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Siya Kolisi capitaneará este sábado a las gacelas sudafricanas en la final del mundial de rugby ante Inglaterra. G. I.

El Mandela del rugby

Siya Kolisi, el primer capitán negro de los 'springboks', encontró en el deporte una salida a una infancia miserable. Este sábado lidera al equipo sudafricano en la final de la Copa del Mundo

rafa torre poo

Sábado, 2 de noviembre 2019, 10:39

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Es un ejemplo de superación y determinación, pero no presume de ello. Nunca ha pretendido serlo. Su vida da para una película. Sería la secuela de 'Invictus'. Ambos metrajes están ambientados en la final de una Copa del Mundo de Rugby. Los dos protagonistas son de color negro. En el filme de Clint Eastwood, Sudáfrica gana la final. En el que se rueda este sábado, 2 de noviembre, Siya Kolisi, el capitán de los 'springboks', sueña con repetir aquella última escena.

Las trayectorias de Mandela y Kolisi discurren paralelas, como las vías de un ferrocarril. Nunca se han tocado. Al mandatario le tocó lo más duro, abrir a trompicones el camino de la igualdad racial en un país que era conocido mundialmente por seguir separando a negros de blancos a las puertas del siglo XXI. El segundo se encontró la cancha más despejada, pero tuvo que superar los aún numerosos agujeros de aquella transición. Tanto Mandela como Kolisi han sido más de actuar que de pregonar. El rugby, su mejor medio de expresión. Los dos eligieron el número seis para lucir en la espalda.

Los datos

  • 1991. El 6 de junio de ese año nació el actual capitán negro de la selección de rugby, Siya Kolisi. Un mes antes de que se aboliese el 'apartheid', la ley que clasificaba a los sudafricanos en función de si eran blancos, mestizos, indios o negros. La raza dejó de ser un argumento para distinguirlos.

  • A por la tercera. La selección sudafricana ha ganado hasta el momento dos Copas del Mundo. La primera en su debut como anfitriona, en Johannesburgo, hace 24 años ante Nueva Zelanda. La segunda, en 2007, precisamente contra su rival de hoy. «Si Siya toca el trofeo, les digo que será un momento mucho más grande que el que se vivió en 1995. Sin duda, cambiaría la trayectoria del país», explica el expresidente sudafricano Thabo Mbeki.

Siya es el orgullo de todos los sudafricanos que ansían que su selección gane la tercera Copa del Mundo de su historia. Es el primer capitán negro del combinado nacional. Sus logros deportivos, sin buscarlo, han estado ligados a avances en su país. Curiosamente, nació un mes antes de la derogación del apartheid. Es de la tribu xhosa y creció en Port Elizabeth, en la región del Cabo Oriental, como 'Madiba'. Vio la luz en el seno de un matrimonio adolescente. Su padre estaba en el último año del instituto y su madre tenía 16. Él apenas pudo ir a clase porque los ingresos no daban ni para los tres euros anuales que costaba su escolarización. Le crió su abuela. «De mi infancia recuerdo noches donde la principal preocupación era saber si habría algo para comer al día siguiente. Pero ella se las apañaba para traernos una tostada con mantequilla envuelta en un papel. Ese era todo mi sustento», recuerda.

Sus cualidades en el rugby fueron su tabla de salvación. Impresionó a los cazatalentos, que le ofrecieron una beca en la escuela Grey Junior de Port Elizabeth. Luego le renovaron la oferta para la Grey High School. En 2012 dio el salto a la franquicia de los Stormers para jugar en el 'Super Rugby', el máximo torneo por equipos del hemisferio sur. De ahí, a la selección absoluta de Sudáfrica. En 2017 fue elegido capitán de los Stormers. Unos meses después, se convirtió en el primer capitán negro en los 128 años de historia de Sudáfrica. Un giro de 180 grados. Al país africano no le dejaron competir en las dos primeras Copas del Mundo por el 'apartheid'.

En contra de las cuotas

Siya ocupa la posición de 'flanker', un ala de la tercera línea. Fuera del campo, está casado con una mujer blanca y tiene dos hijos. Además, ha adoptado a sus dos hermanos pequeños, que se criaban en una familia de acogida desde la muerte de su madre –los tuvo con un padre diferente al suyo–, a quienes localizó con la ayuda de un primo. Su mejor amigo, Eben Etzebeh, compañero en los 'springboks', también es afrikáner –descendiente de los colonos holandeses– como su esposa. A Etzebeh le acusan de haber golpeado a un mendigo con una pistola, pero Siya Kolisi no ha renegado de él.

«No me gustaría que me eligieran únicamente por el color de mi piel»

siya kolisi, jugador de rugby

En el quince inicial que hace 24 años ganó la Copa del Mundo en Johannesburgo (el de la película 'Invictus') solo había un jugador negro: Chester Williams. En el del pasado domingo en la semifinal ante Gales, seis. Kolisi, uno de ellos. En Sudáfrica han impuesto un sistema de cuotas, como en Europa en el fútbol antes de que entrara en vigor la denominada 'ley Bosman'. «No me gustaría que me eligieran únicamente por el color de mi piel. No sería bueno para el equipo», se rebeló el capitán de los 'springboks'. «No conocía a Mandela, pero tampoco creo que él hubiese apoyado las cuotas», sentenció.

Unas declaraciones que le han valido ganarse una reprimenda gubernamental. «La opinión del capitán refleja una falta de sensibilidad hacia la realidad de nuestra nación», dijo el responsable de la comisión de Deportes en el Parlamento y miembro del Consejo Nacional Africano, Beauty Dlulane. «Necesitamos cuotas en el rugby y en el críquet porque se siguen resistiendo al cambio», esgrime. Siya Kolisi tiene este 2 de noviembre la oportunidad de ganar terreno a la discriminación.

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