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Carteles de 'liquidación total por cierre ' y 'últimos días' proliferan en el centro de la capital. :: LUIS CALLEJA El escaparate de una tienda de bolsos en la zona centro de Zamora luce el cartel de 'liquidación total por cierre'. :: LUIS CALLEJA
ZAMORA

La crisis asfixia al pequeño comercio

Uno de cada veinte negocios de la provincia echaron el cierre en el 2009. Azeco confía en que la situación del sector remonte en el segundo semestre «La subida del IVA puede ser catastrófica, porque quienes vamos a asumir ese diferencial de precios vamos a ser los comerciantes»

PPLL

Domingo, 14 de febrero 2010, 11:42

La crisis económica agudizada el pasado año se llevó por delante uno de cada veinte establecimientos comerciales de la provincia. Ese es al menos el cálculo que realiza la Asociación Zamorana de Empresarios del Comercio (Azeco), que confía en que después de que el 2009 haya sido un año para olvidar, en el que han bajado las ventas y se han reducido los márgenes de beneficio, la situación dé un respiro este año, especialmente en el segundo semestre del 2010. El contacto estrecho con los profesionales del sector y los estudios realizados a nivel nacional llevan a la asociación a hacer esta estimación. si bien los responsables de Azeco admiten la dificultad para ofrecer datos exactos, debido a que no existe un censo específico de comercios y únicamente hay registros por sectores de actividades, con lo que un mismo establecimiento comercial puede estar incluido en varios epígrafes.

El porcentaje de cierres coincide además con la estimación de bajada de la actividad, cifrada también en el 5% en el último año en la provincia. Desde Azeco subrayan que los sectores más castigados por la crisis son los que venden productos con precios más elevados, como pueden ser los concesionarios de coches, las tiendas de electrodomésticos o las de muebles. Pero el resto de sectores tampoco es ajeno a la mala situación económica, que «ya se había notado algo en el 2008, pero no tanto», señala el secretario general de Azeco, Ángel Hernández, que admite que «siendo optimistas» este año la situación mejorará a partir del segundo semestre y en el cómputo anual «esperamos un comportamiento estable, sin disminución» del volumen de negocio, aunque «tampoco nos sorprendería que el primer semestre hubiera una evolución negativa, existe gran incertidumbre».

Esta visión es corroborada también por el presidente de la asociación de comerciantes, Ildefonso Boizas, que también hace balance del primer mes del periodo de rebajas y admite que «las expectativas se han cumplido», aunque ahora llega lo peor para el comercio de confección y de equipación personal, que en la segunda quincena de febrero es cuando más descienden las ventas, si bien también es cuando, con las segundas rebajas, se encuentran las mayores gangas.

Un 15% menos de margen

El comportamiento generalizado del comercio zamroano en el 2009 se ha caracterizado por intentar mantener las ventas en unidades físicas, aunque para ello hayan tenido que sacrificar el beneficio. En concreto, cifran la disminución del margen comercial en un 15%. «Si antes, por ejemplo, comprabas a 100 y vendías a 140 para así asumir otros costes del negocio, ahora vendes a 120 para intentar mantener la actividad», explica el secretario de Azeco, que precisa además que la crisis en algunos casos la han notado más incluso las grandes superficies que el pequeño comercio y han sido las primeras las que han efectuado más despidos.

«Al comercio tradicional, por su propia estructura, le cuesta más despedir a un trabajador que a una gran superficie, donde la relación laboral es menos estable». Entre las reivindicaciones de Azeco a las distintas administraciones para mantener el sector figura la petición de un mayor apoyo a la administración local, que ya colabora en campañas de promoción comercial, pero esta ayuda debe intensificarse.

A la Junta los comerciantes le piden que mire mucho por el interés del pequeño comercio, ya que, por ejemplo, «en estos momentos Zamora no tiene capacidad para un nuevo centro comercial», indica Ildefonso Boizas. Al Gobierno de España le piden que el sistema tributario de módulos se reduzca en un 5% para así compensar la caída de la actividad comercial en un año.

Además, los comerciantes muestran su preocupación por la subida del IVA en dos puntos que se comenzará aplicar en julio y que puede ser «catastrófico», ya que en muchos casos «quienes van a asumir ese diferencial de precios vamos a ser los comerciantes, no el consumidor», declara Boizas.

Pese a que el panorama del 2009 no ha sido bueno, desde Azeco quieren poner las cosas en su sitio y recuerdan que también en época de bonanza económica hay tanto aperturas como cierres de comercios, aunque en época de crisis pueda haber una tendencia a fijarse más en los cierres. «Ahora no hay muchos más cierres de comercios en la ciudad, aunque puede haber algun establecimiento más emblemático que cierra», señala la patronal.

El de Almacenes Prieto no es el único cierre que estos días se anuncia en los escaparates de comercios de la zona centro. También otros negocios cuelgan el cartel de liquidación por cierre, aunque en la mayoría de los casos se especifica que es por la jubilación de sus propietarios. Así, las tiendas de bolsos y complementos Nochetta y Lema 3 tienen sus días contados, aunque otro comercio de Lema 3 dejará sus puertas abiertas. También por jubilación se cierra la joyería Andrés Calvo en la calle San Andrés.

Cadena de fruterías

Pero no todo es negro en el panorama comercial, como lo prueba la próxima apertura de una boutique de mujer en Magistral Romero o la implantación de una nueva cadena de fruterías. El gerente, Francisco Rodríguez, explica que fruterías El Cid nació como una necesidad de buscar un futuro en época de crisis, ya que su familia ya contaba con un negocio del sector en el Mercazamora, que iba a menos.

Por ello decidió abrir fruterías que también tuvieran en cuenta la época de recesión y se caracterizaran por sus bajos precios. «Nuestro lema es fruta buena a precios económicos». Otra de las singularidades de sus tiendas es que es el cliente el que escoge su propia fruta, lo que le permite elegir las piezas que más le gusten y a la vez permite ahorrar costes de personal.

La primera frutería la abrió el pasado mes de mayo en la plaza del Mercado y posteriormente abrió cuatro más en las calles Argentina, Doña Urraca, Amargura y la avenida de Galicia. Dentro de poco más de un mes espera abrir un nuevo establecimiento en el barrio de Pinilla y posteriormente ampliar el negocio en otras ciudades cercanas como Salamanca o Valladolid. Por el momento, esta cadena de fruterías ha dado trabajo, en plena crisis, a 19 personas.

Francisco Rodríguez señala que la mayor traba con la que se ha topado ha sido la tardanza en obtener las licencias de apertura, aunque por contra y, pese a lo que le ocurre a otros negocios, no ha tenido problema en la financiación, ya que Caja Rural «ha creído bastante en mí» y le ha ayudado económicamente en sus inicios.

Del ladrillo a los viajes

Otro comercio de la zona centro que ha echado a andar en plena crisis, hace tan sólo un mes, es viajes Merlú. Su propietario, Julio Camarzana, procede del sector de la construcción y, tras dos años en paro, se decidió a dar el paso y hacerse emprendedor.

Para ello convirtió su afición por viajar en un negocio que se ubica en la calle Víctor Gallego y que se gestó como un cúmulo de circunstancias que le llevaron a no tener miedo y, pese a la crisis, abrir una agencia de viajes porque «es algo que me gusta y porque hay que pensar que todo esto pasará y hay que estar preparados para ello». Julio admite que si la apertura se hubiera producido hace diez años, habría tardado menos en introducirse en el mercado, pero hoy en día sigue habiendo un hueco en el mercado de los minoristas de viajes. Este primer mes le ha servido de rodaje de cara a la temporada alta que se iniciará a partir de marzo o abril. Como ventajas de abrir un negocio en esta época asegura que no hay ninguna, ya que ni siquiera ha notado la bajada del precio de alquileres de locales comerciales. Como desventajas existen muchas, entre ellas el comportamiento de los bancos que cierran el grifo de la financiación. Pese a ello, recuerda que echar a andar un negocio es duro en cualquier época pese a la «mayor temeridad» que supone hacerlo en una situación de crisis. Aún así, en un mes ya ha tenido varias decenas de potenciales clientes que se han interesado en los viajes que ofrece.

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