Los segovianos más verticales conquistan Peñalara
Claudia Corral gana el kilómetro vertical y su club, el DLC Trail Team, es campeón regional
Un kilómetro vertical –subir 1.000 metros de desnivel en la menor distancia posible– es algo parecido al maillot de puntos rojos de una carrera ciclista. Cada zona tiene su techo; algunas más abruptas suman ese desnivel en poco más de tres kilómetros y otras, como la segoviana, más tendidas, necesitan más de siete. El trazo más recto posible desde La Granja de San Ildefonso hacia Peñalara, esa cima codiciada que coronó este sábado a los campeones de Castilla y León de la modalidad más salvaje de las carreras por montañas
La cita sirvió para confirmar a la segoviana Claudia Corral como una figura de proyección nacional. Fue la mujer más rápida (1:05:52), pero la normativa de Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) no le otorga el título de campeona regional absoluta porque pertenece a la categoría promesa. Superó a Verónica Sánchez (1:08:02), ganadora en 2021 e internacional con la selección española. Suyo fue el título porque fue la mejor absoluta, por delante de Sonia Martín. En la categoría masculina se cumplió el pronóstico y venció Guillermo Ramos (53:30), por delante de Ángel Matesanz (56:46) e Iván Román (57:03).
A diferencia de las últimas ediciones, el DLC Trail Team, el club organizador, ensayó la modalidad trail, un recorrido que incluía la subida y la bajada, a imagen de la extinta Media Maratón Sierra de Segovia, una de las primeras carreras de montaña, creada a principios de siglo con la simpleza de subir y bajar de Peñalara. «Este año, con más tiempo, hemos cuajado un poco la idea. Ha sido el inicio y ha salido bien», subraya el presidente del club, David López Castán. El experimento se ha limitado a repetir en la bajada el itinerario de la subida, pero de cara a próximas ediciones, la intención es juntar ambas pruebas en el mismo fin de semana; el kilómetro vertical el sábado y la carrera larga el domingo, con un recorrido más variado. Ante la imposibilidad de ascender por el canchal del Chozo Aranguez por las restricciones del Parque Nacional, la alternativa es bajar por Peña Citores o Dos Hermanas.
En un kilómetro vertical, el reloj se para en la cima. Aunque no cuente el descenso, retornar a La Granja era un requisito obligatorio para asegurar que todos los participantes vuelven de la montaña. El formato trail invitaba a no perder tiempo en la cima y lanzarse lo más rápido posible para abajo. Del total de 142 participantes, el 70% optó por completar ambas modalidades.
La lluvia de los días previos hizo que el terreno, que a veces patina por la arena suelta, estuviera más receptivo, con esos brotes verdes del inicio del otoño que embellecen las zonas más altas. El recorrido transcurre en un 30% por pistas forestales o arrastraderos, un 68% por senderos y un 2% por roquedos (en la zona de cumbres). Son las zonas donde más cuesta avanzar por la complejidad y el cansancio acumulado. El risco junto a la Laguna de los Pájaros plantea un ascenso por roca de unos 200 metros de longitud con una inclinación que llega a los 50 grados de inclinación y exige servirse de las manos para avanzar, aunque los agarres son suficientes y no es necesario usar cadenas ni cuerdas fijas.
El tramo más aéreo viene a continuación, la cresta de Claveles, el principal punto de rescates de la vertiente segoviana. Se trata de una zona horizontal de unos 200 metros entre grandes bloques de granito. El marcaje del recorrido obligó a los corredores a atravesarla por la parte baja para evitar la peligrosidad de hacerlo por arriba. El cruce entre atletas –algunos subían y otros bajaban– y senderistas en pleno fin de semana exigía extremar las precauciones.
Frente a 2021, un kilómetro vertical en formato contrarreloj en el que los corredores salieron en grupos cada 30 segundos, todo los participantes partieron a las 9:00 horas de la Plaza de los Dolores de La Granja para un tramo neutralizado hasta el kilómetro 2,1, con la respetable subida al Esquinazo como calentamiento. Una vez en el Rincón del Abuelo se dio a las 9:30 la salida en masa hasta la cumbre de Peñalara (2.428 metros) con un menú de 7,2 kilómetros y 1.150 metros de desnivel positivo.
Ante la dificultad de los accesos, no hubo agua en la cima. El único avituallamiento estuvo en el kilómetro 5,1, en Raso del Pino, a mitad del recorrido, que sirvió para la subida y la bajada. «Lo que hemos hecho es aumentar la capacidad de agua», explica López Castán. Su club se proclamó campeón de Castilla y León de clubes en todas las categorías: masculina, femenina y mixto.
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