Los destrozos del ciclón

El ciclón que atizó la zona sur de la provincia de Segovia la noche del lunes ha dejado un reguero de destrozos que los ayuntamientos de la provincia están evaluando con minuciosidad. En la capital, ha llamado mucho la atención el daño de la bola navideña luminosa que decora la plaza de la Artillería, pero el panorama en otras zonas de la ciudad es desolador. Basta con darse un paseo por los Jardinillos de San Roque, la plaza de la Merced o los barrios de San José y Nueva Segovia. En estos lugares, la fuerza del viento, que alcanzó los 121 kilómetros por hora a las nueve de la noche, arrancó de raíz árboles y ramas que, al caer, partieron en dos varios bancos, tanto de madera como de piedra. «Lo más importante es que no se registraron daños personales, y el riesgo fue extremo. Cayeron muchas tejas y se vivieron momentos de verdadero peligro», señala la concejala de Seguridad del Ayuntamiento de Segovia, Raquel de Frutos, que agradece la respuesta ciudadana al llamamiento a la prudencia: «Se alertó en las redes sociales para que nadie saliera de casa si no era estrictamente necesario, y tuvo su efecto».

Bomberos y Policía Local se vieron desbordados, pero llegaron a todo. Los primeros cubrieron 47 incidencias, aunque el airón les impidió desplegar las escalas. «La primera salida la hicieron a las 19:05 y desde entonces atendieron 47 avisos. Estuvieron retirando tejas, chapas, señales, apuntalando árboles, farolas, luces de Navidad...», cuenta la concejala. Por su parte, la Policía Local intervino en los 30 avisos recibidos a través del 112, «además de en todas aquellas situaciones que las patrullas se encontraban por la calle».

Las incidencias se cuentan por pares, pero el balance no será definitivo hasta que los técnicos municipales no hayan evaluado todo el daño causado. Operarios de la empresa salmantina Electridad Carmelo Plaza, responsable de la decoración navideña, analizaban a primera hora de la mañana las magulladuras de la bola de Navidad de la plaza de la Artillería, que el viento arrancó de cuajo. «Por lo que se nos ha comunicado, no tiene nada que no se pueda reparar, pero se irá viendo a lo largo del día. Si fuera irreversible, se retiraría», dijo la concejala. La caída de tejas, revocos de fachada y cornisas se dio en numerosas calles. En la Cuesta de los Hoyos, el paseo de Ezequiel González, la calle de José Zorrilla y la Calle Real se vivieron momentos complicados. También los servicios municipales de Obras y Servicios y Parques y Jardines siguen trabajando en las zonas verdes de la ciudad para evaluar y reparar los daños, según el concejal de Medio Ambiente, Ángel Galindo.

Las rachas de viento huracanado causaron daños de consideración en las techumbres del polideportivo del colegio Carlos de Lecea, en el barrio de Santa Teresa (vieja estación), del Conservatorio Profesional de Música y la antigua fábrica de Celese. En la calle del Coronel Rexach cayó un nido de cigüeña de mucho peso y hubo numerosas farolas dañadas a lo largo y ancho del término municipal.

Este martes, la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, se ha referido a las «circunstancias difíciles» que la ciudad vivió durante las últimas horas del lunes. «Son muchísimas las incidencias registradas, pero solo materiales, no personales. Un señor se vio arrastrado en la calle y cayó al suelo, pero no sufre lesión alguna», dijo Luquero en declaraciones a la agencia Ical. La regidora asegura que los servicios municipales seguirán trabajando durante las próximas horas y señalarán con vallas las zonas más comprometidas. También ha reclamado a los ciudadanos que no bajen la guardia porque para la tarde de este martes también hay previsión de lluvia y viento. «Es necesario caminar con prudencia y evitar las zonas verdes, utilizando el sentido común», afirmó.

En la provincia, el temporal de viento huracanado ha sido especialmente dañino. Los destrozos son severos en pueblos como La Granja de San Ildefonso, Valsaín, El Espinar o Torrecaballeros y en las carreteras de la red provincial se dieron situaciones de mucho riesgo durante las horas en que más soplaba. Esto obligó a los equipos del Área de Acción Territorial de la Diputación a trabajar a lo largo de la noche en la retirada de las vías de maleza, ramas e incluso troncos de árboles. A las nueve de la noche, el viento superaba con creces los 120 kilómetros por hora (en La Pinilla se registraron rachas de hasta 128 kilómetros por hora).

Ante los avisos de la Guardia Civil, los equipos de la Diputación han trabajado toda la madrugada retirando ramas y árboles caídos en la travesía de Hontoria, en la carretera que une Ortigosa del Monte y Otero de Herreros, en la travesía de Valdeprados y en la carretera de El Espinar a la N-603, informan fuentes de la Diputación. No obstante, no fue necesario cortar el tráfico en ninguna carretera de la red provincia. Los equipos de Vías y Obras seguirán en alerta. Las previsiones meteorológicas apuntan a que el viento volverá a soplar con fuerza en las próximas horas, especialmente la tarde del jueves.