Una feria cuarentona y pintona

«Cuarentona y pintona». Así definió Jesús de la Cruz, presidente del Gremio Artesanal Segoviano, una nueva edición de la Feria Nacional de Artesanía. La 41, que ayer por la mañana, y hasta el próximo 8 de mayo, abrió sus puertas una vez solucionados los problemas para garantizar el suministro eléctrico que pusieron en jaque a los organizadores e incluso a la propia celebración de la feria. «Está funcionando como debería funcionar», en una primera jornada con vecinos de Segovia, a la espera de los días fuertes y la llegada del turismo, con el objetivo de satisfacer a todo el público y curiosos que gustan de la artesanía.

El presidente del gremio artesanal recordó los primeros pasos en el Torreón de Lozoya, «el sitio en el que la artesanía cuajó su cimentación», pasando por el Paseo del Salón, «unos años gratificantes», hasta que «por méritos propios» consiguieron ubicarse en la avenida del Acueducto (antes Fernández Ladreda). «Es un proyecto que hemos intentado preservar y cuidar muchísimo».

El año pasado, por las circunstancias que marcaba la covid, fueron 25 los artesanos que participaron en esta feria. Este año son 30, que llegan procedentes de casi todas las comunidades nacionales: Castilla y León, La Rioja, Galicia, Asturias, Andalucía, Levante, Cataluña...

De la Cruz espera mejorar los resultados del año pasado, «que aún con todo fueron satisfactorios», teniendo en cuenta que además parece que va a haber buen tiempo durante estos días. Aunque no es un detalle que preocupe en demasía. «Hemos tenido sol, hemos tenido nieve, hemos tenido aire, lluvia... en 41 años hemos tenido de todo y hemos salido adelante siempre. Segovia tiene algo que para el visitante es mágico, magnético, llueva nieve o haga tempestades. Si hace bueno, mejor, y si hace malo, a aguantar el chaparrón y a seguir luchando», dijo.

Junto al puesto de información de la feria, los visitantes podrán encontrar este año con un caseta que rinde un homenaje del Gremio Artesanos Segoviano «a nuestro maestro y mentor Fernando Llovet, tornero y con serrín en la sangre, que se nos fue este verano», recordó De la Cruz. «No podíamos menos que hacer este homenaje; huía de ellos, pero se lo merece también un poco con la intención de que cale un poco en la sensibilidad y que sepan que personas como él ya no quedan casi», valoró.

Aunque los artesanos levantaron la persiana de sus puestos a eso de las 10:30 horas, a la apertura oficial acudieron el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Segovia, Alberto Espinar, quien destacó que la feria «recoge la tradición con la vanguardia», poniendo en valor el campo tan amplio que abarca (madera, vidrio, cuero, joyas...) y el vicepresidente primero y responsable de Cultura de la Diputación José María Bravo, quien resaltó la importancia de la artesanía en el mundo rural de la región en general y en particular en la provincia de Segovia, « con talleres que son una referencia y una seña de identidad a nivel incluso del panorama nacional».

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