La Junta cesa al director del IES Emilio Ferrari, un mes después de que le nombrase

En menos de un mes ha resuelto la Delegación Territorial de la Junta, que dirige Pablo Trillo-Figueroa, la polémica que se creó en junio pasado en el Instituto de Educación Secundaria (IES) Emilio Ferrari de Valladolid, a cuenta de quién iba a estar al frente del centro educativo el próximo curso, puesto al que pugnaban dos aspirantes.

Y lo ha hecho dando la razón a la profesora Asunción Garrido, que durante los últimos cuatro años había asumido la dirección del IES, frente al profesor Jesús González, quien había sido nombrado por la Dirección Provincial de Educación tras un proceso selectivo que había sido cuestionado internamente por la comunidad escolar del Ferrari.

La respuesta del delegado Territorial se produce después de que Garrido, que contaba con el respaldo mayoritario del Claustro de Profesores, presentase un recurso de alzada ante la Junta, en el que pedía que se revocara el nombramiento de González por no haberse tenido en cuenta la puntuación que emitió una Comisión. En el proceso, se cambió la propuesta provisional favorable a la docente que, además, imparte Física.

Dos profesoras elegidas entre los 76 docentes que trabajan en el instituto valoraron los proyectos para el centro presentados por ambos aspirantes, descartando el de González. Sin embargo, «la inspectora de Educación le dio ocasión de rectificarlo, cuando no tenía competencia», según censuraron profesores.

De este modo, y tras una nueva deliberación de los programas, Asunción Garrido obtuvo la mayor puntuación, que fue modificada también tras el recurso promovido por el otro aspirante, que obtuvo así el respaldo de la Inspección.

La decisión del nombrar al nuevo director, a finales de junio, causó indignación y un colectivo de profesores promovió la recogida de firmas para apoyar a Garrido. Ésta optó por presentar, además, el recurso de alzada ante el delegado Territorial, Pablo Trillo-Figueroa, que ha decido revocar la designación de González por parte de la Dirección de Educación, dando la razón a la que durante los últimos años había estado al frente del IES. La respuesta para la revocación ha sido inferior al plazo de tres meses que tenía.

Gobierno de un instituto

La ley de Educación (Lomce) regula cuáles han de ser los mecanismos de participación y dirección en los centros. Para poder acceder al puesto de director de un instituto, cuyo complemento a mayores de la nómina es de unos 400 euros, además de los méritos profesionales, los aspirantes deben de presentar un proyecto que tiene que valorar una Comisión. Se busca con ello no sólo que el candidato cumpla con los requisitos, sino que también tenga el mayor respaldo posible, tanto de padres como de los compañeros docentes.

«No es un puesto cómodo el gobierno de un instituto», dice un docente. El Emilio Ferrari tiene 1.400 alumnos y más de 70 profesores, con los que hay que cuadrar horarios, programas y actividades. Además hay que «escuchar a los padres».

Entre las competencias que la Lomce atribuye al director están ostentar la representación del centro y de la Administración, promover la innovación educativa, impulsar planes, ejercer la jefatura de todo el personal adscrito y garantizar el cumplimiento de las leyes.

Debe aprobar también la programación general anual del centro, decidir sobre la admisión de alumnos, presidir actos y realizar contrataciones de obras, servicios y suministros. A estas y otras competencias se añade una media de 8 horas de clase semanales. Un profesor da 21.