Las fiestas de los pueblos, otra vez en cuarentena

En la elaboración de los presupuestos de 2020, en los que los ayuntamientos de la provincia recogían sus partidas para celebrar como cada verano las fiestas patronales de la localidad, la amenaza de una pandemia sanitaria que obligase a suspender cualquier atisbo de concentración multitudinaria era una cuestión que no figuraba en ninguno de sus planes. Un año después, el coronavirus y sus consecuencias marcan las cuentas –ya aprobadas o en fase de elaboración– de los ayuntamientos segovianos, que por lo general han decidido mantener las partidas para la celebración de las fiestas aunque conscientes de que probablemente tendrán que volver a modificarlas durante los próximos meses.

La partida que tenía programada el Ayuntamiento de Segovia para celebrar las tradicionales fiestas patronales sirvió en 2020 para reorganizar las actividades y diseñar un nuevo programa de verano con medidas de seguridad como 'Oasis de Cultura', con actuaciones y conciertos con aforo reducido en el Jardín de los Zuloaga y microconciertos de músicos locales repartidos por la ciudad que amenizaron el verano a segovianos y (pocos) turistas.

Para este año, a partida de fiestas continuará intacta a la espera del transcurso, sobre todo epidemiológico, del 2021. La concejala de Cultura, Gina Aguiar, lo explica de la siguiente forma: «Depende de cómo vaya la situación, vamos a aguantar un poquito, pero estamos viendo hacia dónde vamos, y seguramente este año también tengamos que hacer unas fiestas adaptadas a la situación que nos ha tocado vivir». Pese a esta previsión, Aguiar reconoce no haber tirado la toalla del todo: «La esperanza es lo último que se pierde, pero viendo cómo está la situación, me parece raro pensar que en junio nos vamos a poder juntar 4.000 personas en un concierto», analiza la edil. Después de la difícil experiencia del año pasado, en el que todo era nuevo y reinó la «improvisación» para adaptar la oferta cultural a las novedades que iban surgiendo. «Después del año pasado, que ha sido un máster, ya sabemos que hay cosas que han funcionado que se pueden hacer», comenta la responsable de Cultura, quien considera que cualquiera alternativa irá «en la línea de apoyar al tejido cultural de la ciudad, e incentivar también otros sectores afectados, como la hostelería o el turismo».

De los 5,5 millones de euros de presupuesto total que tenía El Real Sitio de San Ildefonso en 2020, alrededor de 70.000 euros estaban previstos para ser gastados en fiestas, que no se pudieron celebrar por la pandemia. En el mismo pleno de mayo en que se decidió la suspensión de esta celebración, se aprobó un plan de ayudas directas para los vecinos por un valor de 100.000 euros, el cual absorbió parte de este excedente, y otros auxilios como la exención del cobro de las tasas de las terrazas para la hostelería y la flexibilización de otros impuestos.

Para 2021, aunque aún no están aprobados los presupuestos para este año, el alcalde de El Real Sitio ha señalado que las cuentas irán en la línea de lo aprobado en 2020, pues son «las que le corresponde al municipio» y este «se puede permitir». Para las fiestas se ha guardado una cantidad también parecida a la del año pasado, aunque esto no quiere decir nada sobre el futuro de los festejos.

«El dinero de fiestas se presupuesta por una cuestión exclusivamente técnica», aclara Alonso, que completa: «De esta forma, así lo tienes contemplado y podría contar con ella en el hipotético caso de que lo necesitaras, aunque sabemos casi a ciencia cierta que no es así, pero de esta forma es más fácil de gestionar y modificarla para destinarlo donde corresponda en función del momento». Si cuando llegue ese punto los vecinos están pasando un momento «tan negativo» como el de los últimos meses, lo más seguro es que el dinero se acabe destinando a «diferentes líneas de ayudas para los que peor lo están pasando», prevé el regidor.

En el caso de Cuéllar, el presupuesto total para 2020 fue de aproximadamente 8,2 millones, de los cuales 450.000 euros se reservaban, sobre todo, para las fiestas de verano del pueblo, que se celebran normalmente a finales de agosto en honor a Nuestra Señora del Rosario y que incluyen los emblemáticos encierros, una tradición declarada de Interés Turístico Internacional, ya que están considerados los más antiguos de España. Ante la amarga decisión de suspender los festejos en esta localidad, el dinero previsto se empleó, en su defecto, para labores de pavimentación, mejora de parques infantiles, renovación del arbolado y adquisición de algún vehículo municipal.

Para 2021, la localidad ha aprobado unos presupuestos de 8,1 millones de euros, un 1,4% menor que el año anterior. Entre las diferentes partidas, se sigue incluyendo una para las fiestas, concretamente de 375.000 euros, según informa el alcalde del municipio, Carlos Fraile. «Evidentemente, va a haber una reducción de costes en la contratación de festejos taurinos u orquestas y esta partida también suele incluir las fiestas de carnaval, que no se van a hacer», explica Fraile sobre la cantidad 100.000 euros inferior a la recogida en 2020.

Sobre la posibilidad de llegar a «ejecutar» esta partida, el regidor confía en la vacuna. «El año pasado aguantamos hasta el último momento para suspender y esperamos que ahora, con las vacunas, podamos tener un verano con cierta 'normalidad' dentro de lo que cabe, que nos permita hacer al menos algunos actos festivos, si no se puede en su totalidad».

Lo que sí tiene claro este alcalde es que no volverá a dejar a Cuéllar sin toros. Precisamente por el peso que tienen los festejos taurinos en la localidad para los vecinos, ha asegurado que el Consistorio «hará todo lo posible» para celebrar actos adecuados al momento epidemiológico que viva el municipio, y de acuerdo a las medidas de seguridad que haya entonces, aunque sea a puerta cerrada y con aforo limitado. Esta será una prioridad del gobierno local, que tiene la mirada puesta en apoyar a un sector que considera «de gran valor cultural» que «mueve a un gran número de personas» y también dar un impulso a otros también muy castigados como el de la hostelería, que indirectamente se vería beneficiado.

De los dos millones de euros que Nava de la Asunción aprobó en sus presupuestos municipales, 160.000 euros eran para fiestas, sobre todo para las que siempre se han celebrado el tercer sábado de septiembre, por el Santo Cristo de la Aspiración. Cuando el gobierno local de este municipio asumió que no se podrían llevar a cabo en el fatídico 2020, el dinero se consignó a cambiar la zona de juegos del parque del municipio.

Según explica el alcalde de la localidad, Juan José Maroto, el equipo de Gobierno quería que el dinero fueran encaminado a mejorar la vida de los vecinos de forma directa: «Queríamos que repercutiera en todo el pueblo, que fuera una buena inversión para todo el mundo», explica.

Dado que los columpios y las zonas de recreo infantil no se renovaban desde el año 2000, pensaron que esta sería una buena idea para mejorar el gran parque, que ocupa casi una hectárea y es muy concurrido por los vecinos. Como han tenido algunos problemas burocráticos por el cambio de secretaria, el año pasado no pudo salir el concurso, por lo que este año volverá a consignarse para que pueda materializarse la propuesta.

El presupuesto para Nava de cara al 2021 aún no está aprobado, ya que aún se están ultimando sus detalles y no estará listo hasta la primera mitad de febrero. Sin embargo, Maroto lo ve claro: «Vamos a dedicar una partida importante a las fiestas», sentencia. El regidor no ha dudado en contar con la celebración de las fiestas patronales este 2021, y tales son sus expectativas para este año, que reservarán aún más dinero del habitual: «Subiremos un poquito, hay que animar a la gente, si podemos».

El 80% o más de los 60.000 euros que Palazuelos de Eresma había guardado para sus fiestas en 2020 fueron a parar a «temas covid», como los llama su alcalde, Jesús Nieto. Se refiere a la compra de materiales de protección o contratación de personal para, por ejemplo, la asistencia a personas mayores.

Aunque aún no han aprobado el presupuesto municipal para 2021, el regidor prevé que sea más o menos similar al del año anterior, de 3,5 millones de euros. Para los festejos, la partida también será la misma, que se usará para ello o para otra cosa, en función de la evolución sanitaria. «En principio, sí se contempla, porque si luego no hay posibilidades, es más fácil reconducir la partida», explica Nieto.

En Ayllón, los 75.000 euros que no sirvieron para toros y novillos en 2020 encontraron pronto un destino. «Han surgido cosas y obras por hacer, todo en beneficio de los vecinos», explica la alcaldesa de este municipio, María Jesús Sanz. Durante la primera ola, también sirvió para la adquisición de materiales de protección, cuando escaseaban tanto. Una calle que hay que asfaltar, el cambio de tuberías o la conservación de edificios municipales, son algunas de las intervenciones que ha realizado el Consistorio, que administra, además de Ayllón, otros siete núcleos.

Aunque aún no han aprobado los presupuestos para 2021, la regidora imagina que serán algo superiores a los del ejercicio anterior, y que esto les permitirá seguir mejorando el pueblo. Sanz también cree que guardarán la partida de fiestas en previsión de si puede hacerse algo: «Ojalá se pudieran celebrar las fiestas, sería una buena noticia, porque estamos todos un poco tristes», comenta.

En plan, de momento, es observar con atención la evolución epidemiológica hasta finales de septiembre, cuando se celebra San Miguel en Ayllón. «Yo soy la primera a la que le gustan las fiestas de su pueblo, pero primero hay que pasar la pandemia y lo más importante es que no haya más fallecidos», asegura la alcaldesa.

Cuando en 2020 se suspendieron todas las fiestas, el alcalde de Valverde del Majano tuvo bastante claro qué hacer con el dinero. De los 1,76 millones del presupuesto total del consistorio, alrededor de 110.000 eran para fiestas. «Teniendo en cuenta que los gastos extras han superado los 40.000 euros, estos se han llevado buena parte del dinero», explica Javier Lucía. Se refiere a lo empleado para labores de limpieza, contratación de personal y materiales de protección, estos últimos muy caros durante la primera ola.

El resto del dinero «y algo más» ha ido a parar a ayudas para los empresarios de la localidad, a través de la exención del cobro de ciertas tasas, como en el agua o de la recogida de basuras, algunos de los cuales aún deberán materializarse a lo largo de 2021. En el caso de aquellos que no pudieran beneficiarse de estas ayudas, también se han dotado de otros auxilios en forma de inyección directa liquidez para pequeños empresarios. En total, entre empresas, pequeñas empresas y autónomos, se han beneficiado unos 150 negocios.

Para este 2021, el Consistorio ya ha aprobado unas cuentas de 1,74 millones. Sobre las fiestas, mantendrán una cuantía ligeramente inferior a la de otros años, porque técnicamente es mejor dejarla habilitada, aunque es posible que acabe destinada de nuevo a «gastos covid». Lucía confiesa que cuando se diseñó este plan, el pasado mes de diciembre, el equipo de gobierno era más optimista porque los datos epidemiológicos eran un poco mejores.

Cuando San Cristóbal de Segovia se quedó sin sus fiestas de la Virgen del Rosario en octubre ni las de San Antonio el primer fin de semana de julio, el Ayuntamiento decidió destinar 38.000 euros a la compra de mascarillas, geles, acondicionar los colegios a las nuevas normas sanitarias y, después, crear una programación alternativa cultural, con una gran apuesta por los músicos locales. Unas ocho jornadas con músicos locales animaron las calles a falta de festejos tradicionales, además de otras actividades didácticas para los más pequeños.

La semana que viene, San Cristóbal tiene pensado aprobar sus presupuestos para este año, unos 2,35 millones de euros que supondrán una subida del 4 o el 5% respecto al año pasado. En cuanto a la posibilidad de celebrar las fiestas en 2021, la partida que dejan para ello será aproximadamente el mismo dinero. «Incluso podríamos gastar un poco más gracias a los remanentes del año anterior, para dar a la gente parte de las fiestas que no tuvieron el año pasado», apunta el alcalde del municipio, Óscar Moral. En el caso de que finalmente no se puedan celebrar, volverían a trabajar en una programación alternativa para poder dar una oferta cultural estival a los vecinos.

El Ayuntamiento de El Espinar aún no ha aprobado sus cuentas municipales de 2021, todavía en fase de elaboración por parte del equipo de gobierno. Durante los últimos años, la partida de festejos rondaba los 400.000 euros, cifra que en 2020 se destinó en su gran mayoría a ayudas contra la pandemia. Este año, el alcalde, Javier Figueredo, avanza que volverán a contemplar una partida para fiestas, aunque será inferior a la de otros años, sin especificar la cifra. «La vamos a reducir por si al final se puede realizar algo», señala el regidor, conscientes de que en el caso de que la pandemia permita su celebración será de una manera «muy diferente» a la antes de la irrupción del corronavirus. «No serían unas fiestas como las conocemos hasta ahora», avisa.

Si la situación no mejora o no lo hace lo suficiente, El Espinar volverá a destinar esos fondos «a las necesidades que tenga el municipio en ese momento».