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La Segovia que vio construir el Acueducto
El Museo provincial muestra por primera vez una recreación del aspecto de la ciudad a comienzos del siglo II, en época de Trajano y Adriano
La propuesta del Museo de Segovia para este octubre de pandemia es interesante a la vez que sugerente. La exposición 'Imágenes de la Antigüedad' plantea un viaje visual a la Segovia romana, cuando la urbe tenía suficiente capacidad económica para impulsar la construcción de un acueducto como el que ha llegado a nuestros días. Con recreaciones basadas en conocimientos históricos, siempre limitados, y datos arqueológicos, más escasos de lo deseado, se ha conseguido 'sacar una fotografía' aérea del caserío urbano de Segovia, ciudad que tuvo cierta importancia en época alto imperial, con una población de entre tres mil y cuatro mil habitantes y dotada de edificios necesarios para acoger las actividades públicas propias de un municipio con estatuto privilegiado, en especial el foro municipal, que ocupaba el área más llana situada al este de la actual Plaza Mayor.
«La imagen no deja de ser una recreación, pero refleja el aspecto que pudo tener la ciudad en aquel tiempo. Segovia era entonces un municipio importante desde el punto de vista regional, el primero de la zona central de la meseta nada más atravesar la sierra desde el sur, una ciudad de paso obligado y nudo de comunicaciones vital para la redistribución de mercancías. Por su posición geográfica, estaba muy vinculada a la explotación ganadera del piedemonte y a la trashumancia. Todo esto hizo que tuviera mucha efervescencia y gran capacidad económica. Que en ella se construyera una infraestructura como el Acueducto quiere decir que había una riqueza local relevante y un municipio con capacidad para gestionar grandes fondos y destinar una parte a fin de dotar a la ciudad de una canalización por otra parte necesaria», explica el director del Museo de Segovia, Santiago Martínez Caballero.
La construcción del Acueducto tiene su propio espacio en la exposición. Acostumbrados los segovianos como estamos a pasar bajo sus arcos, no reparamos en el significado de la obra que a diario cruzamos. «El Acueducto es una infraestructura de abastecimiento que tenía que salvar una vaguada. Los romanos podían haber resuelto la cuestión con un sifón para impulsar el agua, pero lo hicieron de manera monumental, celebrativa, buscando plasmar el prestigio de la ciudad mediante la propia arquitectura romana, que en el fondo es una exaltación absoluta del poder imperial. Seguramente fue el propio municipio de Segovia el que promocionó la construcción del Acueducto con inversiones locales, e incluso de mecenas de la propia urbe, pero, dada la envergadura de la obra, es probable que hubiera una participación imperial –es decir, fondos procedentes de Roma– por alguna razón que quizá no conozcamos bien. Yo creo que el Acueducto se construyó ya bajo el gobierno de Adriano, quizá desde el año 123. En esta época, había en Roma un veinticinco por ciento de altos cargos de origen hispano (Adriano y su antecesor, Trajano, eran hispanos) y no es extraño que alguien relacionado con Segovia cercano al poder consiguiera esos fondos. Es una conjetura basada en mecanismos históricos, pero interesa saber que la parte más elevada del Acueducto, donde estaban la cartela y la efigie del emperador, es un gigantesco arco triunfal que plasma el prestigio de Segovia, el poder económico de sus elites y la gloria del emperador, que es quien realmente proporciona el agua y, con él, el alimento, la fertilidad, la seguridad, la higiene y la salud. Es una manera de decir que gracias a la Pax romana y al emperador, todo eso es posible», señala Martínez Caballero. Bajo el Acueducto confluían las vías procedentes de Avela (Ávila), Complutum (Alcalá de Henares) y Confloenta (cerca de Sepúlveda).
También recrea la exposición el foro de Segovia, e incluso las termas localizadas en el siglo XIX en la zona de San Martín. «Es una reconstrucción del foro aleatoria, porque solo conocemos una esquina, situada junto a la plaza de Guevara, cerca de la actual Plaza Mayor, donde se documentaron restos», añade el director del Museo. Después están las huertas de los barrios suburbanos, los talleres artesanos de la zona del actual Azoguejo, la vía romana que llegaba al Acueducto desde el arrabal de Santa Eulalia...
'Imágenes de la Antigüedad', que puede visitarse hasta el 1 de noviembre, no se limita a Segovia. Cauca (Coca) y Confloenta también tienen su propia reconstrucción virtual. Junto a Segovia, Confloenta era la otra gran ciudad situada en el actual territorio provincial, con una población similar a la de Segovia. Y allí, en tierras sepulvedanas, la investigación tiene más recorrido que en Segovia, porque ya no se construyó sobre la ciudad romana. El visitante puede encontrar asimismo información sobre la villa suburbana de los Cinco Caños (Coca), la villa de Matabuey (Nava de la Asunción), la villa de Santa Lucía (Aguilafuente) o el foro de Tiermes (Soria), otro gran enclave de la Celtiberia del Duero.
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