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Árboles de Navidad, renos, galletas de jengibre, copos de nieve, muñecos de nieve y bolas de adorno de árbol de Navidad acompañaron este lunes a Papá Noel en su llegada a Cuéllar en una cita donde tampoco faltaron alrededor de un centenar de motos adornadas para la ocasión. Gracias a todos ellos, llegó desde Laponia hasta la villa cuellarana para participar en un vistoso y colorido pasacalles del que disfrutaron cientos de niños que llenaron la localidad de ilusión.
Papá Noel realizó la primera parada de su trineo junto al castillo de Cuéllar, donde ya le esperaban decenas de motos, con vehículos y conductores ataviados para la ocasión. Una comitiva de luces, gorros de elfo, regalos en las maletas y coloridos y divertidos atuendos fueron los acompañantes de Papá Noel, ya que los moteros se convirtieron en ayudantes por unas horas, repartiendo ilusión por todo el recorrido por las calles de Cuéllar.
Tras dar la bienvenida a Papá Noel, la comitiva partió, recorriendo algunas de las calles de la zona norte de la localidad, pasando por el barrio de Valdihuertos y la residencia de ancianos, para que éstos también pudieran disfrutar de algún modo del desfile. A continuación siguieron hasta la plaza de toros para seguir el desfile por la zona sur de la villa hasta el barrio de Santa Clara y dirigirse luego al centro. Durante este trayecto, cientos de personas pudieron disfrutar del espectáculo de luces y del rugir de las motos por las calles de la localidad hasta su llegada a la zona de la estación de autobuses.
En este punto es donde esperaban decenas de pequeños ataviados con divertidos y coloridos trajes. Todos ellos formaron un vistoso desfile que fue precedido por la Banda Municipal de Música de Cuéllar que, en forma de villancicos, puso la banda sonora a una de las noches más especiales del año.
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Toda la comitiva recorrió las calles de la localidad ante la mirada de cientos de niños y mayores que no se quisieron perder la visita de Papá Noel, quien decidió detener su trineo en la zona de los Paseos de San Francisco. Allí recibió a todos los niños para que le expresaran sus deseos, se fotografiasen con él y le dieran sus cartas.
Los pequeños que participaron en el desfile fueron los primeros en ser atendidos por Papá Noel, mientras que multitud de niños más esperaron, desafiando al frío de la noche, para poder entregar sus misivas. Entre todas ellas, el Ayuntamiento realizó un sorteo de vales para poder comprar en los comercios de la localidad.
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David S. Olabarri y Lidia Carvajal
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