Coca, pista de despegue hacia la estratosfera
Un globo sonda lanzado desde el castillo de la villa alcanza dos veces la altitud a la que vuelan los aviones comerciales en un viaje con aterrizaje en Valladolid
No era la primera vez que despegaba desde tierras segovianas, aunque nunca lo había hecho con tanto equipaje. Los experimentos de siete institutos y tres cámaras subieron a bordo del globo sonda que despegó la anterior semana desde Coca hacia la estratosfera. En tan solo dos horas ascendió hasta los 25.704 metros de altitud, más del doble que la altura a la que vuelan los aviones comerciales. En ese preciso momento explotó y aterrizó media hora después en la provincia de Valladolid.
El tiempo estaba algo revuelto. Ese fue el motivo por el que el globo blanco, y de más de tres metros de altura, realizó diversos vericuetos en su trayectoria. En total, recorrió una distancia de 51 kilómetros en línea recta. El despegue creó una gran expectación en Coca, punto de partida de la expedición. La explanada sur aledaña al castillo de la villa albergó a una treintena de alumnos y profesores de institutos madrileños que asistieron en todo momento las imágenes y resultados que irradiaban del experimento.
El fructuoso ascenso a la estratosfera, como ya se ha realizado en otros centros segovianos, comenzó a las 12:30 horas, después de intensos meses de preparación y formación, incluso para los docentes. Durante este tiempo se había trabajado en la creación de utensilios dirigidos al seguimiento, localización y telemetría que viajaban a bordo del globo. Algunos de las magnitudes cuya medida suponía un mayor interés fueron la aceleración, radiación y temperatura.
25.704 metros
altitud máxima alcanzada por el globo sonda lanzado desde Coca, el doble de altura a la que vuelan los aviones comerciales.
La nave también tenía tripulantes. La figura de un astronauta estuvo acompañado de varios ejemplares de bichos tardígrados, semillas o plantas que subieron al espacio para «comprobar cómo se comportaban en estas condiciones», aclara Francisco Viñas, profesor del IES Juan de la Cierva y uno de los coordinadores del experimento. «Al final pudimos recuperarlo todo sin ningún problema; los estudiantes tendrán que analizar los datos y presentar los resultados en junio», añade.
En paracaídas
La carga útil fue recuperada a tres kilómetros al sur de la localidad vallisoletana Fresno el Viejo, después de un descenso en paracaídas de treinta minutos. En todo momento una cámara analógica retransmitió en directo la imagen del viaje hasta los 7.000 metros, que era recibida por un ordenador; mientras que otro dispositivo apuntaba al globo directamente, lo que permitió observar el instante en que explotó, y la tercera grababa el horizonte, protagonizado por la figura del astronauta.
«Se ve cómo el globo deja atrás el castillo, atraviesa las nubes y se sumerge en un entorno de ingravidez, más allá de la troposfera, con radiación cósmica o ultravioleta que no llega a la superficie», detalla Viñas. El experimento, financiado por la Consejería de Educación de Madrid, permitió acceder a internet a través de la radio por puntos tan distantes como Lisboa, Sevilla o Huesca. Además, se midieron temperaturas de 51 grados bajo cero en la tropopausa, zona de transición entre la troposfera y la estratosfera, hasta adentrarse finalmente en la capa de ozono.
Con este segundo despegue exitoso , Coca se convierte en una popular pista para el despegue hacia la estratosfera. «En Madrid lanzar cualquier cosa es complicado por las restricciones de tráfico aéreo, mientras que en Segovia nos hemos podido coordinar con el helipuerto y, tras decirnos que no se esperaba tráfico, hemos podido llevar a cabo nuestro experimento con muy buenos resultados», se alegra Viñas. Los datos analizados y el vídeo final de la experiencia didáctica se enviarán en las próximas semanas al Centro Integrado de Formación Profesional de Coca.
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