La lluvia irrumpe en el Viernes Santo de Segovia

La lluvia finalmente hizo acto de presencia en el Viernes Santo y acompañó el regreso a sus respectivas iglesias de los distintos pasos de las cofradías de la Semana Santa segoviana. Aunque las previsiones meteorológicas daban agua desde primera hora de la tarde, las precipitaciones respetaron la mayor parte de la Procesión de Los Pasos. Sin embargo, con la noche ya cerrada sobre Segovia capital, la lluvia empezó a caer con fuerza, obligando a las cofradías a acelerar el paso y a proteger sus imágenes para evitar que el agua pudiera causar cualquier tipo de desperfectos.

Con el cielo encapotado y un viento incómodo pero asumible tanto para los cofrades como para el público, apenas hubo incertidumbre en los minutos previos al inicio de la Procesión de Los Pasos desde la Catedral de Segovia. El cielo aguantaba y no barruntaba una tormenta inminente. Por ello, los pasos salieron en hora, orden y según el horario previsto. Tan solo la Cofradía de la Soledad al Pie de la Cruz y del Santo Cristo en su Última Palabra, del barrio de San Millán, fue previsora y salió con plásticos de la Catedral para cubrir sus imágenes. El Cristo Yacente de Gregorio Fernández, de la feligresía de San Andrés, fue la única imagen que se decidió que ni siquiera saliera en procesión.

Durante la parte inicial del recorrido no hizo falta protección alguna. La carrera oficial, entre la Plaza Mayor y la plaza del Azoguejo -previo paso por Cronista Lecea, plaza de la Rubia, Serafín, San Facundo, San Agustín y San Juan-, pudo completarse con relativa normalidad. Sin embargo, las cofradías de los últimos pasos poco a poco acelaraban el ritmo. El viento cada vez era más intenso, las primeras gotas caían sobre el piso y los paraguas cada vez eran más frecuentes entre el público congregado en las principales calles del casco antiguo de Segovia.

Cofradías como la de San Lorenzo, la primera en salir de la Catedral, apenas tuvo problemas para llegar a su iglesia con la imagen de La Oración en el Huerto. Todavía con luz natural durante su descenso por la cuesta de San Juan, la lluvia empezó a amenazar cuando la procesión ya estaba en el barrio de San Lorenzo.

El peor panorama lo tenían las cofradías con los recorridos más largos y realizados por completo a pie. Es el caso de los cofrades del Cristo del Mercado, a quienes la lluvia sorprendió todavía con cientos de metros por completar, por lo que fue necesaria la colaboración de la Guardia Civil para proteger sus imágenes y evitar desperfectos.

Aunque contaban con la protección de los plásticos, la cofradía de la Soledad al Pie de la Cruz y el Cristo en su última palabra, del barrio de San Millán, se vio obligada a resguardarse en la estación de autobuses de Segovia, tal y como explica el presidente de la Junta de Cofradías de Segovia, Víctor García Rubio.

Las últimas cofradías de la procesión, las correspondientes a los barrios de San José y Santa Eulalia, tuvieron que improvisar ante la lluvia y decidieron darse la vuelta antes incluso de encarar el trayecto por la calle San Agustín o la cuesta de San Juan. En su caso, las precipitaciones empezaron a caer con fuerza justo después de haber completado la parte inicial del recorrido por la Plaza Mayor. Por ello, decidieron proteger las imágenes, darse la vuelta y regresar a la Catedral en un final de Viernes Santo pasado por agua.

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