Un merecido homenaje para Don Domiciano
El barrio del Cristo del Mercado celebró con emoción los actos programados en su festividad y rememoró con especial cariño al que fuera su sacerdote, fallecido hace tres años
El barrio del Cristo del Mercado vivió ayer una jornada especial, de las que están marcadas en la agenda. No solo por ser el día de la festividad de la Santa Cruz, con la subida del mayo, que ya apunta al cielo desde su lugar habitual frente a la ermita, sino también por el descubrimiento de la placa con el nombre que a partir de ahora va a llevar la rotonda de la confluencia de José Zorrilla con Conde Sepúlveda, popularmente conocida como rotonda del bar Norte. Apartir de ahora se llama rotonda Domiciano Monjas sacerdote.
Un homenaje de su barrio, de sus vecinos, de la Cofradía de la Esclavitud del Santo de Cristo de la Cruz, de la ciudad de Segovia al que durante muchas décadas que fuera párroco del barrio y profesor del instituto de la Albuera, fallecido en febrero de 2019 a los 87 años. Fue la Cofradía del Cristo del Mercado la que instaba a recordar a la figura del sacerdote. Ya esta solicitud se adhirieron la Diócesis de Segovia, los párrocos del Cristo del Mercado y de Santa Teresa y las asociaciones de vecinos del Cristo del Mercado y de Santa Teresa-El Puente de Hierro, entre otros, así como familiares del sacerdote, amigos, autoridades políticas presentes también en este acto. Fue aprobada por unanimidad en el pleno del Ayuntamiento celebrado en enero.
Durante el homenaje, sencillo y muy emotivo, a los pies de su ermita, no faltaron las palabras de agradecimiento y reconocimiento a Domiciano Monjas , «don Domi», apuntó Rubén García durante la presentación. «Nuestro mejor homenaje es continuar buscando su consejo y su ayuda», destacó.
La alcaldesa Clara Luquero remarcó lo especial de la jornada «porque volvéis a celebrar vuestra fiesta, porque podemos volver a encontrarnos y convivir tranquilamente en el barrio y lo es porque nos convoca un motivo alegre, como es el proceder al descubrimiento que da nombre a esta glorieta a favor de don Domiciano Monjas», recordando camino iniciado en el año 2019 por parte de la Cofradía de la Esclavitud del Santo Cristo de la Cruz del Cristo del Mercado. «Tras el fallecimiento de don Domiciano y en un sentido escrito proponía que desde el Consistorio tuviéramos a bien denominar esta glorieta con el nombre del que fuera durante décadas el párroco de este barrio, petición que inmediatamente fue secundada por numerosas entidades segovianas que apoyaron esta iniciativa y que compartieron la necesidad de este reconocimiento a un hombre que como diría Antonio Machado, en el buen sentido de la palabra bueno. Es de justicia reconocer su labor y la ciudad de Segovia quiere mostrar su respeto, afecto y cariño a la figura de don Domiciano Monjas», dijo.
El presidente de la cofradía, José Germán de Lara, señaló durante su intervención que «sobran las palabras, «porque lo importante es el recuerdo a don Domiciano. Estoy convencido que don Domiciano está con nosotros disfrutando de este momento y ruborizándose por tanto cariño, con su sonrisa, su sombrero y su bastón. Es imposible, tres años después de su muerte, llegar a la plaza, entrar en la ermita y no pensar en él», dijo, para añadir que «su recuerdo será más evidente para los miles de personas que transitarán por la glorieta que llevará su nombre».
En este homenaje también estuvo presente Ángel Galindo, vicario general de la Diócesis, en representación del obispo César Franco, que sigue convaleciente, al igual que Esteban y Francisco, hermanos de Domiciano Monjas.
El mayo
La tarde comenzó con la recuperación de una de sus tradiciones populares, como es la subida del mayo que ya adorna la plaza del Cristo del Mercado, y lo hará hasta el mes septiembre. Apoyado en el camión grúa que lo transportaba y amenizado por el sonido de los tambores y dulzainas de la escuela de dulzainas de Segovia, el afilado poste de madera permanece erguido frente a la ermita con el esfuerzo de los mozos y mozas del barrio y con la cruz adornada con flores para la ocasión. Es el mayo un símbolo vecinal que une, una seña de identidad propia que no se ha querido perder tras dos años complicados.
El acto sirvió de antesala a lo que estaba por venir, la colocación de la placa en homenaje a Domiciano Monjas. Y para saborear el acto, nada mejor que una degustación de arroz con leche que la cofradía ofreció a los asistentes. No faltó tampoco la tradicional limonada. Tras el homenaje tuvo lugar una misa solemne en la ermita.
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