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Carlos Muñoz de Pablos, entre las dos obras.

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Carlos Muñoz de Pablos, entre las dos obras. Antonio de Torre

Muñoz de Pablos y Marazuela: un legado eterno

El pintor dona al Museo de Segovia dos retratos del maestro del folclore castellano que realizó siendo aún muy joven, entre 1959 y 1960

Carlos Álvaro

Segovia

Jueves, 26 de junio 2025, 08:27

En un acto de profunda emoción y significado cultural, Carlos Muñoz de Pablos (Segovia, 1938) ha hecho entrega de dos retratos del folclorista segoviano Agapito Marazuela (1891-1983) que realizó siendo aún muy joven, entre 1959 y 1960. Las obras, un óleo de cuerpo entero y un boceto en sepia y sanguina sobre cartón natural, de medio cuerpo, pasan a formar parte del patrimonio del Museo gracias a la generosidad del pintor y vitralista, que rinde así homenaje a una de las figuras más emblemáticas de la cultura tradicional castellana.

«Me impresionaba su cabeza, la parte expresiva, anímica. Sus manos, como agarrotadas, fluían con una dulzura extraordinaria cuando tomaban la guitarra». De esta manera recordó Muñoz de Pablos los encuentros que mantuvo con el maestro –para realizar los dibujos preparatorios– en la Venta del Arco, carretera de Arévalo, donde Agapito vivía rodeado de una austeridad de ermitaño. «En los descansos cogía la guitarra y sonaban las notas de las famosas 'Granaínas', y aquello era como un regalo del cielo, del cielo de él y del cielo mío». El pintor, acompañado de familiares, amigos y compañeros, destacó la capacidad de Marazuela para unir a músicos y folcloristas, incluso a generaciones distintas, después de su muerte, de la que han transcurrido cuarenta y dos largos años. «Que Agapito tenga aún la capacidad de aglutinarnos, de juntarnos, me parece hermosísimo», dijo. Sobre la obra donada, Muñoz de Pablos subrayó la importancia de los bocetos, «a veces más importantes que la obra definitiva, porque son secuenciales, como elementos de un estudio anatómico».

El acto, que contó con la presencia de las autoridades locales, concluyó con un momento de gran simbolismo: dos danzantes bailaron la 'Entradilla' de Agapito Marazuela en presencia de Muñoz de Pablos y su obra. Después, espontáneamente, se interpretaron piezas del 'Cancionero' de Marazuela, melodías que el maestro rescató y preservó y que resonaron en el Museo como tributo vivo a su legado.

Las obras donadas perpetúan el diálogo entre dos hombres clave de la cultura segoviana: Marazuela, guardián del folclore, y Muñoz de Pablos, maestro del arte y la conservación del patrimonio. «Carlos nos recuerda que el arte no solo se crea, también se comparte, se entrega, se convierte en legado», señaló la jefa del Servicio de Cultura de la Junta de Castilla y León, Ruth Llorente. Por su parte, el director del Museo, Santiago Martínez Caballero, expresó el orgullo de poder acoger ambos cuadros: «La generosidad de Carlos hace posible que estas piezas estén aquí para su conservación, custodia y exhibición, y cualquiera que venga va a poder contemplarlas. Ambas reflejan la personalidad artística y humana de una de las figuras, si no la más significativa, de la cultura tradicional del siglo XX». Precisamente, el Museo de Segovia ha recibido en los últimos años, para su custodia, pertenencias y piezas relacionadas con Agapito Marazuela que han donado sus amigos y discípulos. Entre sus fondos, el Museo guarda documentación sonora de sus coplas, de sus reuniones con amigos, fotografías y numerosa bibliografía. Entre esos objetos simbólicos están las célebres gafas de Agapito, con su cristal izquierdo velado, las tejoletas de cerámica que usaba a modo de castañuelas y la Medalla al Mérito en las Bellas Artes que recibió en 1983. «Esta donación de Carlos Muñoz de Pablos es un acto de justicia histórica, pero también de amor al arte, a la tierra y a quienes nos precedieron», añadió Ruth Llorente.

Nacido en Valverde del Majano en 1891, Marazuela fue un artista querido y reconocido en su tierra. Perseguido tras la Guerra Civil por su insobornable compromiso con la causa de la República, fueron numerosos los premios, reconocimientos, apoyo institucional y cariño de los segovianos que el artista tuvo en vida y después de su fallecimiento. Tras el regreso de la democracia, Agapito fue nombrado académico de Mérito en la Academia de Historia y Arte de San Quirce y recibió, ya a título póstumo, la Medalla al Mérito en las Bellas Artes en su categoría de oro. Recopilaciones de su obra, cátedras y premios con su nombre jalonan su trayectoria, como la Medalla de Plata del Ayuntamiento de Segovia o la Medalla de Oro de la Provincia. Carlos Muñoz de Pablos no le va a la zaga en premios y distinciones. El artista segoviano, miembro de Mérito de la Real Academia de San Quirce, también está en posesión de la Medalla al Mérito en las Bellas Artes y es Hijo Predilecto de la Ciudad de Segovia.

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