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FERNANDO CABALLERO
Miércoles, 23 de marzo 2011, 11:06
Los paisajes que rodean los cauces fluviales, lagos, pantanos y mares se ven de forma diferente desde la orilla que desde el propio agua. Son panorámicas y sensaciones distintas. El Canal de Castilla ha estado hasta ahora prácticamente vetado a la navegación, por lo que el paisaje que rodea el cauce apenas es conocido por los ciudadanos desde el agua.
Esta veda se ha abierto desde hace pocos años a través de los barcos que surcan tramos concretos del Canal, promovidos todos por las diputaciones de Palencia, Valladolid y Burgos. Un paseo por el Canal de Castilla hasta entonces solo estaba reservado a los caminos de sirga, desde donde se observa el lento y tranquilo curso del agua, pero ahora existe la posibilidad de recorrer determinados tramos del Canal desde el agua, desde el cauce. En Palencia, primero fue el Marqués de la Ensenada, que funciona en Herrera de Pisuerga desde octubre de 2009, y desde ayer, el Juan de Homar es la nueva embarcación que surca las aguas del histórico cauce en Villaumbrales, en el Ramal de Campos, para redescubrir el Canal.
La Diputación Provincial lo estrenó con sendos viajes, el primero para periodistas, y el segundo para representantes de las instituciones. Los vecinos de Villaumbrales no quisieron perderse este momento y fueron ellos los que también se subieron a los primeros viajes del barco.
El presidente de la Diputación, Enrique Martín, definió ayer, antes de estrenar el Juan de Homar, a esta embarcación como un recurso turístico más de la provincia de Palencia. La nueva embarcación se une al Marqués de la Ensenada, al Museo del Canal de Castilla, al castillo de Fuentes de Valdepero, a la Cueva de los Franceses y a La Olmeda. «Uno solo no hace nada, pero todos estos recursos ayudan a crear riqueza, mantener el empleo y fijar población», declaró Martín.
Asimismo, animó a la iniciativa privada a poner negocios en torno al Canal de Castilla, ya que, en su opinión, las administraciones «hacen lo que pueden hacer y llegan hasta donde llegan, pero no pueden crear bares, restaurantes, tiendas de recuerdos o de alquiler de bicicletas, porque no es su finalidad». Para el titular de la Diputación, son los empresarios los que deben «emprender iniciativas y proyectos que, en este caso, se complementan con un museo y un barco con una ruta turística». Martín reconoció que esta implicación de la iniciativa privada está fallando.
Finalmente, realizó un balance muy positivo del Plan de Excelencia Turística, que ha gestionado un consorcio con aportaciones de las diputaciones de Palencia, Valladolid y Burgos, y de los gobierno regional y central. «El plan ha permitido importantes mejoras en el Canal de Castilla», aseveró.
El presidente de la Diputación anunció que si sigue en el cargo -dijo que aún desconoce si será de nuevo candidato del PP a la presidencia de la institución-, uno de sus proyectos será comprar un tercer barco para la provincia.
Acueducto de las Antanillas
El nuevo barco turístico, que ha impulsado y financiado íntegramente la Diputación de Palencia, navega en el tramo comprendido entre el embarcadero de Villaumbrales hasta el acueducto de las Antanillas, sin llegar a la almenara del mismo nombre, una construcción típica del Canal de Castilla que consiste en una arqueta de riego, de forma cuadran y de piedra, rematada en su parte superior con una cúpula, donde se resguardaba el mecanismo que regulaba el paso del agua.
El embarcadero está ubicado junto a la Casa del Rey. Este edificio ha sido rehabilitado para albergar el Museo del Canal de Castilla, otra de las grandes inversiones realizadas en los últimos años. El tramo del cauce en Villaumbrales se construyó entre 1753 y 1757, aunque la Casa del Rey es posterior, de 1759. Su función inicial fue almacén y casa en la planta alta, pero la remodelación llevada a cabo en los últimos años ha permitido habilitar en su interior un museo didáctico que explica la historia del Canal de Castilla. La Casa del Rey fue rehabilitada a través de escuelas taller y talleres de empleo por la Fundación San Cebrián. Sin subirse al barco, además del museo, el visitante puede contemplar los restos del antiguo astillero, en el que se reparaban las barcazas del Canal de Castilla.
La primera operación del barco es el giro para ubicarse en dirección a Becerril de Campos. El viajero observa en este movimiento el puente de Villaumbrales, el segundo realizado en el ramal de Campos, caracterizado por un arco mayor de medio punto y dos más pequeños en las albanegas.
El viaje discurre por cinco kilómetros aproximadamente. A largo del mismo, el viajero observa los pretiles del acueducto del Serení o de las Tres Casas y luego el de las Antanillas, donde comienza el barco el giro para regresar al embarcadero. Es en este momento en el que se observa la almenara o arqueta de riego de las Antanillas, una deteriorada estructura de ladrillo, pero con base y cornisa de piedra. En el viaje de regreso se contempla con más amplitud la vista panorámica de Villaumbrales, con las torres de la iglesias de San Juan y de la desaparecida San Pelayo presidiendo un paisaje rural que combina construcciones antiguas con otras más modernas, algunas de tipo industrial y agrícola.
El viaje transcurre de forma apacible, tranquilo y sin apenas ruidos, en un barco cómodo y preparado con aire acondicionado para los sufridos veranos terracampinos. En dos pantallas se explican algunos aspectos históricos del Canal de Castilla.
El barco, que se mueve a propulsión eléctrica, tiene una capacidad para 38 pasajeros (dos para discapacitados) y dos tripulantes (el capitán Juan Manuel Menéndez Pérez y su ayudante Carlos Olmos Prieto). Se trata de un moderno e innovador barco ecológico construido por el astillero Aislamientos Términos de Galicia, ubicado en la localidad gallega de Vigo. Los materiales y el diseño son totalmente respetuosos con el medio ambiente.
La puesta en marcha de este barco constituye para la Diputación un gran esfuerzo económico, según destacó ayer su titular. La embarcación ha costado 320.125 euros, que se suman a los 29.500 que ha costado construir el embarcadero junto a la Casa del Rey. Además, la institución provincial ha adjudicado a la empresa Eulen el servicio de atención al público, control y venta de entradas, así como el mantenimiento de la embarcación turística, por 78.718 euros.
El barco lleva el nombre de Juan de Homar, ingeniero que dirigió las obras del Canal de Castilla en la última fase de la construcción de esta magna obra hidráulica, que tiene 207 kilómetros entre las provincias de Palencia, Valladolid y Burgos.
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