La vida después del instituto
El doctor en Ingeniería Telemática Luis de la Fuente ofrece una charla en el Marqués de Lozoya, donde estudió Secundaria
Luis de la Fuente Valentín es un investigador y profesor adjunto de la Universidad Internacional de La Rioja, experto en tecnologías aplicadas al proceso educativo canalizadas a través de herramientas web y profesor de diferentes asignaturas en títulos de grado y máster, además de dirigir algunos de ellos. Pero también es uno de los antiguos alumnos del instituto Marqués de Lozoya, y esta semana ha regresado a sus aulas, llenas de recuerdos, para impartir a los alumnos de primero de Bachillerato una conferencia, enmarcada dentro de los actos del 50 aniversario del centro.
De la Fuente estudió en el Marqués de Lozoya entre 1994 y 1998 y sus recuerdos se centran principalmente en lo que supuso para él el cambio del colegio al instituto. Él es de Olombrada, por lo que se desplazaba hasta Cuéllar para sus clases y recuerda sobre todo «el impacto de estar con mis amigos de toda la vida y de repente meterme en una clase en la que no había nadie de mi pueblo».
Eso le marcó en primero de BUP, pero también recuerda «el aprendizaje y cómo las materias empezaban a ser más interesantes para mí, me gustaban más porque se especializaba un poco y se daban cosas más interesantes». Aunque su paso por el instituto definió su estrategia, fue un poco antes, cuando hacía su último curso en el colegio, cuando sus padres compraron un ordenador pensando en su hermana mayor. «No tenía ni idea de lo que estaba haciendo pero me gustaba y decía que quería dedicarme a cosas de estas». Ahora es el director de un Máster en Visual Analytics y Big Data y otro en Dirección e Ingeniería de Sitios Web.
Durante la ponencia, Luis de la Fuente trató de acercar a los jóvenes qué es la inteligencia artificial, exponiendo diferentes técnicas de inteligencia artificial aplicables al procesamiento de lenguaje natural. Aunque la charla se centró principalmente en inteligencia artificial aplicada a análisis de textos, el conferenciante trató de que los alumnos entendieran conceptos básicos y conocieran el camino que deben seguir para dedicarse a ello profesionalmente. Su intención fue que el mensaje sirviera de excusa para acercarles a «cómo es la vida después del instituto», detallando cómo en ocasiones estudias una cosa pero luego te dedicas a otra, que las decisiones te marcan mucho «pero luego los caminos se abren por todos los lados» y que «por mucho que seas de ciencias no te olvides de las letras».
La conferencia se desarrolló bajo el título '¿Pueden los ordenadores entender el lenguaje humano?', una pregunta que no tiene una respuesta sencilla. Según detalló «los ordenadores siguen instrucciones», mientras que el lenguaje humano, o al menos lo que se conoce ahora mismo del cerebro, no sigue las mismas pautas de trabajo que un ordenador. «Un ordenador sigue las instrucciones muy claras y concisas, y nosotros no, nosotros sabemos captar muchísimos significados alrededor de una palabra» explicó De la Fuente, señalando que un ordenador «sabe que son unas letras juntas que forman esa palabra. Puede buscarla en un diccionario, pero no sabe lo que significa».
Y la respuesta a la pregunta que da título a su conferencia llega después de la explicación. «En la medida en la que nosotros consideremos que eso es entender el lenguaje humano, puede. Comprender desde el punto de vista filosófico de la palabra, de qué significa, tener una comprensión, una investigación, una incorporación de nuevo conocimiento, un qué es pensar… queda mucho», asegura.
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