El cura de un pueblo de Segovia llama a la Guardia Civil por una cacerolada durante la misa

El motivo de la protesta vecinal fue la prohibición, por parte del Obispado de Segovia, de un concierto de pulso y púa a cargo de la orquesta de la localidad, dentro del programa de actividades que organiza la asociación 'Grupos Activos' con motivo de la semana cultural del municipio. La actuación, que estaba prevista en el interior del templo, no fue permitida por el párroco y por la diócesis, que señalan que según las normas de la Santa Sede y de la Conferencia Episcopal tan solo está permitido organizar audiciones de música sacra dentro de templos e iglesias.

La alcaldesa de Fuentesaúco, Marta Isabel Rodrigo, explica que durante años la asociación cultural ha celebrado actos dentro de la iglesia, entre ellos conciertos de la orquesta de pulso y púa. De hecho, la misma orquesta sí que pudo tocar en el interior de la iglesia durante las pasadas navidades. No obstante, la regidora también precisa que en otras ocasiones el Obispado tampoco ha permitido las actuaciones.

En esta ocasión, indica que la asociación no comunicó «con la suficiente antelación» la intención de celebrar el concierto en el interior de la iglesia, un paso que el Obispado también recuerda como necesario para que la autoridad eclesiástica pueda permitir los actos en el interior del templo.

«Nosotros sabemos que el Obispado ahora es más estricto y aplican la normativa de una manera más tajante», sostiene la alcaldesa. La diócesis sí que permitía la actuación del coro rociero que figuraba en el programa, pero la orquesta, por su repertorio, «se consideró que no era el apropiado para hacerse dentro».

La decisión del Obispado -comenta la alcaldesa- molestó a buena parte de los vecinos de Fuentesaúco de Fuentidueña. «Se sienten ofendidos», declara la regidora, que subraya el arraigo de la orquesta en la localidad con la mayoría de sus integrantes nacidos en el pueblo. Ese malestar se tradujo en una cacerolada de protesta, «más simbólica que agresiva». Sin embargo, la alcaldesa señala que el párroco «se puso nervioso» y llamó a la Guardia Civil. «El no dejó de acatar las normas», asevera.

Finalmente, varias patrullas de la Guardia Civil acudieron hasta la plaza de la iglesia, donde los agentes preguntaron a los asistentes quién o quiénes habían organizado la protesta, que carecía de autorización.

Amaya Villar, integrante de la asociación 'Grupos Activos', explica que ya en 2018 el anterior cura del pueblo, obedeciendo las directrices del Obispado, no permitió el concierto de la orquesta de pulso y púa en el interior de la iglesia. Pero un año después, en 2019, hubo un cambio de párroco. «Nos dijo que con él no habría problemas y que no hacía falta pedir autorización. Simplemente con comunicarlo era suficiente», relata.

La pandemia suspendió los actos de los dos veranos posteriores, pero ya en las pasadas navidades la orquesta participó en un concierto en el interior del iglesia. Este verano, con la recuperación de la semana cultural, esperaban no tener ningún problema. «Es una orquesta formada por gente de la localidad, con música instrumental muy respetuosa con lo que se puede tocar dentro de una iglesia», comenta.

Pero los planes de la asociación se torcieron al presentar el programa, que incluía una actuación de un coro rociero que sí fue permitida (aunque la asociación finalmente la aplazó). «Cuando le comunicamos el programa al cura con los dos conciertos nos montó una tremenda porque decía que no le habíamos avisado con tiempo», comenta Villar. Aún así, y según su versión, el párroco comunicó el viernes «que hiciéramos lo que creyéramos oportuno, que él se iba a desentender».

La sorpresa para los integrantes de la asociación se produce cuando el viernes por la noche el párroco llama a una persona de 'Grupos Activos' y advierte de una posible denuncia en el caso de realizar el concierto en el interior de la iglesia. «Más tarde, pidió que no nos abrieran la iglesia», indica Villar.

Horas después, durante la comida popular que se celebró el sábado, los vecinos del pueblo conocieron la intención de no permitir el concierto de la orquesta en el interior de la iglesia. «De forma espontánea y popular se organizó una cacerolada. No la hemos organizado en la asociación», precisa. «Muchos de la asociación hemos estado allí, pero no la hemos liderado, organizado o planificado», añade.

Por último, la integrante de la asociación defiende que no «reventaron la misa», ya que en ningún momento tuvieron intención de entrar en el interior de la iglesia.