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Una joven coloca unas cajetillas de tabaco en las estanterías de un estanco de la capital segoviana. :: ANTONIO DE TORRE
SEGOVIA

Las ventas de tabaco empiezan a comerle terreno a la prohibición

Pese a los vetos de la ley, la tendencia del primer semestre dibuja un ascenso paulatino del consumo en Segovia

CÉSAR BLANCO

Jueves, 4 de agosto 2011, 02:48

Mientras el endurecimiento de la ley antitabaco sobre consumo y venta aún no ha apagado el malestar de los hosteleros, que siguen echando humo por culpa de la pérdida de negocio que aseguran que ha acarreado la prohibición de fumar en sus locales, la evolución del mercado a lo largo del primer semestre de vigencia de la reformada normativa dibuja que los bríos con los que arrancó a principios de año se han desinflado poco a poco, mes a mes.

Malo sería que aquella vuelta de tuerca apretada por el Gobierno central en aras de la protección de la salud pública no hubiera tenido repercusión alguna y que la presencia social de esa enfermedad que es el tabaquismo hubiera permanecido intacta; pero la verdad es que los números cantan y demuestran que el veto ha perdido fuelle de manera paulatina en lo que a consumo se refiere. Pese a observarse un descenso general del consumo de tabaco con respecto al año pasado, calada tras calada se aproximan las cifras actuales de ventas de cajetillas con las que se registraban hace tan solo un año, cuando el escenario restrictivo no existía.

Enero, el mes que supuso la piedra de toque de los fumadores con la prohibición, empezó con fuerza. Muchos aprovecharon para quitarse la nociva costumbre del 'pitillo' y desengancharse de la adicción. La revolución emprendida contra los malos humos del tabaco parecía haber conseguido el impacto deseado. Con la avanzadilla limitadora en incipiente apogeo, en Segovia las ventas experimentaron un descenso superior al 45% frente el mismo periodo del ejercicio anterior. Mientras que en ese pasado mes de la inauguración del endurecimiento legal se vendieron en la provincia 573.351 cajetillas, en enero de 2010 el negocio ya había movido 1.047.777 paquetes de cigarrillos.

A menos ventas, menos recaudación. Es una lógica aplastante. La actividad mercantil bosquejada por enero sufrió la embestida de la irrupción legal, que se alió, como ocurre en los arranques de cada año, con los buenos propósitos de aquellos fumadores que quieren convertirse en exfumadores. Los ingresos obtenidos a través de la comercialización del tabaco se desplomaron durante esos primeros escarceos de la reforma legislativa. La prohibición de fumar trajo consigo en la provincia la pérdida de 1.077.308 euros frente al primer mes del ejercicio precedente, o lo que es lo mismo, una caída del 33% solo en el gasto efectuado en los tradicionales paquetes de veinte cigarrillos.

Con el transcurso de los meses, las estadísticas del Comisionado para el Mercado de Tabaco, organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, acortan las distancias entre este año y el anterior. Es un síntoma de que la regulación antitabaco parece perder ese empuje inicial o que empieza a llegar a su tope persuasivo. En febrero, por ejemplo, el consumo de cajetillas descendió en Segovia, pero solo el 10%. La evolución arrojada por ese segundo mes ya dejó entrever que la legislación y su arsenal de restricciones ya habían calado entre la población fumadora, que bien por salud o por el bolsillo, quiere deshacerse del hábito. También comenzó a atisbarse que la actividad mercantil en torno al tabaco se encaminaba hacia un escenario de estabilización del negocio.

Los meses posteriores han confirmado esa tendencia que avanza hacia la equiparación del volumen de ventas del ejercicio actual estigmatizado por el veto y el anterior curso liberado del encorsetamiento impuesto a fumar en bares, restaurantes, discotecas y otros espacios públicos cerrados. Sí, se fuma menos. Pero a pesar de ello, el primer semestre dibuja una evolución ascendente del negocio en la provincia, tal y como se sonsaca de las estadísticas del Comisionado.

Otras formas de fumar

En marzo las ventas ya se elevaron hasta rozar las 774.000 cajetillas; un mes más tarde se superaron las 775.200; en mayo la curva siguió al alza y se comercializaron en la provincia más de 929.500 paquetes de cigarrillos, y en junio los fumadores segovianos adquirieron casi diez mil unidades más que el mes anterior. Aún así, la prohibición ha hecho mella en el negocio. Las ventas de cajetillas han caído en porcentajes que oscilan entre el 19% y el 11%, en función de la mensualidad que se compare.

Con la crisis a cuestas y las economías familiares bajo mínimos, el tabaco es un aspirante a gasto prescindible. Esta motivación de ahorro y los constantes encarecimientos de los productos promovidos por las marcas arropan la esencia del veto. De hecho, los datos más recientes del Comisionado del Mercado del Tabaco en España refrendan el trasvase en cuanto al tipo de consumo que ya se oteaba cuando irrumpieron en escena las estrecheces económicas. Así, el tabaco de liar y la picadura de pipa continúan al alza en lo que se refiere al volumen de ventas, con ascensos del 9% y del 250%, respectivamente, en la provincia segoviana frente a los resultados del año pasado.

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