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laura negro
Domingo, 24 de agosto 2014, 14:19
Raúl Sánchez es ingeniero forestal. Trabaja en una empresa tecnológica y hace algunos años decidió dar un nuevo enfoque a su vida, por lo que empezó a practicar yoga y meditación. Fueron tantas las sensaciones y beneficios que su práctica le aportó que decidió formarse más profundamente en prestigiosas escuelas de yoga, con el objetivo de convertir su nueva pasión en una forma de ganarse la vida. Pensó que la mejor manera de hacerlo era crear una escuela que promoviera la enseñanza del yoga clásico.
Pero no quiso embarcarse solo en este proyecto y convenció a Paz, su mujer, y a siete amigos más para que se unieran a su causa. «Me di cuenta de que en Valladolid el yoga era todavía un gran desconocido y vi una oportunidad empresarial. Decidí hacer partícipe a varios de mis amigos y finalmente somos nueve los socios capitalistas. La nuestra no es una empresa al uso, ya que organizamos muchas jornadas solidarias, donamos parte de los beneficios en definitiva, no es un mero negocio para ganar dinero», explica este maestro de yoga e ingeniero.
Se habían propuesto acercar la disciplina del yoga a los vallisoletanos de todas las edades.Y lo han conseguido. El pasado mes de septiembre inauguraron Yoga Style, su escuela, en la que imparten yoga a personas de diferentes edades, adaptándolo a su vida cotidiana.
Sonia Rojo es una de las socias emprendedoras. Amiga de Raúl y de su mujer, Sonia se dejó seducir por la pasión por el yoga y decidió apoyarles en esta iniciativa empresarial. «Vimos que la idea estaba muy meditada y decidimos lanzarnos a la aventura. La verdad es que está resultando fenomenal y entre los socios nos entendemos muy bien. Unos llevan las cuentas, otros aportan ideas, trabajo todos estamos muy involucrados», explica.
Eduardo Merino es otro socio convencido de los beneficios de esta milenaria disciplina. «Raúl me invitó a realizar una práctica de yoga y acudí pensando que no me iba a gustar, porque tenía la idea preconcebida de que era algo relacionado con la meditación finalmente fue algo que me sorprendió y me encantó. Acabas con una sensación de relax y bienestar que es difícil de describir», aclara.
El primer paso fue elaborar un plan de empresa con el que analizaron la viabilidad técnica y económica de su idea. «Confiaba en mis posibilidades y en las de los profesores que iban a entrar a formar parte de la escuela. Los números también cuadraban y por ello nos pusimos a buscar local. No fue tarea fácil, ya que aunque hay muchos locales disponibles en Valladolid, necesitábamos una sala amplia, baños adaptados y una pequeña recepción», indica Raúl.
Buscando líneas de financiación, se encontraron con el Programa de Apoyo a Jóvenes Emprendedores del Instituto de la Juventud de Castilla y León. Yoga Style fue uno de los 18 proyectos que, por su carácter innovador a nivel tecnológico y social, obtuvo una dotación de 2.000 euros. «Somos innovadores tecnológicos, ya que utilizamos un sistema lumínico para dar clase a personas sordas. Usamos distintas intensidades y colores de luz para marcarles las diferentes posturas a realizar», anota el profesor de yoga. «Lo que más nos motivó es que en total se presentaron 178 proyectos y el nuestro fue uno de los 18 seleccionados. Ahí vimos que había expertos que confiaban en nuestra idea y veían posible esta nueva empresa», completa su mujer, Paz González.
Ofrecen clase de Hatha yoga clásico, de yoga dinámico, yoga pilates, yoga prenatal y también para niños. Además de Raúl, han contratado a Pilar, una experta en yoga, para impartir clase. «Trabajamos sobre todo la respiración, la espalda y la relajación. Son nuestros tres puntos básicos. Las clases de yoga prenatal, por ejemplo, tienen mucho éxito, ya que está muy recomendado para mujeres embarazadas, para la preparación al parto y recuperación del suelo pélvico. Además, también hacemos talleres de recuperación de espalda, con parte teórica, en la que hablamos de las dolencias más comunes, explicamos cómo calmarlas desde el punto de vista postural y también una parte práctica».
La escuela Yoga Style tiene un horario muy amplio. Las clases comienzan a las ocho de la mañana, horario que solicitan muchos trabajadores del sector del comercio antes de empezar la jornada. La escuela cierra a las 21:30 horas. Existen varias tarifas a disposición de los clientes. Así, una clase de hora y media a la semana tiene un coste de 33 euros al mes.
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