Sepúlveda llena de nuevo sus calles de jolgorio y música
Las fiestas de los Toros vuelven como muestra del «reencuentro y el desquite» después de tres años sin celebraciones
BLANCA MARTÍN HUERTA
Sepúlveda
Viernes, 26 de agosto 2022, 09:40
Apostados en las paredes de los edificios para huir del sol o dentro de los bares tomando un refresco, esperaban los sepulvedanos y visitantes a que diese comienzo la fiesta con el tradicional chupinado de mediodía. Unas fiestas muy esperadas que tenían a todo el mundo con el teléfono en la mano. Los mayores grababan a las pequeñas majorettes que se estrenaban este año, los grupos de amigos hacían sacaban unas fotografías para inmortalizar el momento y todos querían posar con las damas y la reina de las fiestas. Incluso en conversaciones de escalera alguien mencionó –de buenas– que estaba harto de las instantáneas.
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La mañana del jueves daba comienzo con el recibimiento a la reina y las damas de honor por parte del grupo de danza Virgen de la Peña, para luego acompañarlas hasta el santuario de la Virgen, donde las peñas hicieron un salve a su patrona. Mientras, la gente se iba reuniendo en la calle Barbacana para esperar al desfile de peñas, una calle que luego estaría ocupada por sepulvedanos y visitantes con su propia sangría, pero solo el lado que daba sombra.
El encargado de presentar el pregón fue Abel Sanz, miembro de la peña Los Pirañas. Lució a las 36 peñas del municipio y a sus 549 integrantes, mientras entraban en la plaza ataviados con la colorida ropa de la peña y algunas pancartas para anunciar su llegada. Las peñas son una parte importante de las fiestas de Sepúlveda, tanto que organizan muchas de las actividades y, según Sanz, cuentan con un presupuesto de 50.000 euros para charangas, espectáculos infantiles, comidas... No es para menos, porque son unas fiestas multitudinarias. Petri dice que este año hay más gente y muchos autobuses de fuera. Después de la pandemia se coge «con muchas ganas», apunta. En los aparcamientos de la localidad se veía cómo llegaban autobuses, de los que bajaban grupos de amigos de otros pueblos con botellas de sangría preparadas en la mano. Casi la bebida oficial de este comienzo de fiestas, porque no se veía otra. También venían turistas, como Elisa, que ha venido en grupo a conocer el pueblo. Todos querían ir a la iglesia, pero ella prefirió ver el pregón. «Grandioso, la verdad», comenta.
Ramón López Blázquez, el alcalde del municipio, en su discurso de apertura de fiestas, celebró los treinta años de los encierros infantiles y animó a los asistentes a pasar unas buenas fiestas de los Toros. «Las vamos a celebrar con toda la ilusión alegría, buen humor, sin pinchazos y como las caracteriza, con mucho respeto». Justo después se anunciaba el discurso más esperado, el del pregonero, Juan Antonio Herrero Martín. Ahí es cuando la plaza botó de alegría y estallaron los vítores para este vecinos natural de Santo Tomé pero sepulvedano de corazón. Después de pasar por varios negocios, Juan Antonio abrió el restaurante Samoa que tenía, por el año 1987, una decoración diferente a lo que estaba acostumbrada Sepúlveda. Para más inri no servía cordero asado, por lo que algunos le dieron «cuatro telediarios», según sus palabras.
No conocía Sepúlveda cuando llegó a la población, pero actualmente puede que la tenga filmada entera. «Siempre será recordado por llevar una cámara al hombro para inmortalizar todos los momentos especiales que se viven en Sepúlveda. Probablemente creo que, después de TVE, es la persona con la biblioteca de imágenes y vídeo más extensa», celebraba el presentador. Y es que el videógrafo no se separó de su cámara cuando grababa el desfile de peñas, a las damas y reina o las majorettes, entre otros, hasta que tuvo que subir al balcón del edificio del Reloj a dar el discurso de honor. Un personaje querido y conocido por toda Sepúlveda que se emocionó en las últimas líneas cuando daba las gracias a su pueblo y recordaba la Violeta, su antiguo negocio. «Quiero mostrar mi agradecimiento a Sepúlveda y su gente, gracias por haberme acompañado estos años en la Violeta, por haber hecho de Sepúlveda mi hogar».
Poco después se proclamaron la reina de las fiestas, Esther de la Paz Sanz, y las damas de honor; Eva Palermo Mouriño, Alejandra Calleja Abel, Yasmín Estebaranz, Mayte Poza Legrán y Sofía San Miguel Sánchez. Todas estaban muy nerviosas por salir al balcón. No tenían que dar discursos pero el salir y recibir los obsequios de la Asociación de Peñas creaba nervios. «Solo salir, pero ya el salir...», decía una de ellas suspirando y hablando por todas las demás. Al fin y al cabo se han presentado para los puestos y han sido elegidas por todos los miembros de la Asociación de Peñas a votación. Inician estas fiestas con ganas y para ellas salir elegidas es «una experiencia más», comenta Calleja, una de las damas de honor.
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