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Riego por gravedad. el norte

Más de 122.000 hectáreas se siguen regando a manta en Castilla y León

El sistema más utilizado es el automotriz y en los últimos diez años ha subido un 31,64% el riego localizado

Silvia G. Rojo

Salamanca

Jueves, 27 de mayo 2021, 09:58

Un total de 122.820 hectáreas se siguen regando por gravedad en Castilla y León. Este riego por inundación, a manta o a pie, supone que en el 13,83% de la superficie regable se utiliza este sistema.

Según estos datos, recogidos en un informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación relativos al año 2020, si se toman como referencia los diez últimos años, esta modalidad ha disminuido un 8,69%, pero en cambio, en el último año ha crecido un 3,41%.

En Castilla y León la superficie regada se reparte prácticamente proporcional entre los sistemas de gravedad, aspersión (159.532 hectáreas y el 28,21%) y automotriz (148.372 y el 46,48%). Muy por debajo se sitúa el riego localizado con un 7% de la superficie regada. «En el último año los sistemas motrices han descendido frente al más tradicional de gravedad por la utilización de este último en cultivos herbáceos de cereales, maíz, patata, girasol y remolacha principalmente», aclaran desde el Ministerio. El riego por goteo experimenta un progresivo aumento por su utilización en viñedo, olivar y pistacho, principalmente. En Castilla y León se riega el 4,92% de su superficie geográfica lo que es el 13,03% de la cultivada, 463.148 hectáreas. A pesar de que el riego localizado es el menos representativo, es el que más ha crecido en la última década, un 31,64%.

Castilla y León es una Comunidad Autónoma predominantemente cerealista. El cultivo mayoritario en regadío es el maíz donde prácticamente la totalidad de su superficie (98,78%) se encuentra en regadío. Le siguen el trigo blando, la cebada de 2 carreras, pero tan solo con el 9,13% y 6,48%, respectivamente, de superficie regada frente a la superficie total del cultivo. En la alfalfa se riega un tercio de la superficie. En girasol tan solo se riega el 7,20% de su superficie de cultivo, sin embargo, es el séptimo en importancia en cuanto a superficie regada. La remolacha azucarera y la patata al ser cultivos predominantemente de regadío en ambos se riega más del 95% de su superficie. Estos cultivos junto con el viñedo de transformación representan el 81,57% de superficie de cultivo regada en la región.

En el conjunto del país, el incremento de la superficie regada va acompañado de un cambio en la evolución de los distintos tipos de riego. El sistema que más aumenta en los últimos años es el riego localizado (26.37%), implantado en 429.617 hectáreas nuevas desde el año 2010. Este sistema de riego crece cada año de forma continuada. El riego automotriz, que aumentaba progresivamente desde 2010, rompió esta tendencia al alza en 2018, y aunque en 2019 presentó un ligero aumento, en la presente campaña ha descendido probablemente por la caracterización de 2020 como año húmedo. El sistema de aspersión, que se ha implantado en 94.824 nuevas hectáreas de cultivo a lo largo de estos últimos 11 años, fluctúa más con los años, debido fundamentalmente a ser un sistema más propio de cultivos herbáceos. En general los sistemas más tecnificados han aumentado en los últimos años en detrimento del riego por gravedad y otros sistemas.

La apuesta tanto del sector como de las diferentes administraciones, en estos momentos, es por la modernización de los regadíos.

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