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El rugido de las motos anuncia la llegada de Papá Noel a Cuéllar
Visitó la localidad en un vistoso pasacalles lleno de vehículos y animado por la Banda Municipal de Música y la Escuela de Danza Nirvana
Tras recorrer los colegios y guarderías de Cuéllar los primeros días de la semana, Papá Noel regresó ayer a la villa segoviana para recoger los deseos, en forma de cartas, de los más pequeños. Su visita parecía que iba a quedar deslucida debido a la lluvia, pero ésta finalmente cesó a tiempo para que los pequeños de toda la comarca pudieran disfrutar de la mágica tarde.
Tanto la previsión meteorológica como la precaución sanitaria llevaron al Ayuntamiento a trasladar el acto al gimnasio del colegio La Villa, con diferentes puntos de entrada y salida, evitando así aglomeraciones. Además, se habilitó un buzón en la puerta del patio del centro educativo y otro en el interior, junto a Papá Noel. Ambos estuvieron disponibles desde primera hora de la tarde para que los pequeños dejaran allí sus cartas con sus peticiones.
La visita de Papá Noel a Cuéllar fue muy diferente a lo visto hasta ahora, pues lo hizo en su trineo tirado por renos, pero a la vez éste iba sobre un quad. Junto a él, una gran comitiva de motos con conductores ataviados con gorros y trajes navideños y sus vehículos adornados con luces. La multitud de moteros recorrió la parte norte de la localidad mientras que la Banda Municipal de Música comenzaba su pasacalles.
Antes del inicio ofreció un pequeño concierto de villancicos en la puerta del centro de mayores Valdihuertos, animando así la Navidad a los ancianos residentes. Posteriormente, el recorrido del pasacalles prosiguió por el centro de la villa, pasando por la plaza de toros y llegando hasta los paseos de San Francisco, donde la comitiva ofreció de nuevo varios villancicos a las decenas de personas que ya esperaban la llegada de Papá Noel, en lo que se había denominado la primera 'Parada de los deseos'. El cortejo siguió por la plaza de Los Coches, donde la animación corrió a cargo de uno de los grupos de la Escuela de Danza Nirvana, cuyos alumnos fueron en buena medida protagonistas de la noche.
El itinerario anunciador de la Navidad continuó por la calle Parras hacia el colegio de La Villa, en cuyo gimnasio se instaló Papá Noel para recibir a los niños y atender los anhelos plasmados en las cartas. En el patio del centro tuvo lugar la 'parada de los deseos', donde se celebró la actuación de todos los grupos de la Escuela de Danza Nirvana, con los más pequeños ataviados con trajes navideños.
Mientras los niños danzaban, Papá Noel comenzó a atender las peticiones de los que accedían desde la entrada principal del centro, recorriendo el patio hasta llegar al espacio deportivo, saliendo después directamente desde el gimnasio al exterior.
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