Un agricultor de Serrada regala 100.000 kilos de patatas

Tras llevar desde el mes de octubre dándole vueltas a la cabeza intentando buscar la solución al problema de qué hacer con sus patatas, el agricultor serradeño Paco García encontró durante la tarde noche del miércoles la posible solución. «Este año la campaña ha sido una ruina», comenta el joven, quien desde el mes de agosto ha visto cómo todo el esfuerzo puesto en la tierra no ha servido de nada.

Ante la posibilidad de dejar que las patatas se pudran en el campo o darles una mejor utilidad para todas aquellas personas que lo necesiten, García decidió optar por la segunda vía. A través de las redes sociales anunció que regalaría 100.000 kilos de este tubérculo variedad knnevec (también conocida como patata gallega).

«No me lo he pensado dos veces y he decidido regalar toda la producción de las cuatro hectáreas que tengo plantadas de patatas», explica. A continuación apostilla que «es una pena ver cómo todo el esfuerzo termina en patatas podridas en la tierra, ya que este año la campaña ha sido desastrosa». Por eso, antes de que terminen heladas, prefiere «regalarlas», asegura.

Además de regalar las patatas a todo aquel que se acerque hasta su finca, García también se ha puesto en contacto con el Banco de Alimentos de Valladolid para ver si su producto tiene cabida en los almacenes y puede llegar a formar parte de las cenas de navidad de multitud de familias de la provincia que están atravesando por una situación económica complicada.

Hace dos años este joven agricultor decidió apostar por la variedad de patata gallega. «Me dijeron que era muy buena», asegura. Los precios del primer año «fueron muy buenos y era rentable». Pero «la pésima campaña» de esta temporada ha dado al traste con la rentabilidad que García pretendía obtener de sus cuatro hectáreas.

El modus operandi de esta peculiar operación patata es de lo más sencillo. «La gente que quiera puede venir y llevarse todo, incluso hasta un camión si es lo que quieren, ya que antes de que se pudran y se congelen prefiero que estén en las despensas de la gente, que seguro que a muchos no les viene nada mal», justifica García, quien durante la jornada de este viernes seguirá sacando patatas para regalar.

La francesa

«En estos momentos nos están pagando una miseria por la patata, una miseria que en el mejor de los casos no llega a superar los 6 céntimos, pero claro, nosotros tenemos que invertir entre 12 y 14 céntimos», comenta García, para a continuación añadir que «a los agricultores que tienen patatas no les cabe más remedio que regalarlas o dejar que se pudran en el campo, porque es la única solución».

Y es que además de malvender el tubérculo, los agricultores tienen que luchar contra la patata francesa que «es la que se vende en las grandes superficies ya que sus precios son todavía mucho más bajos y son los que están en todo el mercado, por eso hay tanto excedente de patata en España».