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Lino Rodríguez, el principal acusado, durante el juicio. R. J.
Una extrabajadora: «Se rumoreaba que Lino pagaba viajes y ropa con dinero de Asaja»
Tribunales

Una extrabajadora: «Se rumoreaba que Lino pagaba viajes y ropa con dinero de Asaja»

Miembros de la cúpula del sindicato desconocían la existencia del contrato laboral del expresidente con una asociación sin actividad

El Norte

Valladolid

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Jueves, 25 de febrero 2021, 12:29

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Una exempleada de Asaja en Valladolid aseguró que en el seno de la organización existía el «rumor extendido» de que el entonces presidente, Lino Rodríguez, pagaba cosas personales, entre ellas ropa y viajes, con dinero de la organización profesional agraria. La testigo, Ángeles Falces, responsable en la época investigada del área de formación y despedida en su día de la OPA, compareció en la segunda jornada del juicio por la denominada 'Operación Cebada' en la Audiencia de Valladolid, donde ocupan banquillo el exlíder del sindicato, su esposa, y el gerente y vicepresidente del mismo, acusados, entre otros delitos, de administración desleal y de embolsarse importantes cantidades de dinero aprovechando un entramado de cooperativas filiales del sindicato.

En su declaración, la exresponsable del área formativa fue muy gráfica al apuntar que «se rumoreaba que había cosas que Lino pagaba cosas personales, como viajes y ropa, con dinero de Asaja», así como que también existía la creencia de que el aludido cobraba un salario merced a un contrato secreto concertado con Derco, una de las sectoriales de la organización agraria.

Además de desmentir la afirmación del aludido de que casi todos los años se celebraban asambleas generales en Asaja, ya que la testigo solo recuerda haber vivido dos o tres, también rechazó que el presidente realizara trabajo técnico alguno y explicó que la organización pagaba en cheque o talón a profesores y ponentes e incluso en una ocasión con colonia y crema para sus mujeres, así como que hubo detalles también para con trabajadores del sindicato, como el obsequio de una pulserita y pendientes de Tous tras ganar unas elecciones a cámaras agrarias en 2004.

La entonces empleada, en declaraciones recogidas por Europa Press, también hizo referencia a un viaje a Escocia pagado con una tarjeta expedida a Lino Rodríguez por remolacheros pero que efectuó un hermano de éste, supuestamente para comprar semilla de patata para la sociedad Campo de Peñafiel.

En la misma línea, tanto el todavía contable, Leovigildo C.L, como el entonces tesorero de Asaja y denunciante de los hechos, Alberto Cano, coincidieron al señalar a Lino Rodríguez como el 'factotum' que hacía y deshacía en Asaja y que solo ejercía un papel representativo, ningún trabajo efectivo concreto.

Sin trabajo técnico

«No realizaba ningún trabajo técnico, no daba charlas ni cursos de formación, para mí era solo el presidente, llegaba a la oficina, entraba en su despacho y... poco más puedo decir», aseveró el primero de ellos, mientras que el tesorero mantuvo que ni siquiera sabía que Lino Rodríguez contaba con contrato, pues no había sido aprobado por acuerdo de la junta directiva, y que del mismo se enteró un día por casualidad al inspeccionar unas carpetas en la oficina.

Cano, como principal testigo, aseguró que en la junta directiva del sindicato nunca se habló del contrato laboral de su presidente, Lino Rodríguez, a la vez que reconoció que él, hasta el año 2013, desconoció la existencia del mismo con el Grupo para Desarrollo Rural Colectivo (Derco), una asociación dependiente de Asaja «de la que estaba convencido que no tenía ningún tipo de actividad».

También aseguró que la organización agraria y sus sectoriales «eran lo mismo» a excepción de la cooperativa Indycons. A su vez, explicó que las juntas generales de Asaja Valladolid no se celebraban todos los años y que en las mismas él se dedicaba a leer «un papel que me habían pasado con las cuentas», en el que solo figuraban conceptos generales, informa Ical.

El testigo reconoció que fue el propio acusado Fernando Redondo, gerente de Asaja y, a su vez, secretario de Indicons, el que le puso al corriente de las distintas irregularidades que finalmente puso en conocimiento de la justicia.

También compareció el vocal de Asaja desde 1978, desde la fundación de la OPA, y presidente de Derco, Félix Sacristán, cuya afirmación más sorprendente es que reconoció como suya la firma que aparece en el contrato de Lino Rodríguez realizado en 2004 pero denunció que desconoce el contenido.

Al respecto, el testigo indicó que difícilmente podía estampar su rúbrica en un contrato cuya existencia desconocía, y ello a pesar de la gran amistad que tenía con el beneficiario, y recordó que la firma la estampó en su momento en un documento en blanco en el domicilio de Lino Rodríguez, sede de Sodeprín, la sociedad que gestionaba su esposa y que hacía las nóminas de los trabajadores de la organización agraria. «Cuando firmé, pensé que había una inspección y que se trataba de otorgar un poder para no tener que acudir personalmente a Hacienda», matizó. Sacristán también indicó que participó en una comida en La Parrilla de San Lorenzo con motivo de la comunión de un hijo de Lino Rodríguez, evento cuyo coste, 18.500 euros, fue supuestamente abonado con una de las polémicas tarjetas.

Abrir puertas y ventanas

Otro de los testigos, el actual presidente de Asaja Valladolid, Juan Ramón Alonso García, en la línea de los anteriores, minimizó el papel de su predecesor en el cargo al meramente «institucional», como el que ahora desempeña el declarante, y criticó que cuando tomó las riendas de la organización se encontró con que ésta había asumido el contrato que Lino tenía con Derco. «Lo rechazamos porque desconocíamos su existencia y además porque los estatutos no permiten que el presidente cobre un sueldo», matizó Alonso García, quien también añadió que la idea de la nueva junta directiva era «abrir puertas y ventanas» y por eso se acordó iniciar acciones contra Lino Rodríguez, su esposa y el vicepresidente, Gerardo Rico.

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