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Los segovianos llenan las calles y las terrazas de la ciudad con el aumento del horario de la hostelería
El cierre de la hostelería a las diez de la noche se nota con un gran ambiente por el centro de Segovia
Qué diferencia. No hace mucho tiempo, a las ocho de la tarde, Segovia parecía una de esas ciudades fantasma de las películas en las que no se veía ni un alma. Había toque de queda a las 20:00 horas y a esas horas, solo quedaban por la calle los que apuraban hasta el último momento, los que tenían turno de tarde y los que recogían.
Ayer, a las ocho de la tarde, y con unos once grados de temperatura, el ambiente era otro distinto y no porque era viernes. La animación presidía de las calles, con mucha gente paseando por la zona del Acueducto, por la Calle Real, por las zonas más concurridas y sobre todo las terrazas de los establecimientos. Se notó que ayer entró en vigor el nuevo horario aprobado por la Junta sobre todo para la hostelería, que pasa de cerrar a las 20:00 horas a tener que hacerlo a las 22:00 horas, aunque a las 21:30 horas deberán atender al último cliente, que no hay que olvidarse que a las 22:00 sigue vigente el toque de queda.
Dos horas que, aunque puede que no sea mucho tiempo, para los establecimientos que tienen terraza supone un alivio, aunque el sector de la hostelería sigue reclamando y con carácter de urgencia poder abrir los interiores de los establecimientos, sobre todo porque hay muchos que no la tienen y todavía no pueden levantar la persiana. Y también echan mucho de menos el turismo nacional (sobre todo el de Madrid) y el internacional, más allá del que llegue de Castilla y León. Un alivio también para la gente, que tiene ganas de salir.
«Esperemos que nos sirva para facturar un par de horas más; para nosotros es muy importante sobre todo de cara al fin de semana, porque es un rato que posiblemente sea el de mayor facturación de todo el día y lo que queremos es trabajar», apuntó Jesús Castellanos, presidente de la Asociación de Alojamiento, Hostelería y Turismo de Segovia (Hotuse-AIHS).
Un punto de ayuda
«No se puede decir todavía que estemos esperanzados, porque las circunstancias no son esperanzadoras, pero por lo menos que sea un punto de ayuda saber que tienes dos horas más para facturar y dos horas que además son muy importantes para nosotros por lo que supone», dijo. Al menos, la perspectiva es que los números no sean tan rojos como lo están siendo últimamente. El día a día sigue siendo duro.
Y es que hace unos días, Castellanos apuntó que se calcula que en lo que va de año la hostelería segoviana ha perdido ya unos 30 o 40 millones de euros, dado que está facturando solo un 15% de lo que ingresaba otros años en estas fechas. Apuntaba también que actualmente en Segovia hay unos 2.500 trabajadores en ERTE y más de una treintena de locales han tenido que cerrar sus puertas definitivamente a causa de la pandemia.
De ahí que todo lo que suponga una buena noticia entre tanto sinsabor, bienvenida sea. Si el tiempo acompaña, y parece que el tiempo puede ser otro aliado este fin de semana, «pues está muy bien, pero siempre digo lo mismo, los que tienen terraza, que facturen un poco, los que no la tienen, ya sabemos que es imposible».
Para los primeros, las perspectivas del fin de semana se presentan buenas, ya tienen reservas... «pero hay que pensar que no llegan al 25%. Es un beneficio sin duda alguna, para nosotros siempre será mejor dos horas más, que tener que cerrar a las ocho como estábamos haciendo hasta ahora y a los que tengan terraza les va a ayudar seguro, pero pienso que también hay muchos que no tienen terraza y necesitamos la apertura de los interiores pero urgentemente, no se puede demorar un día más».
Considera que «es fundamental la apertura de los interiores porque nos afecta absolutamente a todos, todos tenemos interior pero no todos tenemos terrazas, esa es la cuestión y yo como presidente de los hosteleros me preocupa enormemente ese 75% que ahora mismo sigue cerrado sin poder trabajar, son la gran mayoría, los que tenemos terraza y con el tiempo que está haciendo, podemos salvar los muebles, cubrir gastos, tampoco hablamos de mucho más, pero el que no tiene terraza, es desastroso, lleva sin trabajar mucho tiempo y nos podemos imaginar en qué situación está la gran mayoría, es insostenible», comentó Castellanos.
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