Los feligreses de San Andrés se quedan dentro

Anoche, el barrio de las Canonjías de Segovia se preparaba para acoger uno de los desfiles más bellos de su Semana Santa: el santo vía crucis y la procesión del Santo Cristo de la Paciencia, organizado por la feligresía de San Andrés. Sin embargo, la lluvia de última hora obligó a suspender el recorrido por las calles y recluir el acto en el interior del templo de San Andrés, un refugio que no mermó la devoción de los feligreses, aunque ya se había decidio desfilar por las calles.La procesión, que tradicionalmente serpentea por el evocador entorno del barrio de las Canonjías, pasando por el arco de la Claustra, la plaza de la Reina Victoria Eugenia y la elipse del Alcázar, es un espectáculo de fe y solemnidad.

La imagen del Cristo de la Paciencia, una talla anónima del siglo XVII atribuida a la escuela castellana, es portada a hombros por los feligreses, quienes visten hábitos negros con el escudo parroquial y cordón blanco. Acompañando el paso, la Banda El Cirineo, fundada en 1979, interpreta marchas propias que envuelven la escena en un aura de recogimiento. El acto culminó con el rezo del Vía Crucis en el templo. Pese a las inclemencias, la feligresía mantuvo viva la tradición, honrando al Cristo de la Paciencia, cuya anatomía renacentista y patetismo conmueven cada Miércoles Santo.

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