El cribado masivo de Sepúlveda revela 25 contagios de coronavirus en 543 pruebas

La plaza de España de Sepúlveda ha sido este jueves un continuo ir y venir de vecinos. Pero no porque quisieran celebrar el final del año, como cada 31 de diciembre, en alguno de los bares de la zona, sino porque estaban citados por el Ayuntamiento de la localidad para someterse a un test de antígenos ante el incremento de positivos por coronavirus detectado en el municipio durante los últimos días. El cribado tiene por objetivo realizar una fotografía fija de la situación actual del municipio, comprobar cuál es la incidencia real del coronavirus en la localidad y en función de los resultados de las pruebas determinar si hace falta tomar medidas más drásticas. La opción de tener que confinar Sepúlveda ya es una alternativa que no descarta el alcalde, Ramón López, quien sin embargo confía en que con la responsabilidad de los vecinos se pueda revertir la situación.

Citados a distintas horas en función de la primera letra de su apellido, los sepulvedanos estaban requeridos desde las nueve de la mañana en el camión aparcado en la plaza de España de la localidad. Tan solo quedaban exentos del llamamiento los menores de 12 años, aquellos que hubieran pasado la enfermedad durante los últimos tres meses y las decenas de vecinos que ya cumplen con su cuarentena tras haber dado positivo durante los últimos días. El resto, podían acudir para realizar el test de antígenos. Y según las impresiones del alcalde, la gran mayoría respondió al llamamiento del Ayuntamiento y de la Consejería de Sanidad y decidió comprobar si estaba contagiado por el virus, aunque ello pudiera suponer un trastorno a sus planes de Nochevieja.

Con la colaboración de los miembros de Protección Civil de Cantalejo y el Real Sitio de San Ildefonso (buena parte de la agrupación de Sepúlveda está en cuarentena), unas vallas delimitaban el pasillo que debían completar los vecinos hasta el camión. Con control de aforos en los accesos a la plaza, manteniendo la distancia de seguridad entre vecinos, con la mascarilla puesta en todo momento y con gel y alfombrillas desinfectantes, el circuito habilitado para la realización de los test apenas se completaba en unos minutos. Los voluntarios de Protección Civil y el personal sanitario recordaban cada pocos minutos la necesidad de mantener la distancia de seguridad y de tener en la mano la tarjeta sanitaria, mientras el frío -y a ratos la lluvia y el viento- incomodaban la espera. «Me parece la mejor medida para poder controlar la extensión del contagio. Luego hay que ser cuidadosos y cumplidores de las medidas que nos digan», comentaba Carmina García en la cola de espera.

Por el lado opuesto de la plaza salían los vecinos a los que ya habían realizado la prueba. Si el resultado de la misma era positivo, a los 15 o 30 minutos recibía un aviso para que iniciase la cuarentena en su domicilio a la espera de nuevas instrucciones desde el centro de salud. Si salía negativo, los vecinos recibirán un mensaje durante los próximos días con el resultado concreto de sus pruebas. «Me lo he hecho hace más de una hora y no me han dicho nada. Eso es buena señal», comentaba Pedro de Frutos, vecino de Sepúlveda. «Me parece perfecto que se haga esto después de que se hayan disparado los casos. Creo que están motivados por la relajación de las fiestas de Navidad», añadía De Frutos, quien reconocía que el aumento de la incidencia ha provocado «que vayas con miedo por lo que pueda pasar».

«Ya está saliendo algún asintomático», reconocía a las dos horas de iniciarse el cribado Ramón López, el alcalde de la localidad. «Hacemos esto porque queremos atajarlo cuanto antes, cortarlo de raíz y que no se vuelva a expandir», señala. Y para ello, señala la necesidad de detectar a aquellos que tienen la enfermedad pero que son asintomáticos «para que no sigan expandiendo el virus« tanto por Sepúlveda como por las localidades próximas. De hecho, al cribado también acudieron vecinos de otros municipios cercanos que trabajan o desarrollan su actividad en la villa. En total, se esperaba la realización de unas 600 pruebas de antígenos, aunque había capacidad para más.

Con una incidencia de 1.695 casos por cada 100.000 habitantes durante los últimos 14 días, el coronavirus campa por Sepúlveda en al menos tres focos de transmisión distintos. Según las conclusiones de los rastreos epidemiológicos, un entierro, un caso en el colegio y la celebración de fiestas sin mascarilla pueden estar detrás de la mayoría de los casos. «Lo achaco a las fiestas navideñas. Ha habido relajación y ha habido transmisión», declara el alcalde, consciente de que aún quedan fiestas por celebrar durante los próximos días. «Que el 31 de diciembre se realice un cribado sirve para concienciar de que en las celebraciones de esta noche puede haber más contagios», concluye.