Prendas purificadoras contra el cambio climático
Mónica y Fernando son los creadores de un textil capaz de transformarel CO2 y regenerar el aire
SUSANA SIERRA
Segovia
Lunes, 3 de octubre 2022, 11:10
El cambio climático es uno de los grandes problemas actuales. En los últimos años, mucha gente ha tomado conciencia de esta problemática y cada vez se ven más productos reutilizables en el día a día, como los túperes o botellas de cristal, eliminando poco a poco el plástico de nuestras vidas. La Unión Europea también ha querido formar parte de esta lucha. El objetivo es la reducción de los gases de efecto invernadero de al menos un 55 % de aquí a 2023, con respecto a los valores de 1990. Más a largo plazo, la UE pretende ser climáticamente neutra, es decir lograr el equilibrio de cero emisiones netas, en 2050.
Hay personas que han tomado esa lucha como bandera. Es el caso de Mónica Gilarranz, de 24 años, que junto a su pareja, Fernando Pérez, ha puesto en marcha una empresa que comercializa prendas que purifican el aire. Es decir, su ropa transforma el CO2 en compuestos inofensivos para los seres vivos y para el medio ambiente. Esto significa que cuanto más se use esta ropa, más puro será el aire, ya que sus tejidos eliminan los gases nocivos de efecto invernadero en cuanto entran en contacto con ellos. «Es una empresa, pero también es un proyecto que busca ser un ejemplo de cambio y que demuestra que la industria textil puede ser un elemento de renovación del planeta, y no uno de los grandes contaminantes como es ahora, que es una de las industrias más perjudiciales», señala Gilarranz. Lo que esta pareja busca con este proyecto es «ser una ayuda para el planeta» y no solo mediante sus prendas, que eliminan gases de efecto invernadero, además de virus y bacterias que afectan a la salud, sino porque también contribuyen a la reforestación de los bosques y a la recolección de plásticos de los océanos.
Gilarranz explica que esta idea se les ocurrió durante unas vacaciones en las que estaban muy estresados con sus trabajos, y querían hacer algo por su cuenta que «verdaderamente significara un cambio» para el planeta. Ella relata que ambos hicieron una lluvia de ideas y, finalmente se les ocurrió crear ropa que limpiara el aire. «Vimos que, en este sentido, no existía nada viable. Sí que existía ropa hecha con algas, pero se pudría y eso entonces no era factible. Así que ese mismo día, según se nos ocurrió, nos pusimos a investigar y a trabajar a fondo, hasta que lo sacamos», explica Gilarranz.
Pero, ¿por qué prendas? La joven señala que el objetivo era involucrar a la gente y que ellos no fueran los únicos contribuyendo, sino que todo el mundo pudiera aportar «su granito de arena». Gilarranz afirma que esto es a veces complicado porque la personas que no están «tan dentro» de los temas medioambientales lo ven como algo «muy difícil de poder servir de ayuda».
Las primeras prendas que realizaron fueron camisetas básicas, pero ahora mismo se pueden encontrar también sudaderas y tote bags. Tanto las sudaderas como las camisetas se pueden encontrar en diversos colores. Por ahora solo se pueden encontrar en su tienda 'on-line', pero tienen previsto estar presentes en el mes de noviembre en la feria de ECOAragón en Zaragoza y están en proceso de introducirse en tiendas de terceros. «Buscamos un proveedor de ropa sostenible que trabaja con algodón orgánico y poliéster reciclado que tiene certificado de 'Fair Wear', que todo el proceso sea justo y somos demasiado pequeños todavía como para fabricar nuestras propias prendas, entonces pues eso sí que lo compramos, y posteriormente somos nosotros los que aplicamos el tratamiento», indica Gilarranz.
Como una planta
El tratamiento que usan para convertir una simple camiseta en «una planta», en palabras de Gilarranz. Cuando les llega la prenda, se le aplica ese tratamiento y lo fijan para que se mantenga durante toda la vida útil de la ropa. Este proceso dura unos treinta minutos por cada prenda y se realiza todo de manera manual. Tras todos estos pasos, la prenda ya purifica el aire.
«Lo definimos como una planta que va andando por la calle, pero funciona mejor en el sentido de que las plantas solos limpian el aire por el día, y nuestra ropa lo hace por el día y por la noche. Cuanta más luz reciba más limpia, pero limpia siempre», afirma Gilarranz.
«Son prendas muy prácticas, en nuestra opinión, para practicar deporte porque eliminan las bacterias y contienen el olor. Hace que no huela la ropa tanto, pero para el trabajo sirven exactamente igual. Es nuestra ropa del día a día, nosotros ya solo nos vestimos con esto», afirma.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión