Raspe

Mira que tengo poco espíritu navideño. Mira que me repatean los Reyes Magos porque no habiendo niños en casa la broma me cuesta un pico y además nunca me invitaron a representar a Gaspar soltando caramelos a la concurrencia con la misma furia con la que tiraba piedras cuando era crío. Bueno, pues a pesar de lo escasamente festivalero que soy, he descubierto que hay gente que tiene todavía menos espíritu que yo. Por ejemplo, muchos blogueros que han dejado sus opiniones en los dos o tres reportajes publicados por EL NORTE sobre la cabalgata de anoche. Así, mientras el periodista se esforzaba en contar lo bonito que iba a ser todo, con sus pasacalles, sus carrozas, sus artistas de medio mundo, sus niños, sus duendes y sus tropecientas toneladas de golosinas, los opinantes no dejaban títere con cabeza y un tal Pedro se preguntaba «cómo se gestiona la participación de los niños» en el desfile, y alguien le contestaba dándole la razón convencido de que los caramelos, «deben ser los que sobran de otros años y están derretidos» y pidiendo «que no sean tan ratas en tirarlos desde las carrozas». Jodo, Floro, me dije a mí mismo, cómo anda de levantisco el personal, que no amaina ni en Reyes. Con todo, el mejor comentario para mi gusto fue uno firmado por Jesús: «con 3 camellos y los 3 reyes, sobraba». Este es mi Valladolid. Coño, qué raspe.