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Clientes en el interior de La Portada de Mediodía. Antonio Tanarro

Tapas y raciones de contrastes

El cierre del interior de los establecimientos de la ciudad choca con el ambiente de los pueblos en los que sí está permitido el consumo dentro

Lunes, 12 de abril 2021, 08:22

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Es la hora del aperitivo. Y qué fastidio, está lloviendo, aunque no parece ser un inconveniente para clientes que, en la zona del Acueducto, disfrutan de la consumición y la conversación en una terraza. Y es que las terrazas son el único lugar en el que se puede tomar algo y comer, con el interior de los establecimientos hosteleros de la ciudad cerrados, en Segovia capital, El Espinar y Riaza desde el pasado día 6.

Esta situación contrasta con la que se da en los pueblos del alfoz, en los que sí se puede acceder al interior (y se agradece sobre todo si llueve). «Creemos que la semana va a dos velocidades, una, la de los que pueden utilizar el interior, que han podido salvarse de este fin de semana de lluvias, y otra, la de los que no pueden abrir el interior, que lógicamente desde el viernes que ha hecho mal tiempo, ha sido desastroso porque el poco turismo que pueda venir se echa para atrás ante las previsiones del tiempo. No tengo los datos, pero creo y quiero pensar que los pueblos que hayan podido trabajar el interior, a pesar de que haya llovido, habrán podido trabajar algo, pero en la capital, en Riaza y El Espinar, con este tiempo, con este tiempo ha sido ruinoso total», comentó Jesús Castellanos, presidente de Hotuse-Aihs.

«Al menos, la tendencia no va subiendo, o no demasiado, que es el miedo que teníamos, pero el límite de incidencia a día de hoy en Segovia, en las zonas en las que estamos cerrados, está por encima. Habrá que ver lo que la Junta determina, y no es seguro, porque parece que no solo no nos van a dejar trabajar a los que estamos cerrados, sino que puede que se amplíe ese cierre a alguna zona más. Vamos a esperar y a ver si nos dejan abrir a todos cuanto antes y si fuera a partir de mañana, mejor que mejor, porque así es una ruina, y más viendo como viene la previsión del mes de abril por lo que al tiempo se refiere; nos está perjudicando ahora mismo más que beneficiando el tema de las terrazas con este tiempo».

Para Jesús Castellanos, «al menos no estamos cerrados todos y como presidente de la asociación me tengo que alegrar de que haya quien pueda trabajar, no queda otra, aunque no entienda la medida; no entiendo que unas puedan y otros no, no tiene sentido que estemos cerrados ninguno. Sigo pidiendo y exigiendo que nos dejen abrir a todos, porque reitero que los contagios no están la hostelería. Siempre es mejor que no estemos todos cerrados, cualquier establecimiento que pueda abrir el interior, para nosotros es buena noticia. Nos gustaría poder abrir todos, que pudiéramos abrir en Segovia, en El Espinar, en Riaza... porque bastantes restricciones tenemos ya. Y vuelvo a repetir también que siguen sin llegar las ayudas que tenían que haber llegado para el cierre de noviembre y estamos en abril, y no han llegado todavía; se ha repartido un 10% de las ayudas, un 90% seguimos sin recibir ningún tipo de ayudas», pidió Castellanos.

La situación es bien diferente apenas a cuatro kilómetros de distancia de la ciudad, en La Lastrilla. «Esta situación es un poco compleja, primero porque mañana nos puede tocar a nosotros, ¿qué nos hemos visto beneficiados? Sí, pero evidentemente nos gustaría que fuese de otra forma», comentó Óscar Calle, de Venta Magullo.

¿Y se nota en una mayor afluencia de clientela? «Sí te dijera que no, sería mentira. Es verdad que los fines de semana se está trabajando muy bien, así como entre semana está siendo algo más complejo por las circunstancias que estamos viviendo», destacando que la hostelería es un lugar seguro. Basta con mirar alrededor, un local grande, con sistemas de ventilación natural, también mecánica. «Es un lugar seguro. Y tranquilo», añadió.

Un poco más lejos, y también cerca de la ciudad, la localidad de Palazuelos de Eresma también está pendiente de la incidencia acumulada, pero de momento, y hasta que no haya una comunicación al respecto, sigue con el interior de sus establecimientos abierto. «Algo sí que se ha notado algo, pero nosotros tenemos nuestra clientela fija y el público que tenemos nosotros en general es gente del municipio, de los alrededores y de Segovia», apuntó Pedro Pérez, del restaurante El Chorrillo. «Hasta ahora vamos saliendo adelante, con todo abierto, claro. Si nos dejan la terraza solo, somos ocho personas trabajando y ahí surgiría otro problema de los muchos que llevamos pasando».

Y a unos 14 kilómetros de a capital, en la localidad de Torrecaballeros, Iván Rico, de La Portada de Mediodía, quiso tener primero un recuerdo para los compañeros de Segovia capital. «Lo primero, el mal de nuestros compañeros de Segovia creer que podamos estar favorecidos es una pena que se piense así, de esa manera», valoró.

«Notarse se ha notado un poquito más de clientela. Con el mal tiempo, en Segovia no se pueden abrir las terrazas, aunque poquito, sí que sale la gente. La clave sigue siendo Madrid, es nuestro cliente potencial y si Madrid no está abierto es un poco menos, pero ahí estamos», dijo.

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