Segovia

Un paseo nocturno por el Alcázar del siglo XVI

Mientras la oscuridad se extiende por Segovia en un atardecer de primavera, el Alcázar se transforma. El interior del monumento se ilumina con la luz de las velas y sus estancias cobran vida trasladando a los visitantes al siglo XVI de la mano de Beatriz de Bobadilla, dama de la corte de Isabel la Católica, interpretada por la actriz Teresa Cudillera. El Patronato del Alcázar ha programado seis visitas teatralizadas bajo el título 'Confidencias de una reina, los secretos de Isabel', la última de las cuales tendrá lugar el 27 de junio. Hasta la fecha, el éxito ha sido rotundo, hasta el punto de colgar el cartel de 'no hay billetes.'

El recorrido por el Alcázar recrea la historia de esta fortaleza en 1505, al año siguiente de la muerte de Isabel I de Castilla en Medina del Campo. De la mano de la que fuera confidente y una de las mejores amigas de la reina, los visitantes se adentran en el patio de Armas guiados por la actriz, que avanza con un candil en la mano para acceder a la alcoba regia iluminada únicamente con velas. Allí comienzan las historias y anécdotas sobre la vida de Isabel la Católica, así como sus recuerdos, alternando curiosidades y anécdotas con ciertos toques pícaros que despiertan las risas de los visitantes.

La dama de la corte está acompañada en distintas escenas por otro personaje, llamado Tadeo, interpretado por el músico José Escudero, que se encarga fundamentalmente de la ambientación sonora durante gran parte del recorrido, junto con la cantante María Eugenia Parejo, que pone voz a las piezas que trasladan a los asistentes a los primeros compases de la Edad Moderna.

Este acompañamiento está basado en el Cancionero de Palacio, un manuscrito que data de la época de los Reyes Católicos y que fue descubierto por el historiador Gregorio Cruzada en 1870 en la biblioteca del Palacio Real. Entre los instrumentos utilizados en la visita caben destacar los de cuerda, como la viola y la cítola, que es un prototipo de guitarra. También cuentan con otros de percusión, como son los panderos, y una variedad de flautas como instrumentos de viento.

El juego de luces y sombras en la alcoba real recrea el ambiente palaciego de finales del siglo XV y principios del XVI. El sonido de la campana de fondo y la música de los instrumentos del Renacimiento y del Barroco envuelven a los visitantes en una atmósfera mágica que les traslada cinco siglo atrás en el tiempo para recordar la historia de los hijos de Isabel la Católica, aprovechando el tapiz que cubre una de las paredes de Alcázar, que sirve para ilustrar las explicaciones del personaje que guía la visita.

Al llegar a la capilla, la dama Beatriz de Bobadilla recuerda la figura de Enrique IV para hacer referencia a algunos aspectos menos conocidos de la relación que mantuvo con su hermana, a la que quiso casar en varias ocasiones con distintos pretendientes fracasando en el intento. El tono distendido y la interacción con el público convierten estas noches del Alcázar en un lugar diferente, como indica la actriz Teresa Cudillera: «Para nosotros supone una gran emoción porque estar a estas horas en el Alcázar, cuando el monumento se cierra al público en general; adquiere otro carácter y lo hace más auténtico».

Las píldoras históricas se suceden a lo largo del recorrido recordando entre otros momentos cómo la propia reina Isabel organizó su funeral, salpicando estos momentos con curiosidades como los perfumes que solía utilizar la reina y algunos cuyos aromas se pueden respirar en una de las estancias en toda una experiencia 4D.

De la sala de las Piñas que, como recuerda la amiga de la reina Isabel, eran consideradas símbolo de fertilidad, se pasa a la sala de Reyes donde se recrea una de las fiestas palaciegas de aquella época en la que se hace partícipe al público que termina bailando en corro agarrado de la mano y al son de los instrumentos, siguiendo las indicaciones de Beatriz de Bobadilla mientras cubre su cara con un antifaz. Tras el momento de diversión, las luces se apagan de nuevo e iluminados por la tenue luz de las velas se accede a la siguiente estancia donde compone su música Tadeo.

La visita llega a su recta final y los trazos históricos recobran el protagonismo para recordar la estrecha vinculación de Isabel con Segovia, donde fue coronada el 13 de diciembre de 1474, un acontecimiento que cambió la historia y que la colocó como una avanzada a su tiempo que se coronó sin contar con el consentimiento de su marido Fernando de Aragón: «Su esposa se proclamó reina sin su permiso y él se llenó de ira y de rabia».

En un desfile majestuoso, encabezado por la dama de confianza de la reina, lleva en la mano una espada como símbolo de la Justicia que debía impartir la soberana. Para la actriz que interpreta a Beatriz de Bobadilla «estas visitas teatralizadas suponen hacer un homenaje a los personajes que vivieron aquí y que la gente participe dándoles vida propia, es muy emocionante para nosotros».

El itinerario termina en el salón del trono con los sillones de los Reyes Católicos de fondo, aunque todavía queda otra interacción con el público, que termina cantando una canción del siglo XVI interpretada por todos los asistentes a coro y al son de la música de época. Un castillo que cobra vida por la noche, una oportunidad única para disfrutar de uno de los monumentos más representativos de Segovia en una visita inédita.

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