El derribo del Edificio Cádiz despeja el camino a la nueva plaza de Delicias
Los dueños acaban de recibir el permiso para iniciar este verano la construcción de 54 pisos en el solar de las calles Cádiz y Huelva
La inmensa mole de acero y ladrillo de los desaparecidos talleres González y Maíllo (GYM), que ocupaba desde los años setenta una superficie de cuatro mil metros cuadrados en pleno corazón de Delicias, ha quedado reducida al olvido por las máquinas después de tres meses de complicados trabajos de demolición en el marco de un renacido proyecto para abrir allí una plaza y construir dos bloques de 54 pisos en torno a la misma en la esquina de las calles Cádiz y Huelva. «La idea es comenzar las obras a mediados del mes de julio para que tanto la plaza, que ocupará una superficie de 1.400 metros cuadrados, como las viviendas estén listas a finales del año siguiente o principios de 2020», apuntan fuentes de la constructora local, afincada en Delicias, que ha recuperado del olvido una iniciativa que colea desde hace más de doce años y que dormía en un cajón después de que la crisis se llevara por delante a su promotora inicial.
El inicio de los trabajos de construcción solo está pendiente de la aprobación del proyecto de ejecución, que ha recibido hoy mismo el visto bueno de la Junta de Gobierno municipal, que ya aprobó la demolición de los antiguos talleres el pasado 14 de febrero. Estas obras comenzaron al mes siguiente y los operarios acaban de concluir esta misma semana las tareas de retirada de los escombros para dejar el terreno despejado. «Vamos a conservar los muros laterales a modo de valla de obra, pero después se demolerán también, ya que la plaza estará abierta a la esquina de las calles Cádiz y Huelva», apuntan las fuentes consultadas de la empresa. Justo detrás, con forma de 'L', se levantarán dos bloques de cinco alturas.
Las máquinas han eliminado la mole de los antiguos talleres GYM en los últimos tres meses
De manera que el barrio ganará una nueva plaza en mitad de un entorno saturado de bloques de viviendas, fruto del urbanismo salvaje de los años sesenta y setenta, que dejó un entramado de calles estrechas sin apenas lugar al esparcimiento de los vecinos. El proyecto, recuperado por la promotora Cavidel XXI, viene a prolongar las intervenciones realizadas años atrás en tres manzanas del entorno, en las que se abrieron pequeñas plazoletas entre los nuevos bloques de viviendas, aunque ninguna de ellas tan abierta como la que surgirá de los escombros de talleres GYM.
Las naves del denominado Edificio Cádiz, que albergaba la citada planta de suministros industriales, fueron levantadas en los setenta y llevaban veinte años abandonadas, desde que los talleres, hoy desaparecidos, se mudaron al polígono industrial de La Mora (La Cistérniga). Los vecinos del entorno llevaban lustros denunciando precisamente su mal estado y la insalubridad generaba por las ratas y palomas que poblaban su interior. Eso al margen de la presencia de uralita, un material altamente cancerígeno, en la cubierta, que ha sido retirada ahora, antes del inicio de los trabajos de demolición, por una empresa especializada.
El proyecto original, aprobado hoy por el órgano de gobierno del Ayuntamiento, ya recibió la autorización municipal en 2006, aunque la quiebra de la primera promotora se produjo antes, incluso, de que comenzarán las labores de derribo de una mole de acero y ladrillo de la que hoy solo se conservan, y por poco tiempo, sus muros laterales.
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