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Para los amish, la barba simboliza al hombre casado y el pelo demuestra la belleza de la mujer. :: EFE
CONTRAPORTADA

Los amish siguen con su poda

Ataques entre clanes de esta secta con afeitado de barba y cortes de pelo

PEDRO SAN JUAN

Lunes, 10 de octubre 2011, 02:50

El mundo entero los descubrió en 1985 gracias a Hollywood. La película 'Único testigo', protagonizada por Harrison Ford, desveló a millones de espectadores cómo era la vida real en una pequeña comunidad amish, una extraña comunidad religiosa que desde entonces perdió su anonimato. A pesar de todo el revuelo que se montó, ellos siguieron a lo suyo. Continuaron anclados en el pasado, vistiendo como lo hacían sus antepasados suizos y alemanes que llegaron al Nuevo Mundo en el siglo XVIII y cumpliendo a pies juntillas las enseñanzas del Antiguo Testamento.

En la actualidad cuentan alrededor de 260.000 miembros repartidos por 28 estados y forman un grupo cultural y étnico fuertemente unido, aislado de forma voluntaria del mundo exterior y ajeno a todas las modernidades: se desplazan en carretas y tienen prohibido el uso de la televisión, el ordenador y la electricidad. Defienden la vida sencilla y el pacifismo.

Por eso esta semana han saltado todas las alarmas al producirse una serie de ataques violentos contra varios poblados amish en Ohio, al noreste de Estados Unidos. Pero lo que más ha preocupado a las autoridades es que los presuntos autores son miembros de un clan amish enemistado con el resto. Tal vez por eso, los asaltantes sabían cómo hacer daño de verdad a sus víctimas. Sin coches que quemar, joyas que robar ni lujos que dañar, optaron por atacar los «símbolos de su identidad». A los varones les afeitaron por la fuerza sus barbas y a las mujeres les cortaron el cabello, lo que supone un auténtico sacrilegio. Según los preceptos bíblicos seguidos por estas comunidades, la barba es símbolo máximo del hombre casado y las mujeres no deben cortarse nunca el pelo puesto que demuestra su belleza natural.

Tal y como ha publicado el periódico local 'Intelligencer Wheeling News-Register', las autoridades han centrado sus sospechas en un clan que reside a las afueras de la localidad de Bergholz. «Numerosos miembros» de este grupo fueron el pasado viernes investigados e interrogados por la policía, que tiene indicios de que ellos son los responsables de los ataques. Al parecer, durante una de estas agresiones, los asaltantes se declararon miembros del «clan Bergholz». Por el momento, según el rotativo, no ha habido ni arrestos ni acusaciones.

Con sello patriarcal

Lo que sí está confirmado, según el 'sheriff' local, es que los cabellos cortados a las víctimas fueron llevados ante el patriarca del clan para demostrarle que las operaciones habían sido un éxito. «Creemos que el origen de estos incidentes podrían ser de orden religioso, ya que el clan Bergholz es un grupo independiente que ha sido rechazado por el resto de grupos», explicó el policía.

Los estudiosos de las comunidades amish, como el profesor Donald Kraybill, del Elizabethtown College en Pensilvania, se muestran «extrañados» ante este «aberrante comportamiento». «La violencia entre ellos es muy extraña y estos ataques malintencionados solo pueden interpretarse como una secesión dentro de la comunidad».

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