Los vacceos vuelven en forma de joyas

Los vacceos, aquel primer pueblo con presencia estable en la Meseta Norte desde el siglo III a. C., rendían un especial tributo a sus caballos thieldones: una raza de cabeza afinada, perfil recto, cuello fino, patas delgadas, grandes cascos y una resistencia poco corriente. Estos nobles animales protagonizaban la vida diaria de este pueblo en la labranza, el transporte, la guerra y sus rituales, y además los consideraban protectores de su tierra. Esa devoción por sus caballos se evidencia en múltiples símbolos. El más valioso es un broche de oro, de 3 centímetros y 25 gramos de peso, que fue encontrado hace seis décadas en Saldaña y que está considerada la joya cumbre de la orfebrería céltica. El caballo thieldon tiene un junco central de oro recubierto de finos hilos trenzados y rematado por su poderosa cabeza.

Esa pieza en concreto ha sido la que ha servido de inspiración para la colección 'Thieldones' que los joyeros palentinos Paquillo Tiendas Oro han elaborado para rendir tributo al primer pueblo asentado en este territorio. Broches, pulseras, colgantes, anillos o pendientes forman parte de esta peculiar colección que recupera el espíritu de los orfebres y artesanos palentinos y que se expone en una vitrina del Museo de Palencia y que fue ayer presentada. Las joyas inspiradas en los thieldones están elaboradas en oro, plata, diamantes y piedras semipreciosas, pero también algunos diseños incorporan el cuero o la seda para que sean más juveniles.

José Andrés Pascual, representante de Paquillo Tiendas Oro, explicó ayer durante la presentación de la colección cómo surgió la idea hace más de un año, con un doble objetivo: rendir tributo a la historia de Pallantia y divulgar el patrimonio que atesora el Museo de Palencia.