El auxilio viene de Soria

La pérdida de poder del PSOE de León por la derrota en la capital tiene una segunda consecuencia para su secretario provincial (que no líder, porque si un líder pierde en las urnas, deja de serlo), Francisco Fernández: La pérdida de influencia en el ámbito autonómico. El secretario provincial socialista se pasó meses pidiendo un grupo leonés dentro del grupo socialista en las Cortes de Castilla y León. Era su forma de hacer ver que mandaba en la sede regional (autonómica, vista desde León). Quienes conocen los intríngulis del PSOE regional aseguran que a esa influencia de Francisco Fernández se debe el eslogan de Óscar López de 'Para Castilla. Para León'.

Sea como fuere, las urnas pulverizaron el 22-M la influencia del dirigente leonés. Ni habrá grupo leonés en el grupo socialista de las Cortes ni nada parecido. Ojo, tampoco lo habría habido en el supuesto de que Fernández hubiese ganado, pero habría hecho tanto ruido que le habría dado más de un dolor de cabeza al secretario regional Óscar López.

Mientras este prepara su salida del Congreso y su entrada en el Senado en representación de la comunidad autónoma, escaño que compatibilizará con el de las Cortes regionales, le ha llegado en forma de bombona de oxígeno de dimensiones siderales el auxilio del socialista a quien las urnas han decidido mantener como único bastión capitalino con mayoría absoluta en esta comunidad: el regidor soriano Carlos Martínez. A punto de cumplir 38 años (los hará el día de San Juan), el alcalde de Soria ya ha hablado desde el oráculo particular en el que le han colocado las urnas dentro del PSOE de Castilla y León: «Óscar López ha comenzado un proyecto que debe tener continuidad» declaraba este fin de semana. Ya está. Tranquilidad para López. Le acaba de apuntalar quien se ha convertido en la referencia socialista por encima de todos los barones provinciales que hasta ahora trataban de influir en el ámbito autonómico.

A Carlos Martínez no se le ha llevado por delante el tsunami Zapatero-crisis económica porque ha demostrado en Castilla y León que cuando el PP está dividido y sin proyecto (que es lo que pasa en el PP soriano) si hacia donde miran los ciudadanos encuentran alternativa creíble, la votan. Soria arrebata a León el cetro de la influencia regional.