Alcazarén se echa al monte
Pese a la lluvia, cientos de vecinos recrean la vida y andanzas del famoso bandolero Luis Candelas
c. catalina
Domingo, 9 de noviembre 2014, 20:02
La mañana del 6 de noviembre de 1837 cientos de madrileños se congregaron en la plaza de la Cebada para presenciar cómo el garrote vil terminaba con la vida de Luis Candelas, el bandido madrileño más famoso de la época, condenado a la pena capital por 40 robos. Había sido apresado el 18 de julio por la guardia del puesto de aduanas de Puente Mediana, en el camino de Valladolid a Toledo, después de pernoctar en la antigua posada del Caño de Alcazarén. Regresaba a Madrid desde Gijón en compañía de la tercera mujer de su vida, Clara, después de negarse ella a embarcar rumbo a Inglaterra huyendo de la justicia tras dos importantes atracos: el asalto a la modista de la Reina en su taller, y al embajador de Francia y su señora en una diligencia.
El sábado, 177 años después y con la lluvia presente, un centenar de vecinos de Alcazarén se echaban al monte y ataviados de bandoleros, soldados, damas, aristócratas, damas y campesinos, recreaban la vida y andanzas de este delincuente atípico.
No en vano Luis Candelas fue un hombre astuto que supo salir airoso de los enredos en los que se metía. Los barrotes de la prisión tampoco eran un obstáculo para que se dedicara a robar bajo la máxima de que la fortuna estaba mal repartida. Nunca llegó a matar a nadie.
La recreación histórica estaba promovida desde el Ayuntamiento a través de la oficina municipal de turismo que lidera Víctor Gutiérrez, y se planteó como un proyecto de participación ciudadana en el que ha colaborado la Diputación de Valladolid y que ha tenido como complemento una feria de productos artesanos y otras actividades.
La inauguración corrió a cargo del escritor, periodista, exdirector de El Norte de Castilla y Premio Cervantes, José Jiménez Lozano, quien ofreció una pequeña charla sobre el contexto histórico y social en el que discurrió la vida de Luis Candelas.
Tras el acto inaugural tuvo lugar un desfile con indumentarias de la época que concluyó en la Plaza Mayor, ambientada con un mercado de productos artesanales, donde tuvo lugar el I Concurso de Patillas Bandoleras de la Villa de Alcazarén. Original iniciativa en la que participaron una docena de figurantes ataviados de bandoleros, capellanes, aldeanos y guardias, entre los que el jurado determinó al considerar que eran las más auténticas y mejor presentadas, las que lucía el joven Jorge González.
Representación teatral
Ya por la tarde, con todo preparado y la lluvia haciendo aparición apenas quince minutos antes de la hora prevista y visto que, o se hacía o de lo contrario ya sería imposible programarlo en otra fecha y menos aún en un espacio cerrado dadas las características del montaje, se apostó por llevar a cabo la representación sin posibilidad de utilizar los equipos de reproducción de sonido por el agua que caía. El público se protegió bajo los paraguas y finalmente se pudo llevar a cabo el montaje teatral de la vida del famoso bandolero, escrito por Paula Puentes, una vecina de Alcazarén y gran aficionada a la escritura que, además, fue la encargada de dar vida a la posadera. La dirección corrió a cargo de Víctor Gutiérrez, Ana Yustos y Diana Rodríguez.
El resto de la primera jornada, «con un gran ambiente y éxito pese al mal tiempo reinante» como indicaba el regidor alcazareño, Alfonso García Cano, se completó con la degustación de las tapas presentadas al certamen del Pincho Bandolero.
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