La Fuencisla, la alternativa a las terrazas

Loli Pérez y Antonio Guillén han decidido, aprovechando que hace un buen día, comer en La Fuencisla, en un entorno natural. Y en buena compañía, junto a sus hijos y su perro. Una válvula de escape, un poco de paz y también de libertad, aunque hay que respetar todas las medidas sanitarias.

«Los fines de semana solemos venir aquí o ir a la montaña con los niños, estar al aire libre. Hemos llevado y llevamos muy a rajatabla todo esto de la covid y no nos involucramos mucho en temas de fiestas, de aglomeraciones. Preferimos salir y no tener que estar en una terraza, evitar un poco todo eso», comentó.

Y nada de reticencias, de malos modos o malas palabras. «No notamos nada de eso; si te das cuenta toda la gente que estamos aquí estamos haciendo lo mismo, comer tranquilamente, manteniendo la distancia de seguridad, sin aglomeraciones...», dijo. «Tenemos respeto a todas las normas, pero también procuramos hacer nuestra vida más o menos normal», apuntó Antonio Guillén.

No fueron los únicos que tuvieron esa idea de ir a comer a la zona de La Fuencisla. El tiempo casi primaveral, con una temperatura a la hora de comer de 14, 15 grados, que se ha dado ayer domingo (y durante el fin de semana) y el hecho de que el coronavirus haya mejorado en los últimos días en lo que a los datos se refiere, han vuelto a llenar de vida a las calles de Segovia. Y se nota en cada rincón. Los agradecidos rayos del sol de febrero animaron a muchos segovianos a disfrutar de las calles desde primera hora de la mañana, como reflejaban las principales vías del centro histórico y entornos naturales, como los de La Fuencisla y la alameda del Parral. Pulmones siempre imprescindibles.

Elsa García también es otra de las personas que ha decidido aprovechar el domingo para salir a comer fuera de casa. Es de las habituales. «En verano, cuando hemos podido, hemos venido aquí a cenar. Se nota la pandemia, porque esto ha estado lleno otras veces y sí que hemos notado alguna reticencia, hay gente que te mira como si estuvieras haciendo algo malo y realmente estás comiendo, y además, aquí tenemos mucha distancia de seguridad», añadió.

A unos metros de distancia se encuentra María Álvarez. Ella y otros tres amigos han aprovechado el domingo con un motivo especial. Su cumpleaños. «No solemos venir, pero nos hemos animado por el buen día que hace y por cambiar y en vez de terrazas, Fuencisla. Seguro que ahora con el buen tiempo nos animaremos a venir más».

Las terrazas de los bares y restaurantes eran fiel reflejo de las ganas que había (que hay) de salir a la calle, los de la capital y los de la provincia, por dejar atrás días complicados. Era difícil encontrar una mesa libre, ni reservando con antelación.

La gente demanda el contacto con la naturaleza, de tener espacios en los que relacionarse de forma segura. Se nota, se percibe. «Lo que se ha visto durante esta pandemia, sobre todo cuando hemos estado encerrados, como que la gente necesitaba el contacto con la naturaleza, salir al campo... Y es una forma de relacionarse de forma segura al aire libre y disfrutar de un entorno natural de Segovia único. Me parece bien, siempre manteniendo las precauciones como en cualquier otro lado, aunque sepamos que al aire libre el riesgo es mucho menor. Me parece estupendo que la gente disfrute de estas zonas de Segovia», manifestó Ángel Galindo, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Segovia.

Galindo mantiene la prudencia y el respeto, «que esto no se ha acabado», y sí que tenía constancia de esta circunstancia. «Salgo muchos días a correr y paso por ahí, se ve ambientillo. Es verdad que las temperaturas están acompañando aunque por las tardes refresca. Para eso están esas zonas, para disfrutarlas, para compartir y teniendo las precauciones y realizando los contactos de forma segura».

En un día así, no faltaron bicicletas y patinetes, sobre todo, en manos de los más pequeños, que tampoco hacían ascos a los columpios, mientras los mayores optaban por paseos. Estaba el día para hacer 'pícnics' en el césped, con sillas, mesas de playa incluidas, aunque no vacías. Sobre ellas, un buen bocadillo (jamón, tortilla o chorizo, a gusto del consumidor), una ensalada para acompañar, una pizza... sin faltar el agua y los refrescos, ni los 'tuppers'.

La pandemia de la enfermedad del coronavirus de la covid-19 ha afectado las actividades para mucha gente desde hace un año, pero a pesar de los cambios, sigue habiendo esos pequeños detalles que hacen que la normalidad se vea más cerca, detalles que se alzan como otra opción para disfrutar del buen tiempo, de una comida al aire libre, de la familia.... Sin olvidarse de la seguridad, respetando las pautas de comportamiento para evitar contagios.

Y no está de más tener en cuenta algunos consejos. La Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard optó por publicar una serie de consejos para reducir el riesgo de contagio, sobre todo si se lleva la comida de casa. Invitar a pocas personas. Cuanta más gente de distintas familias asista al encuentro mayores son las posibilidades de contagio. Aunque estar en el exterior presenta un riesgo menor que reunirse en el interior de una casa, sigue siendo relevante el uso de la mascarilla y mantener una distancia segura con los invitados de otros domicilios, así como terca un lugar donde lavarse las manos o que cada uno traiga sus bebidas, neveras, hielo y comida. También deben encargarse de recoger sus residuos.