Coca vibra con el Toro del Clérigo

Era uno de los momentos más esperados de las fiestas, marcado en rojo en el calendario de todos los caucenses desde hace tiempo. Nadie quiso perderse este miércoles el desencajonamiento de 'Cañafito' y 'Chino'. Una hora antes de la suelta de los toros, a las seis y media de la tarde, cientos de aficionados de todas las edades se agolpaban frente a las talanqueras. No cabía un alfiler en la plaza del Arco.

Puntuales, los astados salieron furiosos del estrecho cajón donde aguardaban. 'Chino' fue el primero en sortear los capotes de los recortadores. Minutos antes de las ocho de la tarde, 'Cañafito' hacía lo propio. Sus bramidos inundaban la plaza. Los golpes que realizaban con sus cuernos contra las talanqueras desató el temor entre los presentes. Sin embargo, en ningún momento se temió por su seguridad.

Este año, el Toro del Clérigo tenía un «mayor prestigio». Tanto el Ayuntamiento como la Asociación Cultural Taurina San Roque acordaron la suelta de dos astados en lugar de tres, como había ocurrido en ediciones anteriores. «Tres toros eran muchos; lo suyo es que fueran dos. Además, subimos un escalón en el tema de las ganaderías. Este año han sido de mayor prestigio. También hay que considerar el tema de la logística. Necesitábamos un cajón más. No le tenemos y teníamos que pedirle», sostiene Sanz.

La céntrica plaza del Arco volverá a ser testigo la tarde de este jueves un nuevo desencajonamiento. En esta ocasión, el gran protagonista será 'Linero', el toro promovido por la Asociación Cultural Taurina San Roque. Ha costado «mucho trabajo», pero el presidente de la agrupación, Cayo Rubio, ve por fin consolidada esta iniciativa surgida en el año 2011 pero que, por «temas políticos y económicos», no logró una continuidad.

'Linero', un toro con «gran presencia, hechura y trapío», recorrerá hoy a las 19:30 horas las calles del municipio gracias a las colaboraciones externas. «Se financia con colaboraciones de los establecimientos. Sin ellos, esto no podría salir adelante», afirma el presidente.

El Toro de San Roque es por excelencia el espectáculo más importante organizado por la asociación. Esperan el día con entusiasmo y «mucha ilusión». Saben que la clave del éxito radica en la buena relación entre todos los miembros. «Somos unos veinte, nos llevamos muy bien. Además de compartir afición, somos amigos», subraya Rubio. Consciente de que la tauromaquia no pasa por su mejor momento, reconoce estar satisfecho con las ganaderías contratadas para los festejos.

«Siempre se puede mejorar, pero hasta el momento, con arreglo a los presupuestos, se han intentado traer los mejores animales posibles», indica. «El ganado bravo, desde 2010, ha subido muchísimo. Lo que antes comprabas por 2.000 euros, ahora te cuesta 5.000. Se ha encarecido al doble o al triple», concluye.