

Secciones
Servicios
Destacamos
SANTIAGO DE GARNICA
Lunes, 8 de noviembre 2010, 02:07
Es seguro que este fin de semana y con motivo del Gran Premio de Brasil ustedes habrán leído y oído hablar continuamente del circuito de Interlagos. Pero es también seguro que raramente habrá escuchado el nombre de Autódromo Carlos Pace, y, sin embargo, se trata del mismo escenario.
En el Brasil de los años setenta, la Fórmula 1 se convirtió en un fenómeno de masas gracias a la trayectoria de Emerson Fittipaldi, una trayectoria a la que también estuvo ligado en su corta carrera Carlos Pace. Nacido en Sao Paulo, el 6 de octubre de 1944, en el seno de una familia acomodada, Carlos, al que todos sus amigos llamaban 'Moko', dio sus primeros pasos deportivos en karts, donde trabó ya una buena amistad con Wilson Fittipaldi, que era de su misma edad. Apenas había cumplido 16 años cuando ya participaba en carreras de turismos al volante de un DKW. Sus dotes y resultados le abrirían rápido las puertas de la escudería Willys-Renault, pasando a pilotar un Alpine oficial, junto a Emerson Fittipaldi, hermano menor de Wilson. Tas lograr tres títulos sucesivos en el campeonato brasileño de Fórmula Vee (monoplazas con motor Volkswagen), en el año 1970 hace las maletas rumbo a Inglaterra junto a su amigo de infancia Wilson Fittipaldi, para correr en la Fórmula 3 con un Lotus 59B. Rápido, regular -se clasifica veintiuna veces entre los tres primeros, en 36 carreras- esta trayectoria brillante le lleva a subirse a un March de F2, de la mano de Frank Williams que, tras una serie de buenos resultados y una victoria en Imola, le pone al volante de un March de Fórmula 1. Con él debuta en 1972 en el trazado de Kyalami, escenario del Gran Premio de Sudáfrica. Y en la cuarta carrera de la temporada, en Bélgica (Nivelles), es quinto. Sus cualidades tampoco se escapan al análisis de Enzo Ferrari, que le contrata para correr en el mundial de sport con el 312 PB; se clasifica junto a Merzario en segunda posición de las 24 Horas de Le Mans.
En 1973 deja a Williams por Surtees, y logra con un no muy competitivo monoplaza hacer una buena temporada. Un cuarto puesto en Alemania y un tercero, su primer podio, en el Gran Premio de Austria, confirman su buen hacer.
En 1974 las cosas no marchan en Surtees: Pace, a pesar de una cuarta plaza en Brasil, decide en los entrenamientos del GP de Holanda dejar a Big John y pasarse al equipo de Bernie Ecclestone, Brabham, que vive un momento de esplendor en este periodo. La decisión parece acertada y culmina la temporada en Watkins Glenn con vuelta rápida y un segundo puesto tras su jefe de filas, el argentino Carlos Reutemann.
Para 1975 el equipo Brabham sigue confiando en los dos Carlos. En el primer Gran Premio, Argentina, Pace rompe y gana Emerson Fittipaldi, con McLaren.
La fiesta de Interlagos
La siguiente cita es el 26 de enero en Interlagos. Emerson llega con su segundo título recién conseguido en la temporada anterior y el triunfo en la primera carrera de 1975. Wilson estrena su Copersucar, el primer F1 brasileño de la historia una verdadera empresa nacional que concentra el interés de todos los sectores del país. Y Pace dispone de un coche a la altura de su reconocido talento. Es la gran fiesta del automovilismo brasileño.
En las cinco primeras vueltas de carrera, el Brabham de Reutemann gira en cabeza, hasta que le adelanta el Shadow del francés Jarier. Por detrás de ellos, rueda un grupo de seis pilotos encabezados por Carlos Pace. La temperatura en la pista es muy alta y preocupa a los técnicos hasta donde puedan aguantar los neumáticos. Pasado el ecuador de carrera, Jarier va primero, seguido de Pace y de un Emerson Fittipaldi, que ahora ataca muy fuerte tras haber realizado una primera parte de carrera muy conservadora para no deteriorar sus cubiertas. A seis vueltas del final surge la sorpresa; problemas con la alimentación del V8 Ford-Cosworth del Shadow, llevan al abandono del francés y el Brabham número 8 se sitúa en cabeza. Cuando baja la bandera a cuadros, Carlos Pace ha logrado su primera victoria en el mundial, en el que es su cuarenta y un gran premio disputado. Y, confirmando su liderazgo en el mundial, Emerson Fitipaldi es segundo, a 5,7 segundos; el doblete brasileño despierta el delirio de la torcida en Interlagos. Pace terminará ese año el campeonato en la sexta posición.
Accidente aéreo
En la siguiente temporada, en Brabham se sustituyen los motores Ford Corsworth por Alfa Romeo, lo que lleva a un periodo de adaptación en que los mejores resultados son dos cuartos puestos, en Francia y Alemania. Pace espera que las cosas vayan mejor en 1977, donde ahora es el primer piloto de Brabham, con John Watson como segundo, tras marcharse Reutemann a Ferrari. Las perspectivas de Pace se confirman en la primera manga del mundial, Argentina, donde es segundo tras el sudafricano Scheckter y su Wolf. En Brasil lidera la carrera durante las seis primeras vueltas, y tendrá un accidente en la 33. En África del Sur hace el segundo mejor tiempo en entrenamientos, si bien en carrera un cambio de neumáticos le llevaba a finalizar muy retrasado, pero todos saben que el Brabham-Alfa progresa muy rápido y que será uno de los animadores de la temporada. Sin embargo, ese 5 de marzo será la última vez que se le vea en carrera. Dos semanas después se sube a una avioneta, junto a un amigo, para ir a cazar cocodrilos. Acaba de estrenar su licencia de vuelo. El clima es muy malo y la torre de control pierde el contacto poco después. Los restos del aparato y de sus dos ocupantes serán localizados en la Sierra de Cantareira, en el estado de Sao Paulo. Hoy Carlos Pace descansa en el cementerio de su ciudad natal, muy cerca de la tumba de Ayrton Senna. Una carrera demasiado corta para un piloto de su talla.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El Cachorro entrega a Roma la procesión de todos los tiempos
ABC de Sevilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.