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Melchorr, gaspar, Baltasar y Aratbán saludan a su llegada a Segovia en globo, este martes por la malñana. El Norte

Más discretos pero con la misma magia

Noche de Reyes en Segovia ·

Melchor, Gaspar, Baltasar y, por primera vez, Artabán llegaron en globo a la ciudad, con mascarillas y distancia de seguridad, para dejar los regalos en los hogares de los segovianos

César Blanco Elipe y mónica rico

Segovia | Cuéllar

Martes, 5 de enero 2021

Los Reyes Magos madrugaron este martes para que ningún segoviano se quedara sin su presente en un año que, como ellos mismos reconocieron, había resultado muy duro por el dichoso coronavirus. Lamentaban que la pandemia les hubiera privado de recorrer con sus vistosos cortejos la ciudad y los pueblos de la provincia y recibir el cariño de mayores y niños que cada 5 de enero abarrotan las calles con la doble ilusión de saludar a sus majestades y de pedirles, sentados en sus regazos, sus últimos deseos y regalos antes de acostarse.

Hacia las diez de la mañana, Melchor, Gaspar, Baltasar, y por primera vez en Segovia, Artabán, el cuarto rey mago, sobrevolaban la capital y su monumental patrimonio, admirando desde el cielo las maravillas de una ciudad universal por su arquitectura y su historia. Subidos en la barquilla de un globo aerostático para evitar las aglomeraciones y la amenaza de un inoportuno contagio, los cuatro soberanos empezaron a inspeccionar las casas desde una perspectiva privilegiada para ver cómo repartir los regalos en una noche que se antojaba de mucho trabajo.

Una vez en tierra, discretamente se retiraron a descansar para coger fuerzas. Les esperaban una horas intensas y sobre todo muy sigilosas para no ser descubiertos. Este año tocaba así, nada de cabalgatas por la seguridad sanitaria; aunque los magos confían en que dentro de un año puedan volver a montarse en sus carrozas y tronos, junto a sus séquitos de pajes y sientan el cariño de la gente, niños y mayores, que les llevan en volandas durante en su itinerario monumental por Segovia. Desde el Alcázar hasta los pies del Acueducto, donde los más pequeños les susurran sus anhelos para el nuevo año.

Recuerdo para los abuelos y los sanitarios

Los Reyes Magos se felicitaban de que los niños segovianos se habían portado «maravillosamente bien», incidió Melchor. Sus majestades de Oriente alabaron el comportamiento de los más pequeños durante estos largos meses de confinamientos, mascarillas, geles y distancias que les han privado de toneladas de abrazos y besos de algunos de sus seres más queridos y de sus amigos. Han hecho méritos de sobra para que en la noche de este 5 de enero sus majestades se esmerasen más que otras noches de Reyes en los presentes dejados, también con más discreción de nunca.

Antes de ponerse manos a la obra y distribuirse los hogares, Melchor, Gaspar y Baltasar recorrieron barrio a barrio la capital segoviana para ultimar la estrategia de la madrugada más mágica del año.Nadie les vio, pero las redes sociales dejaron constancia de su presencia en San Lorenzo, Santo Tomás, San Frutos... no dejaron arrabal sin visitar ni carta sin revisar. En esa ruta, se pararon en el barrio de la Comunidad Ciudad y Tierra de Segovia, donde tiene su sede el Colegio Oficial de Médicos. Esta escala no fue fruto del cansancio, sino para «mostrar todo nuestro respeto y cariño a los sanitarios por todo lo que han hecho durante estos meses», manifestó Melchor, quien apostilló que «el mejor regalo que les podemos dar es nuestro ánimo».

Arriba, los Reyes Magos atienden la lista de deseos de un niño en Cuéllar. Abajo, recepción de la alcaldesa de Segoivia a sus majestades de Oriente y lMelchor Gaspar y Baltasar, en su visita a Coca. M. R. / A. Tanarro y E. N.
Imagen principal - Arriba, los Reyes Magos atienden la lista de deseos de un niño en Cuéllar. Abajo, recepción de la alcaldesa de Segoivia a sus majestades de Oriente y lMelchor Gaspar y Baltasar, en su visita a Coca.
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Imagen secundaria 2 - Arriba, los Reyes Magos atienden la lista de deseos de un niño en Cuéllar. Abajo, recepción de la alcaldesa de Segoivia a sus majestades de Oriente y lMelchor Gaspar y Baltasar, en su visita a Coca.

Tras atar estos últimos cabos, se encaminaron a la Casa Consistorial, donde pasadas las ocho de la tarde les esperaba la alcaldesa de la ciudad, Clara Luquero, para darles la bienvenida y agradecerles el esfuerzo de no faltar a la cita con la ilusión de los niños en unos tiempos tan arduos y complicados. La regidora les entregó dos sacas más repletas de misivas de los segovianos. Los Reyes Magos se comprometieron a cumplir esas peticiones más rezagadas y pusieron casi de inmediato a trabajar a los pajes. Durante la recepción, todos guardaron las distancias y trasladaron sus buenos deseos a través de las mascarillas, que sus majestades no se quitaron en ningún momento, ni siquiera cuando nadie les veía.

Artabán, que les había acompañado en su viaje el globo, se unió a la comitiva en el Ayuntamiento. Fiel al personaje que protagoniza el denominado cuarto rey mago, justificó su tardanza en que se había quedado auxiliando a un anciano. El cuarto soberano se acordó de los abuelos de cada hogar, que también han sufrido la ausencia de los abrazos de sus nietos, y animó a los más jóvenes a que sigan su ejemplo y «cuiden de sus mayores».

Baltasar también mandó un mensaje de cariño y solidaridad para con los ancianos en un año que ha sido muy complicado. Todo el séquito y la alcaldesa en nombre de la corporación, manifestaron su deseo de salud para este 2021. Y así, los magos se despidieron y discretamente empezaron a visitar los hogares de los segovianos.

Por triplicado en Cuéllar

Los magos llevan esta noche la ilusión a todos los rincones de la provincia en un frenesí de regalos y de frío, así que agradecieron también los 'buchitos' y las viandas que les dejaron en muchas casas. En Cuéllar, por en el resto de los municipios, sus majestades de Oriente guardaron escrupulosamente las medidas de seguridad y distancia con los niños, quienes demostraron la misma ilusión de todas las Noches de Reyes. El séquito real estuvo en los colegios Santa Clara, San Gil y La Villa, aunque el día antes ya se pudo ver a los magos merodeando por las calles de la localidad. A través de sus redes sociales, el Ayuntamiento difundió un vídeo en el que Melchor, Gaspar y Baltasar recorrían algunos de los lugares más emblemáticos de la villa, como el castillo, San Francisco o Las Tenerías, pero también sus calles y rincones, inspeccionando así las casas de los pequeños para no dejar a ninguno sin regalo. Tras el recorrido, finalizaron el paseo divirtiéndose en los columpios de Los Paseos, lo que arrancó las sonrisas de los más pequeños, que pudieron disfrutar así de un adelanto de la visita de los reyes antes de verlos en persona.

Esta vez, la fantasía que envuelve a los soberanos hizo que se triplicaran. Tres Melchores, tres Gaspares y tres Baltasares para cumplir con la cita en cada uno de los colegios de Cuéllar. Así, desde primera hora de la tarde, los niños de entre cero y doce años, divididos en distintos horarios dependiendo de sus edades, pasaron por sus centros escolares de referencia para trasladar su lista de deseos a sus majestades.

Poco a poco, con desinfección entre una visita y otra y con todas las medidas sanitarias indicadas por las autoridades, los niños fueron accediendo a los colegios, y disfrutando de una visita muy particular de los Reyes Magos, en la que, a pesar de la distancia, no faltó la ilusión. Aunque algunos pequeños no dudaron en llevar sus cartas, éstas fueron ya recogidas por un paje real que recorrió los colegios y guarderías a primeros de diciembre.

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