El 'reniflard' del 2CV completa en Segovia una vuelta a España

El 2CV no es solo un coche; es una forma de vivir. Esta misma frase, pero en francés, la llevan muchos aficionados al 2CV grabada a fuego. Para ellos, es una gran verdad. Y prueba de ello es la concentración de vehículos Citroën 2CV que este fin de semana ha tenido Segovia como escenario. Era la culminación, la última etapa de una Vuelta a España del Testigo 2 CV Citroën –la segunda que hasta ahora se ha organizado– que partió de la propia Segovia el 15 de enero de 2022.

«Aquí termina la vuelta del testigo. El testigo es el 'reniflard', una pieza fundamental en el motor de un 2CV y derivados, que ha ido pasando de club en club durante más de año y medio y que ahora ha vuelto a Segovia, como el hijo pródigo», señala María José Alonso, secretaria del Club 2CV Segovia.

'Reniflard'. Extraño nombre para el respiradero que se encuentra en la boca de llenado de aceite del coche y en cuyo interior alberga unas valvulitas que controlan la depresión en el cárter. Los aficionados al 2CV saben muy bien lo que es el 'reniflard'; por ello se lo han ido pasando como testigo, de mano en mano, y cuidándolo de una manera especial. «Hemos sido el primer y último relevista, como club organizador. Diferentes clubes y asociaciones de Citroën 2CV y derivados de toda España han hecho posible el traspaso del testigo, de club a club, de relevista a relevista, a través de más de 8.000 kilómetros, hasta regresar a Segovia», señala Alonso.

De ahí la concentración que ha tenido lugar en la provincia y la ciudad, que ha reunido a más de 170 vehículos procedentes de todo el país. Los 300 aficionados que han participado han aprovechado para hacer visitas turísticas y culturales por varias localidades, además de charlas, mesas redondas y exposiciones relacionadas con el mundo del Citroën 2CV y derivados.

«La gente ha estado encantada, aunque muchos han adelantado la vuelta ante el anuncio de riesgo de tormentas. La lluvia nos ha semirrespetado y todo ha salido a pedir de boca. Es un momento muy importante para los aficionados. ¿Por qué lo hemos organizado en Segovia? Sencillamente, porque nos hemos atrevido. La primera Vuelta a España la organizó un club gaditano, el Bahía del Estrecho, en 2015, y esta es la segunda. A ver quién decide organizar la tercera», apunta esta aficionada que asegura tener tres Citroën 2CV en casa y sentirse feliz de conducir un coche así: «Tiene algo, no sé qué es, que te hace sonreír. Conduces, la gente te mira, te saluda, y te sientes feliz. Es un coche muy vistoso, que transmite alegría y que te recuerda a personas que lo tuvieron, tu padre, tu abuelo, el panadero de tu pueblo...», añade María José, que tiene previsto un inminente viaje a Marruecos con uno de sus 2CV.

Los objetivos de la Vuelta a España del Testigo 2CV es la promoción de un vehículo histórico, así como la convivencia y el conocimiento mutuo entre aficionados a los coches clásicos, y en especial a los Citroën 2CV y derivados. «Animamos a todos los aficionados a unirse a los distintos clubes existentes y crear nuevas agrupaciones allí donde no las haya, a fin de mantener y aumentar esta afición», señala la representante del club segoviano, uno de los más numerosos de España, con 70 aficionados.

Este tipo de eventos también suponen una oportunidad para el desarrollo de las economías locales, porque incrementa la restauración de los vehículos en talleres y contribuye a la conservación de un patrimonio automovilístico singular. Los aficionados que visitan una ciudad o provincia también hacen un gasto en alojamiento y hostelería. «Esto es indudable. En esta ocasión, hemos podido visitar la Catedral, el Alcázar y La Granja de San Ildefonso, entre otros lugares», dice María José.

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