Segovia
'El juego del calamar' es el rey del CarnavalLas tiendas segovianas apuran la venta de disfraces en los días previos a la fiesta, pero las modas y las costumbres cambian cada año
El disfraz inspirado en 'El Juego del calamar', la serie coreana de la plataforma de streaming Netflix, será uno de los disfraces de moda de estos carnavales, como ya lo fuera de los anteriores. «Sin lugar a dudas, es el que más se está demandando», señala Sonia Gómez, de Toy Planet. Pero no es el único que despierta el interés de los amantes del carnaval, que ya tienen todo listo para disfrutar de intensos días festivos: los disfraces de animales también arrasan, impulsados por las peticiones temáticas de los colegios. «Hay una verdadera fiebre por estos atuendos. Sin embargo, los clásicos disfraces de vaqueros o médicos han quedado relegados», añade. Por su parte, los de princesas de Disney y Monster High siguen siendo una apuesta que nunca falla. «Los de Monster High tienen la ventaja de servir tanto para el carnaval como para Halloween. Son muy prácticos para las madres, que aprovechan al máximo estas opciones atemporales».
No obstante, la fiebre de los disfraces ya no se vive en las tiendas de Segovia como antaño. En el bazar El Chollo, lejos quedan los tiempos en que la tienda se llenaba de disfraces. «Ahora trabajamos exclusivamente por catálogo y tratamos de adaptarnos a la demanda de los colegios, que imponen unas temáticas muy específicas. Ya no es el niño quien elige el disfraz que quiere; lleva lo que le piden en el colegio. Este año han pedido mucho relacionado con el mar, el océano, los piratas... También de animales, de policías y guardias civiles...», explica Montserrat de la Calle. Cada vez son más las madres que acuden a comprar el material para elaborar los disfraces de sus hijos. «Dejamos de traer los disfraces porque muchos se quedaban sin vender por falta de demanda», añade Montserrat.
«El tiempo está acompañando y el carnaval llega más tarde de lo habitual, lo que favorece las ventas», advierte Roberto Manso, de Todo Útil, que tiene varias estanterías llenas de disfraces, muchos de ellos procedente del 'stock' sobrante del año pasado. En su tienda, donde los atuendos se ofrecen a mitad de precio, el cliente siempre encuentra lo que va buscando, ya sea un disfraz completo o un complemento. «La gente viene, revuelve todo y es muy raro que no encuentre algo. Y si no lo encuentra, son muchos los que optan por fabricárselo ellos mismos. Por eso también se vende mucha goma eva, cartulinas de colores y materiales y accesorios de todo tipo», explica Manso. Esta moda de elaborar los propios disfraces procede en gran medida de los colegios, que apuestan por una temática concreta y encargan.
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Roberto Manso reflexiona sobre el declive de las campañas: «En general, están muriendo. Todo el año se compra de todo. La compra de disfraces por internet es lo más habitual. Es imposible que una tienda pueda tener ochocientos modelos de disfraces. Nosotros tenemos muchos, los típicos, los clásicos de vaqueros, de romanos... Pero al final no es una campaña rentable, pues implica hacer un montaje y un desmontaje muy grandes para tan solo unos días». Sobre las demandas, siempre hay sorpresas. «Nos preguntan si tenemos el disfraz del Principito, el del 'juego del calamar', no sé, la cosa más rara que se te pueda ocurrir... ¡Como cambian las modas cada año! Cuando piden algo muy extraño, les recomendamos que se hagan el disfraz ellos mismos, que es lo más fácil». Internet ofrece un escaparate de opciones infinito. «Si quieres variedad, tienes que recurrir a la red. Es lo mismo de siempre. Aquí ya no es cuestión de grandes y pequeños; aquí es internet la que se come todo».
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