Los pescadores deben devolver las truchas al río en el tramo urbano del Eresma
La pesca en esta masa de agua requiere licencia y la modalidad puede ser «sin muerte»
La respuesta la ofreció el pasado viernes en el pleno del Ayuntamiento el concejal de Medio Ambiente, Ángel Berbel. El tramo urbano del río Eresma está calificado a efectos de pesca como aguas no trucheras y pescables, de acuerdo con la orden de 14 de marzo de 2018 de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. La calificación se mantiene todos los días del año. La pregunta la formuló el concejal de Izquierda Unida, Ángel Galindo, interesado en conocer cómo estaba la petición que hizo (a través de una moción aprobada en mayo del año pasado) para que el tramo urbano del Eresma sea declarado aguas trucheras, que tienen acotado el periodo hábil y restricciones para el uso de aparejos.
Berbel comentó que esta calificación la tiene el tramo aguas arriba de la presa de Batanes (situada entre Las Arenas y el Whisky), y en esta zona solo se permite la pesca desde el 16 de marzo hasta el 31 de julio; la trucha común solo puede capturarse allí bajo la modalidad de pesca sin muerte, por lo que todas deben devolverse al río; el resto de especies (barbos, bogas, cachos o madrillas) pueden llevárselos los pescadores o soltarlos con un cupo máximo que suele ser de seis ejemplares por pescador (excepto en mayo y junio, cuando el cupo para barbos, bogas, bordallo, cacho y madrilla es de cero ejemplares. En el tramo de aguas trucheras el pescador solo puede utilizar una caña de forma simultánea y en la modalidad de pesca sin muerte también están limitados los aparejos.
En el tramo urbano del Eresma (aguas abajo de la presa de Batanes), sin embargo, la calificación es de aguas no trucheras de acceso libre (pues no se ha conseguido la declaración de trucheras) y la pesca es posible todos los días del año. Las restricciones son menores, aunque apunta el concejal que pueden surgir dudas sobre si hay que pescar bajo la modalidad de pesca sin muerto, «ya que la orden anual de pesca para la temporada 2019 indica que el cupo para trucha común es cero». La duda la han resuelto los técnicos municipales de Medio Ambiente, explica Berbel, pues consideran que «no es obligatorio» pescar con esta modalidad, aunque el cupo para la trucha es de cero ejemplares y si se obtiene alguna hay que devolverla al río. También es posible utilizar dos cañas a la vez, como máximo, y no hay límite de moscas, aunque está prohibido el uso de señuelos artificiales con plomadas sobre el hilo del aparejo.
La vigilancia es competencia de la Junta, aunque Berbel comentó que la Policía Local colabora en el tramo urbano solicitando la licencia a los pescadores que encuentra.
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