Entre copita de vino y tapita de jamón

Una vez descubierta la placa inaugural, muchos de los invitados pudieron saludar e intercambiar alguna que otra impresión con don Juan Carlos. Mientras tanto, los camareros circulaban entre ellos con las bandejas de vinos y otras bebidas y con platos de jamón de Guijuelo y demás delicias gastronómicas, ataviados con mandiles en los que destacaba el gran corazón amarillo de Tierra de Sabor, la marca de calidad de los productos agroalimentarios de Castilla y León, que ha sido creada por la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta. Por cierto, allí estaba su titular, Silvia Clemente, junto a la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo. El Rey, desde luego, no se resistió ni al jamón ni a la copita de vino. Los bodegueros y alcaldes de la comarca vitivinícola vieron recompensada su hora de espera. Don Juan Carlos se abrazó a Pablo Álvarez, sin tenerle que recordar que adora el Vega Sicilia, al igual que hizo poco después con Alejandro Fernández (Pesquera); pero sí que le comentó a Carmelo Rodero que sus vinos están entre sus preferidos. También le explicó a Miguel Ángel Carrascal, presidente de Protos, que los caldos de esta bodega de Peñafiel estuvieron presentes en la recepción que ofrecieron los Reyes y los Príncipes a la presidenta de Irlanda, Mary McAleese, en el Palacio Real, el pasado lunes.

Don Juan Carlos estrechó las muchas manos de otros bodegueros, como Luis Sanz y su hijo, Iván Sanz Cid (Dehesa de los Canónigos), Carlos Moro (Grupo Matarromera), Alberto Cobo (Bodega Lleiroso), Jesús González (Grupo Yllera), Ismael Arroyo (de la bodega del mismo nombre situada en Sotillo de la Ribera y uno de los fundadores de la DO), Tomás Postigo (también lleva su nombre en Peñafiel), Ignacio Arzuaga (Bodegas Arzuaga Navarro), Alfredo Rodríguez (Viña Buena, de Aranda de Duero), Jesús Ribón (de Viñedos y Bodegas Ribón, de Quintanilla de Onésimo) y Daniel Aguirre García (de Abadía de San Quirce-Bodegas Imperiales).

Su majestad también saludó al abad de Silos, Clemente Serna, al alcalde de Burgos, Juan Carlos Aparicio, y al empresario burgalés José Antolín (Grupo Antolín); así como a muchos de los alcaldes de la comarca vitivinícola, entre ellos al de Roa, David Colinas; San Esteban de Gormaz, Millán Miguel; y Peñafiel, Félix Ángel Martín.

Aunque el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, no intervino durante el acto inaugural, sí que comentó antes de irse que «este es el mejor sector de Castilla y León» en referencia al vitivinicultor.

Antes de partir hacia Viña Pedrosa para comer en compañía de los hermanos Pérez Pascuas, el Rey fue obsequiado con una botella magnum de un reserva genérico de la Ribera del Duero, de la añada 2007, con el nuevo complejo arquitectónico grabado en la caja de madera. En la puerta de la sede del Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero, le esperaba un gran grupo de vecinos de Roa que no perdieron la oportunidad de saludar a su Rey, a pesar del viento y el frío.