Rozalén pone música a la causa de la mujer rural

La voz y la guitarra de la cantante Rozalén, con los acortes de su emblemática 'La Puerta Violeta', pusieron ayer la nota musical de la gala de entrega de los Premios Mujer 2021, que entrega la Federación Nacional de la Mujer Rural (Femur), que este año conmemora su 30 aniversario. El acto, celebrado en el teatro Juan Bravo de Segovia, sirvió para premiar a la propia Rozalén, junto a la actriz Anabel Alonso; la periodista Lidia Lozano y la artesana de Béjar (Salamanca), Mila Sánchez.

La presidenta de Femur, Juana Borrego, destacó todo lo conseguido en estos 30 años de trabajo, que comenzó con algo tan significativo pero rompedor como fue «sacar a las mujeres de casa», con el objetivo de que «tuvieran mucho más acceso a las ciudades, a la formación, cultura y dar más facilidades a las jóvenes que han tenido menos dificultades que sus madres y abuelas que han tenido que trabajar con grandes esfuerzos».

Borrego reivindicó que estas tres décadas de Femur se han conseguido «más libertad que había antes» y, sobre todo, poner al alcance de las mujeres que viven en el medio rural de toda España, mucha formación para «la igualdad real que es lo que intentamos conseguir, tener las mismas oportunidades que el hombre». De la mano de las nuevas tecnologías, Femur ya oferta cursos on line, el siguiente de drones. «Para llevar servicios a las personas que no puedan desplazarse», remarcó Juana Borrego.

La gala de los Premios Mujer sirve para resaltar la labor de personas muy conocidas a nivel nacional, con la entrega de las categorías de actriz, comunicación, música y artesanía. «Encantada» se mostró la cantante Rozalén que reivindicó su origen rural, haber nacido y crecido en un pueblo en Albacete. «Llevo mucho tiempo viviendo en el ámbito rural, con los valores que se adquieren allí que no tienen nada ver con la ciudad y que son la base de la sociedad», dijo, para subrayar la doble discriminación que supuso para muchas generaciones, como su madre y su abuela, ser mujeres y vivir en el campo.

A Rozalén le encanta estar cerca de mujeres que le inspiran, que le permiten aprender, por lo que aseguró que iba a tener «las orejas bien abiertas». Su emblemática canción de apoyo a las mujeres víctimas de violencia de género, 'La Puerta Violeta', sonó en el escenario del teatro Juan Bravo para todas las asistentes. «Escribo lo que vivo y lo que siento, que cada uno haga de la música algo suyo fascinante y lo utilice para bien, es fascinante. Es lo que pasa con el arte y la cultura que al final sirve a las personas y yo soy un mero canal de información», afirmó.

Por su parte, la actriz Anabel Alonso se metió en el bolsillo a todas las asistentes desde el primer minuto por su simpatía y naturalidad, todo un torbellino sobre el escenario. Alonso recibió un Premio Femur que no esperaba. «No sé si habrá algo que reúna tantísima cantidad de gente, de mujeres», dijo. Anabel Alonso interpreta el papel de Benigna en la serie 'Amar es para siempre', de Antena 3. «Cada tarde, ella y yo nos colamos en sus casas y en el medio rural que necesitan más ese medio de escape y entretenimiento, les llega mucho. Así que muchas gracias por 'Benigna' y por mí», dijo. Un personaje que, según la actriz, tiene mucho en común con las mujeres que la han premio. «Echada para adelante, incombustible al desaliento y que ante los tropiezos hay que levantarse y seguir porque no queda otra», declaró. Por esta circunstancia, reiteró Anabel Alonso, este Premio Mujer Femur tiene más valor porque no están mediatizadas por nada, «o te gusta o no te gusta, te llega o no te llega», y eso le parece que es un premio «honesto y lleno de verdad». Anabel Alonso también recordó que efectivamente es de Bilbao, una ciudad industrial. «Muy 'heavy' cuando estaban los Altos Hornos en plena ebullición, pero tengo mucho vínculo con el campo porque mis padres son de un pueblo de Salamanca y todos los veranos, ibas al pueblo», detalló, rememorando escenas con su tío en el huerto, con el burro y haber trillado. «Tengo un gran bagaje campurriano», dijo con mucha simpatía.

La periodista Lydia Lozano confesó que no había oído hablar de estos premios pero con las explicaciones que les dio Consuelo Berlanga, encargada de ponerse en contacto con las premiadas y coordinadora de la gala, tuvo claro que tenía que asistir y rápidamente pidió el día libre a los productores del programa 'Sálvame', para no faltar a esta cita y poder estar en Segovia. Lozano quiso dar mucha visibilidad a los familiares que tiene en la isla de La Palma, que están sufriendo los devastadores efectos del volcán Cumbre Vieja en sus plantaciones de plataneras. «De mi madre, de mi hermana, de mis primos, de mis tíos y de todos los que se dedican al mundo del campo», resumió.

Lidia Lozano aseguró que se sentía muy orgullosa de recibir este premio porque ella, en su trabajo en televisión, lo que busca es ser cercana y así lo sienten las mujeres rurales que le han otorgado este galardón.

La más nerviosa de todas, al estar mucho menos acostumbrada a los focos de las cámaras y a los micrófonos, la artesana de Béjar (Salamanca) Mila Sánchez, que acudió con su familia. Tiene un obrador donde realizan doce tipos de productos garrapiñados, que después venden en diferentes ferias, mercados, eventos y puestos en pueblos y ciudades. «Me parece un honor y muy importante para dar visibilidad a este sector», dijo.

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