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J. Sanz
Miércoles, 7 de septiembre 2016, 08:18
La mala suerte parece haberse cebado este verano con la empresa familiar de transportes Anastasio Vicente e hijos. Uno de sus camiones fue pasto de las llamas el pasado 21 de julio, en un incendio causado por una chispa de una cosechadora en Mojados, a apenas unos kilómetros de su base de Alcazarén, junto a la N-601. «El fuego destrozó la cabeza y el remolque cerealero cuando estábamos trabajando precisamente para recoger el cereal de esa tierra», recuerda su propietario. Así que tuvieron que adquirir uno nuevo. «El camión y el remolque que se llevaron anoche los acabábamos de comprar precisamente para sustituir a los que se quemaron en julio», aclara la víctima.
Así que entre el incendio de hace mes y medio y el robo de ayer, la empresa supera los ochenta mil euros en pérdidas. «Saldremos adelante», anticipa.
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