con capacidad de tener hijos, menos niños, personas cada vez más mayores, más porcentaje de jubilados, menos trabajadores y cotizantes a la Seguridad Social...
Menos matrimonios
Valladolid vivió además otro dato mínimo en 2018. Fue el año con menos bodas desde 1987. Se celebraron 1.646. De ellas, 1.205 (73,20%) solo por lo civil. Desde el año 2012, el número de enlaces por la Iglesia católica son minoría.En 1996 eran el 82,3% del total de bodas celebradas en la provincia.Ahora suponen apenas una de cada cuatro (el 25,63%). La cifra de matrimonios sigue bajando, aunque no se alcanzan los mínimos históricos de principios de los años 80. En 1981, por ejemplo, solo se celebraron 759. Eso sí, están lejos de los números de finales de los 70, cuando las parejas se casaban a un ritmo de más de tres mil enlaces al año.
La tasa de nupcialidad (el número de matrimonios por cada mil habitantes) se sitúa en 3,16 en la provincia (por debajo de la media nacional, que es de 3,45). La media de edad al matrimonio es de 35,98 años (ellos se casan de media a los 37,31 años; ellas, 34,74). Son, de media, diez años más tarde de lo que era habitual a finales de los años 70. Por cierto, otra curiosidad, la edad media a la que se divorcian los vallisoletanos es a los 45,97 años.
En España, veinte años seguidos con menos bebés
Aunque la situación no es tan dramática como en Valladolid (o en Castilla yLeón), toda España se encuentra inmersa en una ola negativa en la cifra de nacimientos, que en el conjunto del país es la más baja en veinte años. De los 369.302 nacimientos que tuvieron lugar en España, 76.184 fueron de madre extranjera, lo que supuso el 20,6% del total (frente al 19,3% en 2017). Además, en cuanto al indicador coyuntural de fecundidad (número medio de hijos por mujer) en 2018 se situó en 1,25, con un descenso de seis centésimas respecto al valor registrado en 2017, lo que supone el dato más bajo desde el año 2002. En los últimos años se observa que la disminución del número de nacimientos está acompañada de un retraso en la edad de maternidad. Otro indicador que ahonda en este aspecto se refleja en el número de nacimientos de madres de 40 o más años, que ha crecido el 63,1% en diez años, informa Europa Press.
Como resultado del aumento en el número de defunciones (426.053 en toda España) y de la disminución en el de nacimientos (369.302), el crecimiento vegetativo de la población (la diferencia entre nacimientos de madre residente en España y defunciones), fue negativo en 56.262 personas en el año 2018, una cifra récord desde 1941, cuando empezaron los registros, como ha puntualizado el INE.
En Castilla yLeón, ese saldo negativo fue de 14.199 personas (el segundo peor del país en términos absolutos, solo superado por Galicia) y, por provincias, se notó especialmente en el oeste de la región: León (3.670 defunciones más que nacimientos), Salamanca (1.929) y Zamora (1.844). En esto influye que la tasa de nacimientos (1,14 hijos por mujer) es la quinta más baja de España, mientras que la de defunciones (12,1 por cada 1.000 habitantes) es la segunda más alta del país, por detrás de Asturias.
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