La promoción del 64 cierra el círculo
Los capataces agrícolas y capataces mecánicos de la granja-escuela 'José Antonio' celebran una jornada de convivencia por el 50 aniversario de su graduación
juan pascual
Viernes, 4 de julio 2014, 17:38
Hace 50 años, el 16 de julio de 1964, El Norte de Castilla publicaba una información sobre la graduación de 25 capataces mecánicos y 25 capataces agrícolas de la granja-escuela 'José Antonio' de Valladolid, situada en el actual Villa del Prado. 50 años despúes, Isidoro Pérez, uno de aquellos graduados, ha realizado una labor titánica, juntando a la mayoría de aquellos graduados en una jornada de convivencia, recuerdo y celebración.
«La idea me andaba rondando la cabeza ya un tiempo, al ver que se publicaban informaciones sobre distintos actos de conmemoración de diferentes graduaciones, y pensé que nosotros podíamos hacer lo mismo» declara el artífice de todo esto. La idea fue lo más fácil. A partir de ahí se puso en contacto con El Norte de Castilla y con la Diputación de Valladolid, que era la responsable de la granja-escuela, para que le facilitasen la lista de los alumnos de aquella promoción y todos los datos que pudiesen. Al final fue un éxito y el día 4 de julio se reunieron todos.
Su jornada de convivencia comenzó en la Diputación de Valladolid, a la que el propio Isidoro considera como «la madre de la granja-escuela». Al llegar allí los recibió el miembro del gabinete de presidencia, Fernando Esgueva, quien les mostró el Palacio de Pimentel, cotándoles los entresijos e historias que guarda en sus paredes. Tras esto, se dirigieron al salón de plenos, donde los recibió el presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, quien les dio la enhorabuena por conseguir juntarse para este «acto de hermandad» y en especial al artífice de todo, Isidoro Pérez. Carnero aseguró que ahora empezaban «a por otros 50» y que «lo importante no es ser capataces agrícolas o mecánicos, sino llegar a su edad». Para Carnero, lo más importante es «que lo disfruten»
El momento más emotivo de la mañana se vivió cuando Isidoro se colocó junto al presidente de la Diputación para agradecerle la acogida del proyecto que el mismo les propuso y las lágrimas saltaron de sus ojos por la emoción. Casi sin poder hablar, obligándose a si mismo a que las palabras acudiesen a su garganta, Isidoro agradeció también a sus compañeros por haber acometido el esfuerzo de parar por un día sus vidas y celebrar todos juntos el 50 aniversario de su promoción.
Tras la Diputación acudieron a visitar el Museo Nacional de Escultura y tras esta visita acudieron a las Cortes de Castilla y León, que están emplazadas en el mismo lugar donde antes se encontraba la granja-escuela 'José Antonio', lugar donde esta promoción estudió. Así, tras 50 años, la promoción del 64 volvía al lugar que fue su casa durante dos años. Así, la promoción del 64 cierra su círculo.