El ATC «no tiene riesgos», según su asesor técnico

La construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de Residuos Nucleares en un lugar aún por determinar no supondrá «ningún riesgo» para los ciudadanos y el medio ambiente gracias al «blindaje» que ofrecerá el edificio. Así lo aseguró ayer el coordinador del comité asesor técnico de la Comisión Interministerial para la selección del emplazamiento del ATC, Eduardo Gallego, durante su participación en una jornada organizada por el Foro SOS Tierra de Campos en Mayorga. Gallego aclaró que el proyecto previsto tendrá «varias barreras», pues los residuos irán primero en cápsulas de acero y después en unas bóvedas con paredes de hormigón de cerca de dos metros de grosor. «Los riesgos se encuentran en las radiaciones ionizantes, y para evitarlos hay que confinar y frenarlos con materiales de blindaje. En este caso el aislamiento lo proporcionan una cápsula, tubos de almacenamiento y el hormigón», manifestó Gallego, quien añadió que se ha tomado como referencia la instalación de Habog (Holanda), donde él mismo pudo comprobar que la tasa de radiación «es más baja que la que existe en una vivienda».

En este sentido, el coordinador del comité asesor manifestó que en el caso de que se produjeran «descargas de líquidos gaseosos», está establecido un límite que no se puede superar y que al año es de 0,1 milisievert (unidad que mide la dosis de radiación al cuerpo humano), «una décima parte de lo que permite la normativa para miembros de la UE y el equivalente a lo que se recibe en un vuelo de ida y vuelta a Buenos Aires». Así, para que aparezcan daños en la salud «se tienen que superar los cien milisievert», mientras que, en relación con la aparición de casos de cáncer, un milisievert anual «supone un 5% de riesgo aproximadamente».

«Hay que dejar claro que esta instalación aporta seguridad en un plazo de décadas y que no se debe jugar con el miedo de la gente, porque además se van a realizar estudios epidemiológicos para vigilar la incidencia sobre la salud», añadió este ingeniero industrial, miembro del Departamento de Ingeniería Nuclear de la Universidad Politécnica de Madrid.

Con respecto al transporte de las 6.700 toneladas que previsiblemente almacenará el futuro ATC, Gallego aseguró que suponen 650 portes, «unos dos o tres al mes», pero que en el caso de accidente los contenedores están rellenos de plomo por dentro y cubiertos con acero, por lo que «aunque hubiera un choque no se producirían emisiones al exterior».

Dudas de EA

El debate, al que asistieron alcaldes terracampinos de Valladolid y Palencia (entre ellos los de Santervás y Melgar de Arriba, que han solicitado el ATC) y miembros de la Plataforma Tierra de Campos Viva, contó también con la participación del responsable de energía de Ecologistas en Acción (EA), Javier González, que pese a reconocer que cuando se construya el ATC «se hará con todas las garantías», puso en duda que el sistema previsto «aguante mucho tiempo». «Dentro de la cápsula la temperatura es de 400 grados por la radiactividad, por lo que, por muy bien construido que esté, siempre podrá haber errores y destrozos, y me preocupa que todo esto es carísimo y dentro de veinte años no sabemos si vamos a seguir siendo un país rico para poder sustituirlo», manifestó.

González fue además crítico con las centrales nucleares, pues aseguró que cuando surge algún problema «los ocultan para que nadie se entere», motivo por el que mostró su «desconfianza» hacia este tipo de instalaciones. Además, la construcción del ATC solventará los problemas actuales de residuos de las centrales nucleares, lo que podría dar lugar a construir nuevas instalaciones, «con lo cual, el combustible no será de 6.700 toneladas si no de mucho más, así que existirá un nuevo problema».

La mesa debate, celebrada bajo el título '¿Hacia dónde vamos? El desarrollo de Tierra de Campos y la energía nuclear', se incluye en una serie de jornadas monotemáticas que, a lo largo de 2010, programará el Foro SOS Tierra de Campos para debatir sobre «el futuro desarrollo de esta tierra», tal y como explicó su presidente, Zacarías Clérigo.