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La villa cuellarana sabe perfectamente lo que le espera cuando las columnas de humo que empiezan a inundar el ambiente vienen acompañadas de un característico aroma a chuleta. El municipio fue escenario este domingo de decenas de parrillas encendidas con motivo del Gran Premio Cuéllar, también conocido como la carrera ciclista de la Chuleta. Se trata de una cita en la que participaron 240 corredores, de los que únicamente 123 lograron cruzar la línea de meta.Fue el corredor del Caja Rural-Alea, Iker Villar, quien se subió a lo alto del pódium tras completar la prueba en tres horas y 30 minutos de recorrido, mismo tiempo que el segundo clasificado, Tomás Pombo, y tan solo cuatro segundos antes que el tercero, Alberto Fernández.
En el caso de los corredores que en esta ocasión participaban bajo las siglas del Club Ciclista San Miguel, organizador de del evento, los resultados fueron dispares, pues el cuellarano Hugo Ramos no consiguió completar la carrera, de la que tuvo que retirarse, mientras que el vecino de Cogeces del Monte, Marcos Herguedas, se situó en la mitad de la tabla clasificatoria, llegando a meta en el puesto 76, a tan solo un minuto y dos segundos del primer clasificado.
Eran las 10:00 horas cuando organizadores, patrocinadores y autoridades municipales realizaron el corte de cinta que daba el pistoletazo de salida a la dura competición. La que la climatología acompañó, con una agradable temperatura, aunque con un viento que en ocasiones complicó el desarrollo de la prueba. Se trata de dar cinco vueltas a un circuito por las calles y carreteras que unen Cuéllar, Torregutiérrez, San Cristóbal de Cuéllar, Vallelado, Chañe y Arroyo de Cuéllar, para regresar nuevamente a la villa, lo que supone unos 160 kilómetros de recorrido.
Fue una carrera muy dispar, en la que todo se decidió en la última vuelta. En la primera de ellas, en el acceso a la localidad, tres ciclistas encabezaron el trayecto, seguidos por el pelotón, muy unido. Todo cambió en la segunda, cuando uno de los corredores tomó la delantera con una amplia ventaja sobre el resto de ciclistas, que perdió a lo largo de la tercera vuelta, cuando se le unió un grupo formado por una decena de deportistas, los cuales que encabezaron la carrera durante su paso por el municipio.
En la última vuelta, el paso por los pinares fue un corredor en solitario el que sacaba unos segundos a otro grupo formado por más de una decena de ciclistas, entre los que se encontraba el vencedor, que supo reservar sus fuerzas y conseguir alcanzar la cabeza en los ascensos hasta la línea de meta, situada en el entorno del castillo de Cuéllar.
Durante todo el itinerario, los participantes se vieron arropados por el numeroso público que llenó algunos puntos de la villa, donde también se escucharon los sones de la Banda Municipal de Música, que amenizó las primeras vueltas en un pasacalles. Pero, sin duda, donde más ánimo recibieron fue en la zona de pinar de la carretera que une Cuéllar con Arroyo, donde cientos de personas disfrutaron del ciclismo y de un día de campo.
Y es que, junto a la cita deportiva, existe otra gastronómica, que traslada a cientos de cuellaranos y vecinos de la comarca hasta los pinares por los que discurre la prueba para degustar una parrillada de chuletas, una tradición que da nombre al evento. Tampoco faltan otros manjares, como panceta, chorizo, salchichas, morcilla… Para ello, el Ayuntamiento solicita un permiso especial que autorice encender fuego en este paraje durante la jornada.
Una vez más, este año fue concedido. Sin embargo, con limitaciones, pues se obligó a que las hogueras únicamente se pudieran realizar en los márgenes de la carretera y en los de la pista forestal que existe en ella, así como en los cortafuegos. Las chisqueretas debían estar apagadas a las 19:00 horas, cuestiones que prácticamente todos los asistentes cumplieron. Aunque los grupos de amigos y familiares que habitualmente asisten a esta cita se colocaron más próximos, la mayoría de las hogueras prácticamente se hicieron separadas y en hileras. La jornada transcurrió así sin apenas incidentes, prolongándose los encuentros hasta el final de la tarde e incluso, entrada la noche.
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Con la carrera de La Chuleta se ponía el punto álgido a un fin de semana lleno de ciclismo, que comenzó el sábado con la 16 edición de la subida individual al castillo de Cuéllar, una cronoescalada que una vez más contó con gran cantidad de público animando a los corredores en su ascenso por las empinadas calles de la localidad.
La prueba consiste en un duro trayecto de poco más de un kilómetro en el que se superan los 80 metros de desnivel, con rampas de más del 10% que se concentran en los últimos tramos. En esta ocasión el ganador fue Fran Rus, que se había alzado con el triunfo de La Chuleta en las dos últimas ediciones. No obstante. ayer no consiguió revalidar el título.
Pero esto no acaba aquí. Aún queda un día de ciclismo en Cuéllar, pues la jornada de hoy es festiva en la villa y el Club Ciclista San Miguel la dedica a los más pequeños, organizando una carrera de cintas para escolares, cuya celebración está prevista a partir de las 17:30 horas en los paseos de San Francisco.
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Mateo Balín y Sara I. Belled (gráficos)
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